Este sábado por la noche, pasadas las 21 horas, en calle Moreteau al 800 personal policial concurre a un domicilio donde vecinos ayudaron a un señor de 68 años que había sido atado con alambre para robarle. El hecho se produjo cuando, el propietario de la vivienda, a minutos de llegar, se encontraba en la cocina y dos sujetos encapuchados salen del interior de su habitación y lo reducen apuntándole con un arma en la cabeza. Así lo informó el comisario inspector Gabriel Araujo jefe de la Unidad Regional.
En diálogo con Jornada, Araujo aseguró que al hombre mayor le exigían "los dólares y dinero, también le preguntaban por un comercio que tenía el hombre. Cuando logran reducirlo con el arma en la cabeza, lo atan con alambre en sus muñecas. Logran retirarse del lugar con joyas, un reloj que tenía puesto y una suma de dinero".
El hombre pidió auxilio, y sus vecinos lo escucharon. Fue allí que lo desataron y llamaron a la policía que concurrió al lugar, igual que una ambulancia, para constatar que el hombre no presente heridas de gravedad en sus muñecas producto de la fricción.
Este sábado por la noche, pasadas las 21 horas, en calle Moreteau al 800 personal policial concurre a un domicilio donde vecinos ayudaron a un señor de 68 años que había sido atado con alambre para robarle. El hecho se produjo cuando, el propietario de la vivienda, a minutos de llegar, se encontraba en la cocina y dos sujetos encapuchados salen del interior de su habitación y lo reducen apuntándole con un arma en la cabeza. Así lo informó el comisario inspector Gabriel Araujo jefe de la Unidad Regional.
En diálogo con Jornada, Araujo aseguró que al hombre mayor le exigían "los dólares y dinero, también le preguntaban por un comercio que tenía el hombre. Cuando logran reducirlo con el arma en la cabeza, lo atan con alambre en sus muñecas. Logran retirarse del lugar con joyas, un reloj que tenía puesto y una suma de dinero".
El hombre pidió auxilio, y sus vecinos lo escucharon. Fue allí que lo desataron y llamaron a la policía que concurrió al lugar, igual que una ambulancia, para constatar que el hombre no presente heridas de gravedad en sus muñecas producto de la fricción.