La pasión por los autos especiales y el sueño de tener un taller boutique propio

Paul Cantelli comenzó a trabajar en un taller “por un verano” y terminó adoptando los fierros para siempre. En su propio espacio en Comodoro Rivadavia, restaura autos clásicos y desarrolla proyectos especiales. Innovador, propone un tour entre herramientas. Quién es y cómo piensa.

Pura pasión. Paul Cantelli bien al frente junto con su equipo de ayudantes en un espacio en la ciudad petrolera que sueña con redefinir para que tenga su impronta definitiva.
03 DIC 2023 - 19:33 | Actualizado 03 DIC 2023 - 19:34

Por Ismael Tebes

El concepto innovador podría comenzar en un universo de herramientas, piezas cromadas, colores vivos y una rara concepción, la mística de lo viejo y el desafío de lo nuevo. Todo generosamente puesto al servicio de la originalidad. Un cocktail visual. Un quirófano esterilizado con sonido de motores y un toque de gastronomía en un taller-tour capaz de proponer. Paul Cantelli disfruta de su propio espacio, de su laboratorio en el barrio Industrial y sueña en grande a la hora de hacer. “Me gustaría poder dividir el espacio. Sería un sueño adosarle al lugar algo de gastronomía y encuentro. Un taller lleno de autos clásicos y proyectos especiales donde la gente pueda acercarse a compartir un momento y observar el proceso”.

Se considera un pintor de amplio espectro, amante de los autos y de las restauraciones. “Armar autos especiales es un rubro que me encanta. A todo lo que hago le pongo todo lo que sé hacer y mi pasión por los fierros”.

Y reconoce que no importa modelo, marca, ni época. “Desde que empecé con el taller siempre en mayor y menor medida dentro de lo que pude, estuve involucrado en proyectos especiales”, cuenta Paul Elio Manuel Cantelli, oriundo de Río Mayo y nieto del propietario de la histórica estación de servicio de la localidad.

“Mi primer laburo fuerte fue una camioneta importada modelo 81. La armé para mí; logré terminarla y en su momento fue una rareza. Empecé con poco conocimiento porque nadie arranca al cien por cien pero la reconstruí y treinta años después, todavía la tengo”.

“Soy de conversarle a los autos como muchos hacen con las plantas” reconoce Cantelli (51) quien asume que el vínculo es inalterable.

“Me encariño con los vehículos, mi camioneta es una parte mía, no podría deshacerme de ella aunque quisiera. El que es apasionado con marcas o determinado tipo de vehículos, pasa así su vida completa. Creo firmemente en eso”.

Suma a la colección otra “joya” de época, una camioneta Ford S1 del 51 y un proyecto en curso que ya lleva diez años de proceso y que se presentaría en sociedad, el año próximo. “Es un Chevrolet Camaro modelo 69 reconstruído en su totalidad. Empezó de la nada, se fabricaron muchas partes y se trajeron cosas de afuera. Cuesta la inversión y cuesta el tiempo, ya está en un ochenta por ciento”.

“En el laburo vas aprendiendo, estudiando y mejorando. Nunca terminás de aprender, salen productos nuevos y los sistemas van rotando. Cambiaron las herramientas y los productos. Hoy todo es más noble, se puede soldar lo que quieras, es cuestión de ponerse a estudiar”. Y plantea que el dinero es la “consecuencia” del trabajo realizado y del trato distintivo y personalizado hacia el cliente.

“En cuanto a autos especiales tengo terminados entre veinte y veintitrés trabajos. Es una tarea que desgasta, el año pasado solamente hicimos dos proyectos, una camioneta restaurada Chevrolet modelo 64 con todos los detalles originales y la camioneta de Enrique Verde que se presentó en el autódromo con el TC Pick Up”.

En este caso, el armado duró casi un año y llevó miles de horas de trabajo incluyendo los últimos tres meses intensivos de lunes a lunes para llegar con los tiempos.

Esta camioneta Ford modelo 47 mantiene el 30 por ciento de originalidad y cuenta con la estructura interna de un auto de carrera incluyendo suspensión, diferencial de nueve pulgadas, pantógrafos y espirales de un viejo TC 3 Litros. “Tiene una caja de quinta Sáenz y el motor es un TC varillero que llega a los 350 HP de potencia”, explicó.

“Hay autos que salen y van al garaje de una persona y quizás no tienen tanta trascendencia como ésta que se presentó en una carrera nacional, la gente pudo girar incluyendo a ex pilotos y dirigentes de la ACTC”.

“Arranqué –sostuvo Cantelli- en el taller pensando que iba a ser un trabajo de verano. Y me di cuenta que tenía facilidad para lo que era manual, sumada a mi pasión por los autos. Me lo transmitió mi compadre Ivo Marinho que corría en los jeeps”.

“Este rubro es fantástico y hoy hasta parece un poco más fácil. Así son las locuras, todas van mejorando”, dice por otro lado.

El valor de la estética y la presentación de un auto en una pista lo vivió desde adentro.
“Corrí en Sarmiento hasta hace un par de años, en las 4x2. Empecé a los veinticinco y aunque dejé un tiempo, nunca lo hice del todo”.

Habitué de eventos y muestras de autos clásicos y especiales, asume que el hobby tiene un gran impacto ya no solamente entre los coleccionistas porque la estética y los detalles distintivos, son las cosas que terminan entrando por los ojos.#

Pura pasión. Paul Cantelli bien al frente junto con su equipo de ayudantes en un espacio en la ciudad petrolera que sueña con redefinir para que tenga su impronta definitiva.
03 DIC 2023 - 19:33

Por Ismael Tebes

El concepto innovador podría comenzar en un universo de herramientas, piezas cromadas, colores vivos y una rara concepción, la mística de lo viejo y el desafío de lo nuevo. Todo generosamente puesto al servicio de la originalidad. Un cocktail visual. Un quirófano esterilizado con sonido de motores y un toque de gastronomía en un taller-tour capaz de proponer. Paul Cantelli disfruta de su propio espacio, de su laboratorio en el barrio Industrial y sueña en grande a la hora de hacer. “Me gustaría poder dividir el espacio. Sería un sueño adosarle al lugar algo de gastronomía y encuentro. Un taller lleno de autos clásicos y proyectos especiales donde la gente pueda acercarse a compartir un momento y observar el proceso”.

Se considera un pintor de amplio espectro, amante de los autos y de las restauraciones. “Armar autos especiales es un rubro que me encanta. A todo lo que hago le pongo todo lo que sé hacer y mi pasión por los fierros”.

Y reconoce que no importa modelo, marca, ni época. “Desde que empecé con el taller siempre en mayor y menor medida dentro de lo que pude, estuve involucrado en proyectos especiales”, cuenta Paul Elio Manuel Cantelli, oriundo de Río Mayo y nieto del propietario de la histórica estación de servicio de la localidad.

“Mi primer laburo fuerte fue una camioneta importada modelo 81. La armé para mí; logré terminarla y en su momento fue una rareza. Empecé con poco conocimiento porque nadie arranca al cien por cien pero la reconstruí y treinta años después, todavía la tengo”.

“Soy de conversarle a los autos como muchos hacen con las plantas” reconoce Cantelli (51) quien asume que el vínculo es inalterable.

“Me encariño con los vehículos, mi camioneta es una parte mía, no podría deshacerme de ella aunque quisiera. El que es apasionado con marcas o determinado tipo de vehículos, pasa así su vida completa. Creo firmemente en eso”.

Suma a la colección otra “joya” de época, una camioneta Ford S1 del 51 y un proyecto en curso que ya lleva diez años de proceso y que se presentaría en sociedad, el año próximo. “Es un Chevrolet Camaro modelo 69 reconstruído en su totalidad. Empezó de la nada, se fabricaron muchas partes y se trajeron cosas de afuera. Cuesta la inversión y cuesta el tiempo, ya está en un ochenta por ciento”.

“En el laburo vas aprendiendo, estudiando y mejorando. Nunca terminás de aprender, salen productos nuevos y los sistemas van rotando. Cambiaron las herramientas y los productos. Hoy todo es más noble, se puede soldar lo que quieras, es cuestión de ponerse a estudiar”. Y plantea que el dinero es la “consecuencia” del trabajo realizado y del trato distintivo y personalizado hacia el cliente.

“En cuanto a autos especiales tengo terminados entre veinte y veintitrés trabajos. Es una tarea que desgasta, el año pasado solamente hicimos dos proyectos, una camioneta restaurada Chevrolet modelo 64 con todos los detalles originales y la camioneta de Enrique Verde que se presentó en el autódromo con el TC Pick Up”.

En este caso, el armado duró casi un año y llevó miles de horas de trabajo incluyendo los últimos tres meses intensivos de lunes a lunes para llegar con los tiempos.

Esta camioneta Ford modelo 47 mantiene el 30 por ciento de originalidad y cuenta con la estructura interna de un auto de carrera incluyendo suspensión, diferencial de nueve pulgadas, pantógrafos y espirales de un viejo TC 3 Litros. “Tiene una caja de quinta Sáenz y el motor es un TC varillero que llega a los 350 HP de potencia”, explicó.

“Hay autos que salen y van al garaje de una persona y quizás no tienen tanta trascendencia como ésta que se presentó en una carrera nacional, la gente pudo girar incluyendo a ex pilotos y dirigentes de la ACTC”.

“Arranqué –sostuvo Cantelli- en el taller pensando que iba a ser un trabajo de verano. Y me di cuenta que tenía facilidad para lo que era manual, sumada a mi pasión por los autos. Me lo transmitió mi compadre Ivo Marinho que corría en los jeeps”.

“Este rubro es fantástico y hoy hasta parece un poco más fácil. Así son las locuras, todas van mejorando”, dice por otro lado.

El valor de la estética y la presentación de un auto en una pista lo vivió desde adentro.
“Corrí en Sarmiento hasta hace un par de años, en las 4x2. Empecé a los veinticinco y aunque dejé un tiempo, nunca lo hice del todo”.

Habitué de eventos y muestras de autos clásicos y especiales, asume que el hobby tiene un gran impacto ya no solamente entre los coleccionistas porque la estética y los detalles distintivos, son las cosas que terminan entrando por los ojos.#


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