Elida Melín de barrio Chanico Navarro, señaló que sólo está entregando pan de lunes a viernes, y que la semana pasada la Municipalidad les llevó a la sede vecinal y al resto de los comedores un capón, que consideró “es una tomada de pelo; no nos entregaron nada”. Advirtió que vienen reclamando hace más de 50 días, y que han cumplido con la documentación que les pidieron para funcionar.
“Ahora queremos una respuesta urgente, porque la gente viene al comedor a buscar pan y tiene hambre”, enfatizó la dirigente, agregando que desde el Municipio el director de Acción Social, Matías Casatti, les dice que están muy abocados al incendio, y aún no tienen novedades de compras de alimentos para distribuir.
La presidenta de la Junta Vecinal de Chanico Navarro afirmó que ya no sabe qué responder a los vecinos que van a buscar pan, y preguntan por la comida, e insistió con que lo solicitado por ordenanza se cumplió, como el proyecto del comedor, certificado de antecedentes, cantidad de comensales que concurren, etc. Tiene demanda de 60 familias, sin contar las viandas que entrega en la sede.
Merienda para niños
El vecino Anselmo Nahuelchú comentó que hace dos meses comenzó con un merendero en su domicilio de barrio Lennart Englund, pero el Municipio le ha transmitido que no puede funcionar en su casa. Entonces, el presidente de la Junta Vecinal, Juan Sepúlveda, autorizó para que se implemente en la sede el servicio.
Sirven la merienda tres días por semana mediante donaciones de comercios, y está la iniciativa para tener un comedor los sábados. Asisten alrededor de 20 niños del barrio y de otros sectores. Nahuelchú dijo que el proyecto está casi terminado, y restan algunos detalles para dar cumplimiento a lo que requiere la ordenanza que rige los comedores. “Está bien que el Municipio nos pida que regularicemos la actividad, pero mientras tanto la gente necesita comer”.
Ante la dificultosa situación, adelantó que con distintos barrios proyectan la realización de una corrida solidaria, estimando que la concretarán después que finalice la emergencia por el incendio, porque requerirán del apoyo de la Municipalidad con la logística. Lo recaudado, consistente en útiles escolares y alimentos, será destinado a solventar los comedores y merenderos.
También expuso Juliana Aleuy, del comedor y merendero de barrio Badén, e indicó que solamente están dando la merienda alrededor de 50 chicos, y entregan botellas con leche a varias familias. Recalcó que “nos queda leche para una semana, porque el Municipio no nos está suministrando los alimentos”, y aseguró que la documentación que les exigen, la presentaron en el 2020 cuando abrieron la actividad en la pandemia.
La demanda es del propio Badén y de otros barrios, y los atienden con las donaciones que les dan, y lo que logran reunir con eventos que organizan con un grupo de mujeres. Juliana señaló que funcionaban en la sede vecinal, pero ahora lo hacen en el centro comunitario y remarcó que “necesitamos una respuesta urgente de la Municipalidad, porque el hambre no espera y la demanda es grande”.
Queja de concejales
El concejal Martín Escalona manifestó que “ya no encontramos una explicación coherente de parte del Municipio”, y recordó que el secretario de Desarrollo Humano, Pablo Larregui, les había comunicado que la semana pasada se regularizaría la situación, y que la orden de compra de alimentos estaba a la firma del intendente Matías Taccetta, y el área de Economía y Desarrollo Productivo.
Precisó que saben que el Municipio recibió $ 21 millones de coparticipación para partidas específicas, en este caso para la adquisición de alimentos, y “esto no debería haber ocurrido; llevamos 52 días con los comedores cerrados, y la situación se va complicando día a día”.
Evangelina Chamorro del Frente Vecinal, remarcó “la partida está desde el momento que el Concejo Deliberante aprueba el presupuesto, que le da el instrumento al Departamento Ejecutivo para utilizarlo en lo que está previsto, que son los comedores, para que sigan funcionando”.#
Elida Melín de barrio Chanico Navarro, señaló que sólo está entregando pan de lunes a viernes, y que la semana pasada la Municipalidad les llevó a la sede vecinal y al resto de los comedores un capón, que consideró “es una tomada de pelo; no nos entregaron nada”. Advirtió que vienen reclamando hace más de 50 días, y que han cumplido con la documentación que les pidieron para funcionar.
“Ahora queremos una respuesta urgente, porque la gente viene al comedor a buscar pan y tiene hambre”, enfatizó la dirigente, agregando que desde el Municipio el director de Acción Social, Matías Casatti, les dice que están muy abocados al incendio, y aún no tienen novedades de compras de alimentos para distribuir.
La presidenta de la Junta Vecinal de Chanico Navarro afirmó que ya no sabe qué responder a los vecinos que van a buscar pan, y preguntan por la comida, e insistió con que lo solicitado por ordenanza se cumplió, como el proyecto del comedor, certificado de antecedentes, cantidad de comensales que concurren, etc. Tiene demanda de 60 familias, sin contar las viandas que entrega en la sede.
Merienda para niños
El vecino Anselmo Nahuelchú comentó que hace dos meses comenzó con un merendero en su domicilio de barrio Lennart Englund, pero el Municipio le ha transmitido que no puede funcionar en su casa. Entonces, el presidente de la Junta Vecinal, Juan Sepúlveda, autorizó para que se implemente en la sede el servicio.
Sirven la merienda tres días por semana mediante donaciones de comercios, y está la iniciativa para tener un comedor los sábados. Asisten alrededor de 20 niños del barrio y de otros sectores. Nahuelchú dijo que el proyecto está casi terminado, y restan algunos detalles para dar cumplimiento a lo que requiere la ordenanza que rige los comedores. “Está bien que el Municipio nos pida que regularicemos la actividad, pero mientras tanto la gente necesita comer”.
Ante la dificultosa situación, adelantó que con distintos barrios proyectan la realización de una corrida solidaria, estimando que la concretarán después que finalice la emergencia por el incendio, porque requerirán del apoyo de la Municipalidad con la logística. Lo recaudado, consistente en útiles escolares y alimentos, será destinado a solventar los comedores y merenderos.
También expuso Juliana Aleuy, del comedor y merendero de barrio Badén, e indicó que solamente están dando la merienda alrededor de 50 chicos, y entregan botellas con leche a varias familias. Recalcó que “nos queda leche para una semana, porque el Municipio no nos está suministrando los alimentos”, y aseguró que la documentación que les exigen, la presentaron en el 2020 cuando abrieron la actividad en la pandemia.
La demanda es del propio Badén y de otros barrios, y los atienden con las donaciones que les dan, y lo que logran reunir con eventos que organizan con un grupo de mujeres. Juliana señaló que funcionaban en la sede vecinal, pero ahora lo hacen en el centro comunitario y remarcó que “necesitamos una respuesta urgente de la Municipalidad, porque el hambre no espera y la demanda es grande”.
Queja de concejales
El concejal Martín Escalona manifestó que “ya no encontramos una explicación coherente de parte del Municipio”, y recordó que el secretario de Desarrollo Humano, Pablo Larregui, les había comunicado que la semana pasada se regularizaría la situación, y que la orden de compra de alimentos estaba a la firma del intendente Matías Taccetta, y el área de Economía y Desarrollo Productivo.
Precisó que saben que el Municipio recibió $ 21 millones de coparticipación para partidas específicas, en este caso para la adquisición de alimentos, y “esto no debería haber ocurrido; llevamos 52 días con los comedores cerrados, y la situación se va complicando día a día”.
Evangelina Chamorro del Frente Vecinal, remarcó “la partida está desde el momento que el Concejo Deliberante aprueba el presupuesto, que le da el instrumento al Departamento Ejecutivo para utilizarlo en lo que está previsto, que son los comedores, para que sigan funcionando”.#