Tiene que operarse de la columna, pero la prepaga no le da una respuesta

Sergio Carnevale tiene 64 años y hace tres meses debía operarse de la quinta y sexta lumbar con un neurocirujano. Sin embargo, un error en la cartilla de prestadores de Sancor Salud y la falta de acompañamiento por parte de la entidad provocaron que hasta la fecha no haya podido concretar la intervención.

Sergio Carnevale, reconocido comerciante de Trelew, está sufriendo un difícil trance.
29 FEB 2024 - 19:24 | Actualizado 29 FEB 2024 - 20:33

Cuando se trata de salud podemos estar de acuerdo en que cada segundo cuenta y, a veces, los tiempos de la burocracia no son tan rápidos como el paciente necesita.

Sergio Carnevale es un vecino de Trelew que tiene 64 años y hace tres meses debía operarse de la quinta y sexta lumbar con un neurocirujano. Sin embargo, un error en la cartilla de prestadores de su obra social y la falta de acompañamiento por parte de la entidad provocaron que hasta la fecha no haya podido mejorar su cuadro de salud. “Me mandaron a atenderme con médicos que no son idóneos para lo que necesito yo”, afirmó.

Dialogando con Jornada, contó que todo comenzó el 2 de diciembre del 2023 cuando su médico de cabecera le dijo que debía operarse de la quinta y sexta vértebra lumbar. “Fui a ver al doctor que es neurocirujano y prestador de Sancor Salud. Él me derivó a otro doctor, al que fui a ver y con quien acordé la operación. Me hizo el presupuesto de la clínica, de sus honorarios y los de su equipo”, contó.

Con todos los documentos necesarios en mano, se dirigió a las oficinas de su obra social para poder recibir la autorización y operarse el 29 de ese mes. Sin embargo, “cuando fui a Sancor Salud a presentar todo eso, me dijeron que ese médico no era un prestador habilitado por ellos y me pasaron un listado de tres neurocirujanos”.

Sin presentar queja alguna, Sergio tomó el listado que le ofrecieron y sacó turno con el médico nuevamente. Ahí comenzó el problema que, sin él saberlo, se extendería tres meses. “Fui a ver a mi médico y él me dijo que dos de esos que figuraban ahí no eran neurocirujanos, eran neurólogos. Volví entonces a hablar con los de la obra social y les dije que el listado estaba mal; que el único neurocirujano que había ahí es el que ya me había derivado a mí antes”.

El error estaba claro, pero su explicación no fue suficiente. “Me rechazaron el presupuesto y siguieron insistiendo en que vaya a uno de los médicos del listado. Fui entonces a un turno con cada uno de ellos; uno me derivó y firmó una constancia que decía que no era neurocirujano. El otro no dijo nada, pero también firmó una derivación”.

Teniendo ya la confirmación de ambos profesionales, Sergio pensó que eso alcanzaría para que su obra social reconociera el problema y le aceptara operarse con el cirujano que ya le había hecho el presupuesto. Pero esto no pasó.

Ahí comenzó a llamarlos en reiteradas ocasiones y mandar mails para intentar buscar una solución, pero “no obtenía respuesta alguna”. Además, cada vez que llamaba le contestaba “alguien distinto que no sabía de qué le estaba hablando”.

En todo este tiempo, mientras esperaba una respuesta, Sergio continuó haciéndose análisis y chequeos médicos. Algunos incluso tuvo que duplicarlos, porque con el pasar de las semanas los resultados ya no servían.

Casi tres meses después, la semana pasada, Sergio recibió una respuesta; pero no la que esperaba ya que le dijeron que desde la obra social reconocían el error, pero necesitaban un presupuesto actualizado. “Fui al médico de nuevo, le pedí el presupuesto actualizado, lo presenté el viernes pasado (23 de febrero) a la mañana y ese mismo día a la tarde me mandaron un mail diciéndome lo mismo de siempre: que el profesional no estaba habilitado por Sancor Salud y que tengo que hacerlo con uno del listado de ellos: el mismo listado que yo les dije hace tiempo que estaba mal”.

Lo que empezó como un pequeño error se convirtió en una pesadilla, que hace que Sergio pierda su tiempo y su cuadro de salud empeore. “Desde diciembre que estoy con este problema, ya me cuesta moverme. En todo este tiempo me dijeron siempre lo mismo. No se toman el trabajo de verificar lo que yo les estoy diciendo. Incluso la última vez que me comunique les mande un correo explicando bien todo lo sucedido otra vez, y mencioné que el doctor al que me mandaron dejó firmado que él no era neurocirujano. Pero no me dieron bola”.

Como la comunicación vía mail y por teléfono parecía no funcionar, se acercó a las oficinas de la prestadora en Trelew. Allí le cargaron los formularios con el reclamo, pero no hicieron nada más. Asimismo, aseguró que presentó dos reclamos en la Superintendencia de Salud, pero tampoco hubo respuestas funcionales.

Su último recurso para lograr que le cubran la operación y poder estar bien de salud es acudir con un abogado, “que no es algo barato, pero no queda otra. Él me está ayudando para ver cómo podemos avanzar con esto y que me operen cuanto antes”, cerró.

Sergio Carnevale, reconocido comerciante de Trelew, está sufriendo un difícil trance.
29 FEB 2024 - 19:24

Cuando se trata de salud podemos estar de acuerdo en que cada segundo cuenta y, a veces, los tiempos de la burocracia no son tan rápidos como el paciente necesita.

Sergio Carnevale es un vecino de Trelew que tiene 64 años y hace tres meses debía operarse de la quinta y sexta lumbar con un neurocirujano. Sin embargo, un error en la cartilla de prestadores de su obra social y la falta de acompañamiento por parte de la entidad provocaron que hasta la fecha no haya podido mejorar su cuadro de salud. “Me mandaron a atenderme con médicos que no son idóneos para lo que necesito yo”, afirmó.

Dialogando con Jornada, contó que todo comenzó el 2 de diciembre del 2023 cuando su médico de cabecera le dijo que debía operarse de la quinta y sexta vértebra lumbar. “Fui a ver al doctor que es neurocirujano y prestador de Sancor Salud. Él me derivó a otro doctor, al que fui a ver y con quien acordé la operación. Me hizo el presupuesto de la clínica, de sus honorarios y los de su equipo”, contó.

Con todos los documentos necesarios en mano, se dirigió a las oficinas de su obra social para poder recibir la autorización y operarse el 29 de ese mes. Sin embargo, “cuando fui a Sancor Salud a presentar todo eso, me dijeron que ese médico no era un prestador habilitado por ellos y me pasaron un listado de tres neurocirujanos”.

Sin presentar queja alguna, Sergio tomó el listado que le ofrecieron y sacó turno con el médico nuevamente. Ahí comenzó el problema que, sin él saberlo, se extendería tres meses. “Fui a ver a mi médico y él me dijo que dos de esos que figuraban ahí no eran neurocirujanos, eran neurólogos. Volví entonces a hablar con los de la obra social y les dije que el listado estaba mal; que el único neurocirujano que había ahí es el que ya me había derivado a mí antes”.

El error estaba claro, pero su explicación no fue suficiente. “Me rechazaron el presupuesto y siguieron insistiendo en que vaya a uno de los médicos del listado. Fui entonces a un turno con cada uno de ellos; uno me derivó y firmó una constancia que decía que no era neurocirujano. El otro no dijo nada, pero también firmó una derivación”.

Teniendo ya la confirmación de ambos profesionales, Sergio pensó que eso alcanzaría para que su obra social reconociera el problema y le aceptara operarse con el cirujano que ya le había hecho el presupuesto. Pero esto no pasó.

Ahí comenzó a llamarlos en reiteradas ocasiones y mandar mails para intentar buscar una solución, pero “no obtenía respuesta alguna”. Además, cada vez que llamaba le contestaba “alguien distinto que no sabía de qué le estaba hablando”.

En todo este tiempo, mientras esperaba una respuesta, Sergio continuó haciéndose análisis y chequeos médicos. Algunos incluso tuvo que duplicarlos, porque con el pasar de las semanas los resultados ya no servían.

Casi tres meses después, la semana pasada, Sergio recibió una respuesta; pero no la que esperaba ya que le dijeron que desde la obra social reconocían el error, pero necesitaban un presupuesto actualizado. “Fui al médico de nuevo, le pedí el presupuesto actualizado, lo presenté el viernes pasado (23 de febrero) a la mañana y ese mismo día a la tarde me mandaron un mail diciéndome lo mismo de siempre: que el profesional no estaba habilitado por Sancor Salud y que tengo que hacerlo con uno del listado de ellos: el mismo listado que yo les dije hace tiempo que estaba mal”.

Lo que empezó como un pequeño error se convirtió en una pesadilla, que hace que Sergio pierda su tiempo y su cuadro de salud empeore. “Desde diciembre que estoy con este problema, ya me cuesta moverme. En todo este tiempo me dijeron siempre lo mismo. No se toman el trabajo de verificar lo que yo les estoy diciendo. Incluso la última vez que me comunique les mande un correo explicando bien todo lo sucedido otra vez, y mencioné que el doctor al que me mandaron dejó firmado que él no era neurocirujano. Pero no me dieron bola”.

Como la comunicación vía mail y por teléfono parecía no funcionar, se acercó a las oficinas de la prestadora en Trelew. Allí le cargaron los formularios con el reclamo, pero no hicieron nada más. Asimismo, aseguró que presentó dos reclamos en la Superintendencia de Salud, pero tampoco hubo respuestas funcionales.

Su último recurso para lograr que le cubran la operación y poder estar bien de salud es acudir con un abogado, “que no es algo barato, pero no queda otra. Él me está ayudando para ver cómo podemos avanzar con esto y que me operen cuanto antes”, cerró.


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