Imanol Subiela Salvo es de Trelew y escribió el libro “Golpe en el Museo”, que narra la historia del robo de obras de arte más grande de la Argentina durante la última dictadura militar. Ya lo presentó en el Museo Nacional de Bellas Artes de Capital Federal.
Subiela Salvo nació en Chubut en 1994. Es periodista y licenciado en comunicación audiovisual por la Universidad Nacional de San Martín. Escribe sobre artes visuales en el suplemento Radar de Página/12 y sobre literatura en la revista La Agenda. Colaboró en Rolling Stone, Anfibia, La Nación, Tiempo Argentino, Vice en Español, Letras Libres y Gatopardo, entre otros. Es autor del newsletter Vueltas en la cama. En redes sociales es @malasenial.
La publicación, editada por Planeta, repasa lo ocurridos en el Museo de Bellas Artes la madrugada del 26 de diciembre de 1980. Un grupo de ladrones vació la sala donde estaba la colección de Mercedes Santamarina y se llevó siete objetos de porcelana y jade y 16 pinturas impresionistas de artistas como Matisse, Renoir, Gauguin y Cézanne, entre otros. El caso nunca fue resuelto y la investigación incluyó torturas y detenciones ilegales. La hipótesis más firme se construyó alrededor de un canje por armas.
El golpe se mantuvo rodeado de un misterio de película, asombroso y oscuro, que incluyó la recuperación de tres obras, muchísimo tiempo después, por parte del juez Norberto Oyarbide.
En Cadena Tiempo, Subiela Salvo contó que “hace 11 años que estoy en Buenos Aires y como soy inquieto estudié muchas cosas: periodismo, comunicación audiovisual y crítica de arte. Escribiendo en Radar surgió la posibilidad de hacer este libro”.
Sobre “Golpe en el Museo” explicó que “el Bellas Artes es el Museo más grande del país en la década de 70. La dictadura mandó a un grupo de tareas a robar obras que después se cambiaron por armas. Parte de esas armas se usaron en Malvinas y durante la dictadura”.
“La historia me llegó a través de un amigo. La escribí para una revista mexicana y cuando empecé a pulir y cortar para que no sea eterna, me dije ¿por qué en vez de quedarme con todo ese material no hago un libro? En enero de 2021 empecé a escribirlo. Ya había firmado el contrato con Planeta para editarlo”.
Subiela Salvo reconoce que a pesar de cuándo, cómo y qué sucedió, es una historia olvidada. “Se llevaron 16 pinturas impresionistas. Entre ella obras de (Henri) Matisse, (Johann Wolfgang von) Goethe. Se olvidó la historia porque a nadie le interesan mucho las políticas culturales. O son algo secundario. Hubo una cineasta que quiso hacer una película que finalmente no se pudo hacer, pero quedaron las entrevistas a los empleados del Museo de aquellos años. También se hizo una muestra que presentaron Santi Villanueva y Paula Castro que rescató la historia del robo, y fue la punta del hilo que tiré para completar el trabajo”.
La dificultad fue que la mayoría de los protagonistas estaban muertos. “Salvo el juez Oyarbide al que logré entrevistar meses antes de que muera. Logró recuperar algunas obras. El otro fue un sereno que estuvo en el Museo el día del robo. Lo contacté a través de su hijo. No quiso hablar porque dijo que era una parte muy fea de su vida y que no quería recordarla. Fue secuestrado por la dictadura, torturado, y entendí la negativa, porque no debe ser fácil”.
Una hipótesis firme que aseguraba que los ladrones eran de la banda de Aníbal Gordon. “Es la hipótesis que manejó la justicia. La historia se confirmó en el 81 cuando el periodista Guillermo Kelly es secuestrado por la banda de Gordon, Kelly lo había denunciado a Gordon. Y fue Gordon el que le dijo: ´El 80 % que decís es cierto´. Cuando la causa llega a la Justicia Federal, en 2001, Gordon ya había muerto”.
Subiela Salvo explicó que “mi intención es crear un archivo con todos los materiales dispersos sobre el robo. Y generar memoria sobre una historia de la dictadura olvidada durante tanto tiempo, para que no se vuelva a olvidar. Es una historia que habilita la pregunta por sucesos culturales durante la dictadura: ¿qué hizo la dictadura con el patrimonio cultural público y colectivo? La pregunta se vuelve plantear en este momento, con este gobierno. ¿Qué va a hacer con el patrimonio cultural, con las historias vinculadas a los derechos humanos, las historias sobre memoria, verdad y Justicia?. Hay como una línea muy marcada contra la política cultural y la comunidad artística en general. Traer esta pregunta al presente tiene mucho sentido”. #
Imanol Subiela Salvo es de Trelew y escribió el libro “Golpe en el Museo”, que narra la historia del robo de obras de arte más grande de la Argentina durante la última dictadura militar. Ya lo presentó en el Museo Nacional de Bellas Artes de Capital Federal.
Subiela Salvo nació en Chubut en 1994. Es periodista y licenciado en comunicación audiovisual por la Universidad Nacional de San Martín. Escribe sobre artes visuales en el suplemento Radar de Página/12 y sobre literatura en la revista La Agenda. Colaboró en Rolling Stone, Anfibia, La Nación, Tiempo Argentino, Vice en Español, Letras Libres y Gatopardo, entre otros. Es autor del newsletter Vueltas en la cama. En redes sociales es @malasenial.
La publicación, editada por Planeta, repasa lo ocurridos en el Museo de Bellas Artes la madrugada del 26 de diciembre de 1980. Un grupo de ladrones vació la sala donde estaba la colección de Mercedes Santamarina y se llevó siete objetos de porcelana y jade y 16 pinturas impresionistas de artistas como Matisse, Renoir, Gauguin y Cézanne, entre otros. El caso nunca fue resuelto y la investigación incluyó torturas y detenciones ilegales. La hipótesis más firme se construyó alrededor de un canje por armas.
El golpe se mantuvo rodeado de un misterio de película, asombroso y oscuro, que incluyó la recuperación de tres obras, muchísimo tiempo después, por parte del juez Norberto Oyarbide.
En Cadena Tiempo, Subiela Salvo contó que “hace 11 años que estoy en Buenos Aires y como soy inquieto estudié muchas cosas: periodismo, comunicación audiovisual y crítica de arte. Escribiendo en Radar surgió la posibilidad de hacer este libro”.
Sobre “Golpe en el Museo” explicó que “el Bellas Artes es el Museo más grande del país en la década de 70. La dictadura mandó a un grupo de tareas a robar obras que después se cambiaron por armas. Parte de esas armas se usaron en Malvinas y durante la dictadura”.
“La historia me llegó a través de un amigo. La escribí para una revista mexicana y cuando empecé a pulir y cortar para que no sea eterna, me dije ¿por qué en vez de quedarme con todo ese material no hago un libro? En enero de 2021 empecé a escribirlo. Ya había firmado el contrato con Planeta para editarlo”.
Subiela Salvo reconoce que a pesar de cuándo, cómo y qué sucedió, es una historia olvidada. “Se llevaron 16 pinturas impresionistas. Entre ella obras de (Henri) Matisse, (Johann Wolfgang von) Goethe. Se olvidó la historia porque a nadie le interesan mucho las políticas culturales. O son algo secundario. Hubo una cineasta que quiso hacer una película que finalmente no se pudo hacer, pero quedaron las entrevistas a los empleados del Museo de aquellos años. También se hizo una muestra que presentaron Santi Villanueva y Paula Castro que rescató la historia del robo, y fue la punta del hilo que tiré para completar el trabajo”.
La dificultad fue que la mayoría de los protagonistas estaban muertos. “Salvo el juez Oyarbide al que logré entrevistar meses antes de que muera. Logró recuperar algunas obras. El otro fue un sereno que estuvo en el Museo el día del robo. Lo contacté a través de su hijo. No quiso hablar porque dijo que era una parte muy fea de su vida y que no quería recordarla. Fue secuestrado por la dictadura, torturado, y entendí la negativa, porque no debe ser fácil”.
Una hipótesis firme que aseguraba que los ladrones eran de la banda de Aníbal Gordon. “Es la hipótesis que manejó la justicia. La historia se confirmó en el 81 cuando el periodista Guillermo Kelly es secuestrado por la banda de Gordon, Kelly lo había denunciado a Gordon. Y fue Gordon el que le dijo: ´El 80 % que decís es cierto´. Cuando la causa llega a la Justicia Federal, en 2001, Gordon ya había muerto”.
Subiela Salvo explicó que “mi intención es crear un archivo con todos los materiales dispersos sobre el robo. Y generar memoria sobre una historia de la dictadura olvidada durante tanto tiempo, para que no se vuelva a olvidar. Es una historia que habilita la pregunta por sucesos culturales durante la dictadura: ¿qué hizo la dictadura con el patrimonio cultural público y colectivo? La pregunta se vuelve plantear en este momento, con este gobierno. ¿Qué va a hacer con el patrimonio cultural, con las historias vinculadas a los derechos humanos, las historias sobre memoria, verdad y Justicia?. Hay como una línea muy marcada contra la política cultural y la comunidad artística en general. Traer esta pregunta al presente tiene mucho sentido”. #