Por Lorena Leeming / Redacción Jornada
Lo peligroso de invisibilizar a la mujer y personas del colectivo LGBTQ+ significa que hoy en la Argentina la aparición de hechos de violencia están permitidos y provocará más discriminación, crímenes de odio y agresiones”, sintetizó la jueza penal de Puerto Madryn Marcela Pérez Bogado. Respecto a la decisión del presidente Javier Milei de prohibir la perspectiva de género en la administración pública nacional, fue clara: “No se puede prohibir. Por más que lo diga. Iríamos en contra de la Convención Belem do Pará”. Además advirtió sobre las consecuencias de poner en tela de juicio la violencia de género: más casos, altas tasas de femicidios, agresiones y un brutal retroceso. Por ejemplo, desaparición de figuras como el acoso callejero, consagrada en le ley 26485: “Es volver atrás. Ya empezaron otra vez situaciones como gritos en la calle o incluso, entienden que tocar la cola a una chica está bien y tratan a las mujeres de exageradas”.
La magistrada, en una entrevista con Jornada habló de todo. De su trabajo como jueza, de las causas que llegan a su Juzgado por el tema género, cómo las procesan y además opinó como mujer, ante un escenario desalentador en relación a los derechos adquiridos que fueron logrados con tanto esfuerzo y que hoy parecen ponerse en jaque ante un Gobierno que aparenta querer convencer a la sociedad que muchas figuras legales no existen. Y es ahí donde radica el peligro.
“Invisibilizar la violencia hacia la mujer va en contra de la Convención de Belem do Pará, que define las violencias. No por nada esta convención nace en Latinoamérica que es uno de los continentes que más violencia registradas, hacia la mujer y el colectivo LGBTQ+, tiene en su haber y era necesario reconocerlo. Por el otro lado, tenemos un discurso que invisibiliza algo que no es un capricho, está basado en estadísticas, datos de la realidad , respecto a todos tipos de violencia”, deslizó.
“Los mensajes”
La magistrada no disimuló su preocupación por los mensajes que se emiten. Explica todo el tiempo que los jueces son permeables a muchas cuestiones porque simplemente, son parte de la sociedad. “Es muy peligroso lo que se le comunica a la gente porque significa que en la Argentina, determinadas agresiones están permitidas y lo que sucede pasa a ser exageración. Si te dicen algo por la calle, sos una exagerada. Si te tocan la cola sos exagerada. Desaparecen figuras que costó mucho ser reconocidas y tiene mucho que ver con el dolor de las personas”, aclaró.
Pérez Bogado ejemplificó que si la violencia física es grave y los casos se replican, ni imaginarse de algo tan silencioso y perjudicial para la mujer como lo es la violencia económica. “Si lo que pasa en la calle es una exageración, no pensemos qué puede pasar con las mujeres que sufren la falta de dinero para subsistir ”.
La prestigiosa jueza hizo una pausa en la entrevista y deslizó: “Me hago estas preguntas porque tenemos un retroceso a pasos agigantados desde diciembre hasta hoy. Las tasas de femicidios no bajan. Y no es que son hombres de 50 años para arriba. Muchos están entre los 20 y 40 años. Hay femicidas mas jovenes aun. Esto un peligro”, advirtió.
Se refirió al lenguaje como un simbolismo y la importancia de lo que se dice. “Hay que tener cuidado porque habilitás a las personas que hagan lo que quieran. Antes no lo hacían por ser políticamente correctos”, ejemplificó.
“El vínculo con la violencia –dice la jueza – tiene un origen. Tiene que ver con esa estructura social en la que vivimos que se llama: patriarcado. Por más que quieran negarlo está reconocido por Naciones Unidas, en la CEDAW. Así está construido el mundo”, sintetizó.
Retroceso
La tristeza del panorama que se visualiza en la Argentina y que ha recibido la solidaridad de otros países por las medidas que se aplican, es muy bien captado por Marcela Pérez Bogado que es experta en el tratamiento de temas vinculados a los derechos de las personas y en particular, género. “Los discursos invisibilizadores de la existencia de la violencia puede afectar el trabajo que se hizo todos estos años en pos de los derechos humanos en la Argentina y de los cuales somos referencia a nivel mundial. Hay un retroceso”.
¿Qué es lo más riesgoso de una prohibición?. “Cuando vos negás algo, como la violencia hacia la mujer, evitás brindarle herramientas a los agresores y no se puede desarticular el patricarcado. Si pensas que no le tenés que dar herramientas a quien que cometió el delito de violencia hacia la mujer, no le das nada para que modifique esa conducta y evitar nuevos hechos. Él lo hace porque considera que es superior a la mujer y tiene que estar subordinada, a su servicio” describió, y agregó “ para el golpeador es suficiente justificación que la mujer no hizo lo que quería él, se fijó en otra persona, prefirió tener otra relación sentimental o por lo que fuera, y eso hace nacer su “derecho” a quitarle la vida, lesionarla, pegarle o dejarle de contribuir al sostenimiento del hogar y les hijes”, subrayó.
“El mensaje del presidente no debería afectar a la Justicia. Pero ahí vuelvo al simbolismo. Hay una campaña que busca una transformación hacia una justicia feminista. Porque claramente no lo es. Entonces, en esta simbología y uso de las palabras podemos llegar a tener fallos que vayan en contra de las Convenciones que venimis hablando, ya que permea esa habilitación”. Reiteró la magistrada que “la perspectiva de género no se puede prohibir. Por más que lo diga un presidente. Iríamos en contra del compromiso que asumio Argentina al ratificar Belem do Pará. Es una obligacion para a todo el Estado a que en todos los ámbitos de la administración pública se elimine la discriminación hacia la mujer. Eso se logra con la perspectiva de género. No se puede prohibir” reiteró tantas veces como fuese necesario.. Pero no salió de la realidad, siempre enfocada en el escenario actual reveló que “siempre se encuentra la forma de justificar las decisiones que van en contra de lo que las mujeres reclaman”, sostuvo en base al sólido conocimiento que tiene sobre el tema.
Sentencias
Y agregó para ser más explícita: “Siempre existirán justificaciones que van a permitir fallos que vayan contra la perspectiva de género. Por ejemplo en el análisis de la prueba. Que compete a jueces y juezas en particular. Vos podés analizar una prueba con perspectiva de género o analizarla sin ella. Es la valoración la que determinará si es suficiente para condenar o absolver. Allí es donde puede haber modificaciones”, sostuvo .
No llevo una estadística de como vienen las sentencias. Pero que se puede dar , si. Porque va a haber personas que dentro de su formación no exista o nieguen la necesidad de esa perspectiva. Es la sociedad donde vive el juez. Habrá algunos que quizas estaban esperando este momento y otros que apliquen la perspectiva de genero porque consideren que es una sentencia más justa.
Por eso es importante que las vacantes en los lugares de decisión, como es el Superior Tribunal de Justicia, sean cubiertos por mujeres con perspectiva de género.
No obstante, llevó tranquilidad a la comunidad con un mensaje más que contundente de su parte. “Quienes estamos a favor de garantizar los derechos de todas las personas y en especial, y de aquellas mujeres y del colectivo LGBTIA+, que pueden estar atravesando una situación de vulneración de derechos, no vamos a volver hacia atrás. Yo me defino como feminista. Y el feminismo no tiene que ver con odiar a los hombres o como suelen referirse a que es una mala palabra. Tiene que ver con esto, con analizar las pruebas que se presentan en un escenario en particular sabiendo que el camino hacia la denuncia no es fácil, que lleva años revelar algo que hizo daño en la niñez. El análisis de la prueba va a ser en ese sentido. Nunca hay que dejar de denunciar. Nunca. Porque si no denunciamos nos estamos silenciando”.
Valoró Marcela Pérez Bogado que “hay organizaciones sociales de mujeres que acompañan en todo este camino. La justicia se tiene que acercar más. Es una crítica feroz que siempre hago. Pero cuando nos buscan, estamos. No para hablar de casos en particular sino para contar qué es lo que sucede en un proceso judicial. A veces, las mujeres tuvieron pésimas experiencias porque les falta información sobre las alternativas. Eso tenemos que cambiar desde la justicia. Acá las fiscalas que están en la Unidad de Género atienden desde el inicio a las mujeres que denuncian”.
Para finalizar, simple pero clara y predispuesta a explayarse sobre toda consulta, la jueza instó a que las mujeres que estén siendo víctimas de violencia, denuncien.Y aquí un concepto muy importante: “No van a ser victimas toda la vida. Empieza un proceso judicial y se sacan ese peso de encima. Pueden seguir con su vida, pero es importante que digan lo que sucede” para lograr que ese tipo de pesadillas en su vidas, dejen de existir. #
Por Lorena Leeming / Redacción Jornada
Lo peligroso de invisibilizar a la mujer y personas del colectivo LGBTQ+ significa que hoy en la Argentina la aparición de hechos de violencia están permitidos y provocará más discriminación, crímenes de odio y agresiones”, sintetizó la jueza penal de Puerto Madryn Marcela Pérez Bogado. Respecto a la decisión del presidente Javier Milei de prohibir la perspectiva de género en la administración pública nacional, fue clara: “No se puede prohibir. Por más que lo diga. Iríamos en contra de la Convención Belem do Pará”. Además advirtió sobre las consecuencias de poner en tela de juicio la violencia de género: más casos, altas tasas de femicidios, agresiones y un brutal retroceso. Por ejemplo, desaparición de figuras como el acoso callejero, consagrada en le ley 26485: “Es volver atrás. Ya empezaron otra vez situaciones como gritos en la calle o incluso, entienden que tocar la cola a una chica está bien y tratan a las mujeres de exageradas”.
La magistrada, en una entrevista con Jornada habló de todo. De su trabajo como jueza, de las causas que llegan a su Juzgado por el tema género, cómo las procesan y además opinó como mujer, ante un escenario desalentador en relación a los derechos adquiridos que fueron logrados con tanto esfuerzo y que hoy parecen ponerse en jaque ante un Gobierno que aparenta querer convencer a la sociedad que muchas figuras legales no existen. Y es ahí donde radica el peligro.
“Invisibilizar la violencia hacia la mujer va en contra de la Convención de Belem do Pará, que define las violencias. No por nada esta convención nace en Latinoamérica que es uno de los continentes que más violencia registradas, hacia la mujer y el colectivo LGBTQ+, tiene en su haber y era necesario reconocerlo. Por el otro lado, tenemos un discurso que invisibiliza algo que no es un capricho, está basado en estadísticas, datos de la realidad , respecto a todos tipos de violencia”, deslizó.
“Los mensajes”
La magistrada no disimuló su preocupación por los mensajes que se emiten. Explica todo el tiempo que los jueces son permeables a muchas cuestiones porque simplemente, son parte de la sociedad. “Es muy peligroso lo que se le comunica a la gente porque significa que en la Argentina, determinadas agresiones están permitidas y lo que sucede pasa a ser exageración. Si te dicen algo por la calle, sos una exagerada. Si te tocan la cola sos exagerada. Desaparecen figuras que costó mucho ser reconocidas y tiene mucho que ver con el dolor de las personas”, aclaró.
Pérez Bogado ejemplificó que si la violencia física es grave y los casos se replican, ni imaginarse de algo tan silencioso y perjudicial para la mujer como lo es la violencia económica. “Si lo que pasa en la calle es una exageración, no pensemos qué puede pasar con las mujeres que sufren la falta de dinero para subsistir ”.
La prestigiosa jueza hizo una pausa en la entrevista y deslizó: “Me hago estas preguntas porque tenemos un retroceso a pasos agigantados desde diciembre hasta hoy. Las tasas de femicidios no bajan. Y no es que son hombres de 50 años para arriba. Muchos están entre los 20 y 40 años. Hay femicidas mas jovenes aun. Esto un peligro”, advirtió.
Se refirió al lenguaje como un simbolismo y la importancia de lo que se dice. “Hay que tener cuidado porque habilitás a las personas que hagan lo que quieran. Antes no lo hacían por ser políticamente correctos”, ejemplificó.
“El vínculo con la violencia –dice la jueza – tiene un origen. Tiene que ver con esa estructura social en la que vivimos que se llama: patriarcado. Por más que quieran negarlo está reconocido por Naciones Unidas, en la CEDAW. Así está construido el mundo”, sintetizó.
Retroceso
La tristeza del panorama que se visualiza en la Argentina y que ha recibido la solidaridad de otros países por las medidas que se aplican, es muy bien captado por Marcela Pérez Bogado que es experta en el tratamiento de temas vinculados a los derechos de las personas y en particular, género. “Los discursos invisibilizadores de la existencia de la violencia puede afectar el trabajo que se hizo todos estos años en pos de los derechos humanos en la Argentina y de los cuales somos referencia a nivel mundial. Hay un retroceso”.
¿Qué es lo más riesgoso de una prohibición?. “Cuando vos negás algo, como la violencia hacia la mujer, evitás brindarle herramientas a los agresores y no se puede desarticular el patricarcado. Si pensas que no le tenés que dar herramientas a quien que cometió el delito de violencia hacia la mujer, no le das nada para que modifique esa conducta y evitar nuevos hechos. Él lo hace porque considera que es superior a la mujer y tiene que estar subordinada, a su servicio” describió, y agregó “ para el golpeador es suficiente justificación que la mujer no hizo lo que quería él, se fijó en otra persona, prefirió tener otra relación sentimental o por lo que fuera, y eso hace nacer su “derecho” a quitarle la vida, lesionarla, pegarle o dejarle de contribuir al sostenimiento del hogar y les hijes”, subrayó.
“El mensaje del presidente no debería afectar a la Justicia. Pero ahí vuelvo al simbolismo. Hay una campaña que busca una transformación hacia una justicia feminista. Porque claramente no lo es. Entonces, en esta simbología y uso de las palabras podemos llegar a tener fallos que vayan en contra de las Convenciones que venimis hablando, ya que permea esa habilitación”. Reiteró la magistrada que “la perspectiva de género no se puede prohibir. Por más que lo diga un presidente. Iríamos en contra del compromiso que asumio Argentina al ratificar Belem do Pará. Es una obligacion para a todo el Estado a que en todos los ámbitos de la administración pública se elimine la discriminación hacia la mujer. Eso se logra con la perspectiva de género. No se puede prohibir” reiteró tantas veces como fuese necesario.. Pero no salió de la realidad, siempre enfocada en el escenario actual reveló que “siempre se encuentra la forma de justificar las decisiones que van en contra de lo que las mujeres reclaman”, sostuvo en base al sólido conocimiento que tiene sobre el tema.
Sentencias
Y agregó para ser más explícita: “Siempre existirán justificaciones que van a permitir fallos que vayan contra la perspectiva de género. Por ejemplo en el análisis de la prueba. Que compete a jueces y juezas en particular. Vos podés analizar una prueba con perspectiva de género o analizarla sin ella. Es la valoración la que determinará si es suficiente para condenar o absolver. Allí es donde puede haber modificaciones”, sostuvo .
No llevo una estadística de como vienen las sentencias. Pero que se puede dar , si. Porque va a haber personas que dentro de su formación no exista o nieguen la necesidad de esa perspectiva. Es la sociedad donde vive el juez. Habrá algunos que quizas estaban esperando este momento y otros que apliquen la perspectiva de genero porque consideren que es una sentencia más justa.
Por eso es importante que las vacantes en los lugares de decisión, como es el Superior Tribunal de Justicia, sean cubiertos por mujeres con perspectiva de género.
No obstante, llevó tranquilidad a la comunidad con un mensaje más que contundente de su parte. “Quienes estamos a favor de garantizar los derechos de todas las personas y en especial, y de aquellas mujeres y del colectivo LGBTIA+, que pueden estar atravesando una situación de vulneración de derechos, no vamos a volver hacia atrás. Yo me defino como feminista. Y el feminismo no tiene que ver con odiar a los hombres o como suelen referirse a que es una mala palabra. Tiene que ver con esto, con analizar las pruebas que se presentan en un escenario en particular sabiendo que el camino hacia la denuncia no es fácil, que lleva años revelar algo que hizo daño en la niñez. El análisis de la prueba va a ser en ese sentido. Nunca hay que dejar de denunciar. Nunca. Porque si no denunciamos nos estamos silenciando”.
Valoró Marcela Pérez Bogado que “hay organizaciones sociales de mujeres que acompañan en todo este camino. La justicia se tiene que acercar más. Es una crítica feroz que siempre hago. Pero cuando nos buscan, estamos. No para hablar de casos en particular sino para contar qué es lo que sucede en un proceso judicial. A veces, las mujeres tuvieron pésimas experiencias porque les falta información sobre las alternativas. Eso tenemos que cambiar desde la justicia. Acá las fiscalas que están en la Unidad de Género atienden desde el inicio a las mujeres que denuncian”.
Para finalizar, simple pero clara y predispuesta a explayarse sobre toda consulta, la jueza instó a que las mujeres que estén siendo víctimas de violencia, denuncien.Y aquí un concepto muy importante: “No van a ser victimas toda la vida. Empieza un proceso judicial y se sacan ese peso de encima. Pueden seguir con su vida, pero es importante que digan lo que sucede” para lograr que ese tipo de pesadillas en su vidas, dejen de existir. #