Amas de casa convertidas en choferes: un viaje “amigable” y con tarifa accesible

“No queremos más anonimatos y trabajar sin tener que escondernos. Pagamos una cuota social como cooperativa y el requisito para todos es ser monotributista", dijeron.

20 ABR 2024 - 10:10 | Actualizado 20 ABR 2024 - 10:15

Noelia Alderete, era ama de casa y modista, madre de tres hijos y hoy organiza la Cooperativa “Comodoro te lleva”, integrada por ochenta personas con la finalidad de transportar personas y envío de paquetería.

Dice que en promedio, puede ganar hasta treinta mil pesos por día descontando el gasto de nafta. Aunque la disponibilidad horaria que se presta puede determinar un ingreso mayor. “Hace tres años que trabajo. Después de separarme, acordé que el auto era un bien familiar y que había que darle rentabilidad. No descuido a mis hijos, los busco en las escuelas y en sus actividades. Y si tengo un momento libre, vamos a la plaza o a algún lugar”, cuenta a JORNADA.
Las consignas del grupo son claras: mantener la limpieza del vehículo; cuidar la vestimenta y no fumar, tener el auto en condiciones con el VTV realizado y sin que se considere la marca o antigüedad del mismo; el carnet profesional y el seguro de terceros transportados. “Empezamos a organizarnos con tarifarios y planillas y con el tiempo y el asesoramiento llegamos a tener la matrícula como cooperativa de trabajo. Queremos dejar de ser desconocidos y salir de la ilegalidad, que se nos reconozca y se nos visibilice”, cuenta Noelia quien explica que los viajes se coordinan a través de la App y que la metodología del trabajo les permite brindar un servicio “rápido” y eficaz.

“La clave es la disponibilidad, prácticamente no hay tiempo de espera y acude al llamado, el auto que esté más cerca. Lo que proponemos es un trato cordial en cada viaje y que se genere confianza. Tenemos ya una App propia que esperamos utilizar cuando se nos habilite, los choferes están todos cargados y esperando el okey”.
Entre los casi ochocientos integrantes de la Cooperativa hay albañiles, reposteras, cocineras y hasta policías. La mitad del grupo representan amas de casa que sostienen la economía de su familia y que buscan una alternativa para trabajar. “No queremos más anonimatos y trabajar sin tener que escondernos. Pagamos una cuota social como cooperativa y el requisito para todos es ser monotributista. En otras partes del país, el servicio está reconocido pero el problema está acá, donde el Uber sigue siendo trucho. En lo que respecta a nosotros, cumplimos con todo lo que nos piden y gestionamos en el Concejo, Transporte y la Municipalidad. Todo lo que piden, lo hacemos y por eso nos sorprendió la aprobación del aumento de multas que aprobaron los concejales”.

“Nos obligan a reclamar, a hacernos escuchar y a volver a gestionar. Somos ordenados, civilizados y apostamos al diálogo porque lo único que queremos es trabajar. Estamos avalados para trabajar pero no saben cómo legislar para que sigamos funcionando”.

El viaje mínimo, unas diez cuadras o el equivalente a un kilómetro cuesta mil pesos y a partir de ahí, en promedio se aumenta a cinco mil cada kilómetro recorrido. Cruzar la ciudad, de ida y vuelta, puede costar como máximo quince mil pesos. Además de viajes específicos, “búsqueda” de menores en boliches en horario nocturno también trabajan con el retiro de productos y elementos desde y hacia destino.
“Ya llevamos cinco secuestros y hace poca semanas se dio el último. Cuando los taxistas, el paso siguiente es siempre salir a “cazar” Uber. Nunca fuimos al choque o al conflicto. Un taxista amigo me dijo que tenían una carpeta con fotos de mi casa y no pude denunciarlo por falta de pruebas” explicó Alderete quien reconoció la relación conflictiva que se plantea con taxistas y remiseros. La gente nos elige porque llegamos rápido y además se sabe quién es el chofer, el auto y cuánto va a salir el viaje”.

20 ABR 2024 - 10:10

Noelia Alderete, era ama de casa y modista, madre de tres hijos y hoy organiza la Cooperativa “Comodoro te lleva”, integrada por ochenta personas con la finalidad de transportar personas y envío de paquetería.

Dice que en promedio, puede ganar hasta treinta mil pesos por día descontando el gasto de nafta. Aunque la disponibilidad horaria que se presta puede determinar un ingreso mayor. “Hace tres años que trabajo. Después de separarme, acordé que el auto era un bien familiar y que había que darle rentabilidad. No descuido a mis hijos, los busco en las escuelas y en sus actividades. Y si tengo un momento libre, vamos a la plaza o a algún lugar”, cuenta a JORNADA.
Las consignas del grupo son claras: mantener la limpieza del vehículo; cuidar la vestimenta y no fumar, tener el auto en condiciones con el VTV realizado y sin que se considere la marca o antigüedad del mismo; el carnet profesional y el seguro de terceros transportados. “Empezamos a organizarnos con tarifarios y planillas y con el tiempo y el asesoramiento llegamos a tener la matrícula como cooperativa de trabajo. Queremos dejar de ser desconocidos y salir de la ilegalidad, que se nos reconozca y se nos visibilice”, cuenta Noelia quien explica que los viajes se coordinan a través de la App y que la metodología del trabajo les permite brindar un servicio “rápido” y eficaz.

“La clave es la disponibilidad, prácticamente no hay tiempo de espera y acude al llamado, el auto que esté más cerca. Lo que proponemos es un trato cordial en cada viaje y que se genere confianza. Tenemos ya una App propia que esperamos utilizar cuando se nos habilite, los choferes están todos cargados y esperando el okey”.
Entre los casi ochocientos integrantes de la Cooperativa hay albañiles, reposteras, cocineras y hasta policías. La mitad del grupo representan amas de casa que sostienen la economía de su familia y que buscan una alternativa para trabajar. “No queremos más anonimatos y trabajar sin tener que escondernos. Pagamos una cuota social como cooperativa y el requisito para todos es ser monotributista. En otras partes del país, el servicio está reconocido pero el problema está acá, donde el Uber sigue siendo trucho. En lo que respecta a nosotros, cumplimos con todo lo que nos piden y gestionamos en el Concejo, Transporte y la Municipalidad. Todo lo que piden, lo hacemos y por eso nos sorprendió la aprobación del aumento de multas que aprobaron los concejales”.

“Nos obligan a reclamar, a hacernos escuchar y a volver a gestionar. Somos ordenados, civilizados y apostamos al diálogo porque lo único que queremos es trabajar. Estamos avalados para trabajar pero no saben cómo legislar para que sigamos funcionando”.

El viaje mínimo, unas diez cuadras o el equivalente a un kilómetro cuesta mil pesos y a partir de ahí, en promedio se aumenta a cinco mil cada kilómetro recorrido. Cruzar la ciudad, de ida y vuelta, puede costar como máximo quince mil pesos. Además de viajes específicos, “búsqueda” de menores en boliches en horario nocturno también trabajan con el retiro de productos y elementos desde y hacia destino.
“Ya llevamos cinco secuestros y hace poca semanas se dio el último. Cuando los taxistas, el paso siguiente es siempre salir a “cazar” Uber. Nunca fuimos al choque o al conflicto. Un taxista amigo me dijo que tenían una carpeta con fotos de mi casa y no pude denunciarlo por falta de pruebas” explicó Alderete quien reconoció la relación conflictiva que se plantea con taxistas y remiseros. La gente nos elige porque llegamos rápido y además se sabe quién es el chofer, el auto y cuánto va a salir el viaje”.


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