Es de Rawson, vive en España y trabaja en la preparación física de alto rendimiento

Raúl Moggiano es un preparador físico capitalino que proyectó su trabajo hacia otras latitudes. Trabajó dieciséis años como guardavidas en Playa Unión y es buzo deportivo. Vive en Palma de Mallorca donde forma parte del equipo de trabajo del boxeador William Scull.

26 MAY 2024 - 12:18 | Actualizado 26 MAY 2024 - 12:23

Por Ismael Tebes/Redacción Jornada

En el alto rendimiento, cada detalle cuenta. El nivel de profesionalismo demanda resultados y el entrenamiento es un proceso meticuloso, lleno de ciclos y múltiples factores. Trabajar el cuerpo, afinar el músculo y preparar cada pieza con la fineza de un reloj. Raúl Moggiano, de 38 años es oriundo de Rawson, egresado del IDES en Trelew y “profe” todo terreno, especializado en el alto rendimiento. Reside en Palma de Mallorca, España, como parte de la promotora Agon Sports, con sede en Alemania; la estructura que incluye al boxeador cubano William Scull y el entrenador Franquis Aldama.

“Gastón Williams y Carlos Ñañez, ambos profes, me impulsaron a estudiar cuando terminé el secundario. Cuando me recibí, fui guardavidas en Playa Unión durante dieciséis años, una profesión que también pude desarrollar desde el aspecto técnico y a la vez, soy buzo deportivo. Siempre mi vocación es la preparación física, trabajé en gimnasios, aunque llegué a ser preceptos en la Escuela de Comercio 752” dijo Moggiano, quien practicó varios deportes de contacto como karate, kick-boxing, boxeo amateur y llegó a viajar a China para competir en un Mundial de Sanda, un símil kick-boxing de origen chino. Tuvo a su cargo la preparación de Julieta Lema, previo a su participación en los Juegos Olímpicos de la Juventud y considera como un referente a Ruperto Ruíz. “Es una persona que me motivó a aprender más”.

En el 2019 la cercanía con Aldama, uno de los entrenadores cubanos de boxeo más reconocidos de la actualidad, le amplió el espectro en materia de desafíos. “Primero me entrenó, después fue conociéndome como persona y cómo era mi trabajo. El año pasado me llevó seis meses y ahora fui con otras condiciones y ya con un contrato de trabajo”.

“Se dieron muchas cosas. Aún se puede llegar a más, estamos en lo máximo de Europa y peleando títulos del mundo. Siempre creo que hay un salto más, que ahora se daría con la carrera de William (Scull) que es la llegada a Estados Unidos. Después de ese escalón ahí sí, creería que ya no hay nada más”.

El trabajo previo a un campamento implica una coordinación aceitada; una secuencia rigurosa en base a la fecha pautada del compromiso, sin margen para imprevistos. “Se hace una periodización de la preparación física. Esto siempre va de la mano de la parte técnico-táctica. Se busca todo lo específico para que, en este caso, el boxeador esté a la altura; pueda tirar muchos golpes y a la vez, resistirlos”.

Moggiano vive con el equipo en Mallorca en un complejo de viviendas que simplifican el seguimiento diario. “Los elementos de evaluación cambian constantemente y evidentemente, se suman como la crioterapia o las bañeras de agua helada. No hay que olvidarse nunca de la base del entrenamiento y que el deportista sea ágil y fuerte. El resultado debe ser siempre visible”.

“El entrenamiento siempre tiene que ser integrado, el rol del kinesiólogo, el nutricionista o el psicólogo hacen un todo. Scull estuvo muchos años trabajando con “Peto” Ruíz quien lo formó físicamente y es muy fácil trabajar con él. Es muy ordenado, no hay ‘peros’ y se trabaja todos los días” dijo Moggiano quien tuvo su estreno laboral con el italiano Vincenzo Gualtieri, quien se coronara campeón mundial mediano y con la promesa italiana Etinosa Oliha.

Ante una posible pelea frente al multi célebre Saúl Álvarez, el “Chino” reconoció que la preparación se facilita tras haber combatido hace un mes en Las Vegas. “Habrá que programar sparrings y hacer la preparación general para retomar los niveles de fuerza y ya volcarlos a lo específico. William es ‘una fórmula uno’ físicamente”.

“Quiero seguir trabajando en este nivel; hemos recorrido muchos países y la idea es seguir en este camino. Soy muy del día a día y disfruto el momento, lo que está pasando. Sí sé que la Patagonia es mi lugar, aunque por el momento quiero llegar hasta donde podamos y mantenerme en el tiempo. El alto rendimiento es complicado, reclama resultados y hay que convivir con eso. Y disfrutarlo”, finalizó.

26 MAY 2024 - 12:18

Por Ismael Tebes/Redacción Jornada

En el alto rendimiento, cada detalle cuenta. El nivel de profesionalismo demanda resultados y el entrenamiento es un proceso meticuloso, lleno de ciclos y múltiples factores. Trabajar el cuerpo, afinar el músculo y preparar cada pieza con la fineza de un reloj. Raúl Moggiano, de 38 años es oriundo de Rawson, egresado del IDES en Trelew y “profe” todo terreno, especializado en el alto rendimiento. Reside en Palma de Mallorca, España, como parte de la promotora Agon Sports, con sede en Alemania; la estructura que incluye al boxeador cubano William Scull y el entrenador Franquis Aldama.

“Gastón Williams y Carlos Ñañez, ambos profes, me impulsaron a estudiar cuando terminé el secundario. Cuando me recibí, fui guardavidas en Playa Unión durante dieciséis años, una profesión que también pude desarrollar desde el aspecto técnico y a la vez, soy buzo deportivo. Siempre mi vocación es la preparación física, trabajé en gimnasios, aunque llegué a ser preceptos en la Escuela de Comercio 752” dijo Moggiano, quien practicó varios deportes de contacto como karate, kick-boxing, boxeo amateur y llegó a viajar a China para competir en un Mundial de Sanda, un símil kick-boxing de origen chino. Tuvo a su cargo la preparación de Julieta Lema, previo a su participación en los Juegos Olímpicos de la Juventud y considera como un referente a Ruperto Ruíz. “Es una persona que me motivó a aprender más”.

En el 2019 la cercanía con Aldama, uno de los entrenadores cubanos de boxeo más reconocidos de la actualidad, le amplió el espectro en materia de desafíos. “Primero me entrenó, después fue conociéndome como persona y cómo era mi trabajo. El año pasado me llevó seis meses y ahora fui con otras condiciones y ya con un contrato de trabajo”.

“Se dieron muchas cosas. Aún se puede llegar a más, estamos en lo máximo de Europa y peleando títulos del mundo. Siempre creo que hay un salto más, que ahora se daría con la carrera de William (Scull) que es la llegada a Estados Unidos. Después de ese escalón ahí sí, creería que ya no hay nada más”.

El trabajo previo a un campamento implica una coordinación aceitada; una secuencia rigurosa en base a la fecha pautada del compromiso, sin margen para imprevistos. “Se hace una periodización de la preparación física. Esto siempre va de la mano de la parte técnico-táctica. Se busca todo lo específico para que, en este caso, el boxeador esté a la altura; pueda tirar muchos golpes y a la vez, resistirlos”.

Moggiano vive con el equipo en Mallorca en un complejo de viviendas que simplifican el seguimiento diario. “Los elementos de evaluación cambian constantemente y evidentemente, se suman como la crioterapia o las bañeras de agua helada. No hay que olvidarse nunca de la base del entrenamiento y que el deportista sea ágil y fuerte. El resultado debe ser siempre visible”.

“El entrenamiento siempre tiene que ser integrado, el rol del kinesiólogo, el nutricionista o el psicólogo hacen un todo. Scull estuvo muchos años trabajando con “Peto” Ruíz quien lo formó físicamente y es muy fácil trabajar con él. Es muy ordenado, no hay ‘peros’ y se trabaja todos los días” dijo Moggiano quien tuvo su estreno laboral con el italiano Vincenzo Gualtieri, quien se coronara campeón mundial mediano y con la promesa italiana Etinosa Oliha.

Ante una posible pelea frente al multi célebre Saúl Álvarez, el “Chino” reconoció que la preparación se facilita tras haber combatido hace un mes en Las Vegas. “Habrá que programar sparrings y hacer la preparación general para retomar los niveles de fuerza y ya volcarlos a lo específico. William es ‘una fórmula uno’ físicamente”.

“Quiero seguir trabajando en este nivel; hemos recorrido muchos países y la idea es seguir en este camino. Soy muy del día a día y disfruto el momento, lo que está pasando. Sí sé que la Patagonia es mi lugar, aunque por el momento quiero llegar hasta donde podamos y mantenerme en el tiempo. El alto rendimiento es complicado, reclama resultados y hay que convivir con eso. Y disfrutarlo”, finalizó.


NOTICIAS RELACIONADAS