Fue preso después de 11 años por cometer abusos en un campamento de exploradores

Tras el rechazo de la impugnación de su defensa por parte del Superior Tribunal de Justicia, fue detenido el excoordinador del Batallón de Exploradores de Don Bosco de Trelew, condenado previamente a 4 años y medio de cárcel por abusar de un menor.

Familiares de la víctima, reclamando justicia. (Foto: Archivo Jornada)
28 MAY 2024 - 11:43 | Actualizado 28 MAY 2024 - 12:10

La investigación de la fiscal Julieta Gamarra permitió que el excoordinador de un Batallón de Exploradores de Don Bosco de Trelew fuera preso por abusar de un menor que integraba esa agrupación.

El acusado estaba libre, pero finalmente fue detenido después de 11 años tras el fallo de los jueces Camila Banfi y Alejandro Panizzi, quienes rechazaron la impugnación extraordinaria que presentó la defensa del acusado que fue condenado a 4 años y medio de cárcel. La calificación jurídica fue abuso sexual simple agravado por la condición de guardador.

El primer episodio ocurrió en enero de 2013 en zona de Parque Los Alerces, en el campamento anual al que concurrió gran parte del batallón 90 y duró once días. Estaba el imputado como coordinador y el menor de trece años como integrante de una patrulla. Ambos quedaron seleccionados para compartir una de las carpas junto a otros dos compañeros.

En una de las primeras noches y cuando los menores se habían ido a dormir irrumpió el coordinador, que se sacó la ropa y se metió dentro de la bolsa de dormir de la víctima, que se durmió.

Aprovechando su superioridad como líder dentro del movimiento y que su víctima era un niño bajo su custodia, lo abusó, aún a pesar que por lo que sucedía despertó, continuando con su aberrante accionar.

El niño intentó defenderse, ya que el imputado insistía con todo tipo de tocamientos, y decidió ir a buscar su navaja, la clásica que tienen todos los exploradores que creyó tener en algún bolsillo del pantalón, pero no la encontró. Por la mañana contó lo sucedido a los amigos y no le contó a ningún adulto pues temía que se burlaran o que suspendieran el campamento.

El segundo de los hechos ocurrió el mismo año, el 9 de agosto por la noche en un campamento de tres días en chacra San Roque en la zona de Treorky, entre Trelew y Gaiman. Esta vez no eran más de 20 chicos y el menor ya contaba con catorce años.

Quedaron en la misma carpa y el imputado hasta mandó a algunos chicos para que se distribuyan en otras, quedando solamente uno más junto a ellos. En la primera de las dos noches el afectado se acostó pero para prevenirse lo hizo con la navaja multiuso. El coordinador lo abusó igual, sin dejarla en paz. En un momento, cuando lo manoseaba intensamente, el menor se sentó y con la navaja en la mano lo insultó, dejándole en claro que no deseaba participar de su “juego. El agresor lo alumbró con su linterna y le decía: “¿Qué te pasa?¿estás soñando?. El otro compañero de carpa dormía. Al otro día, la víctima contó a sus amigos y dijo que no quería dormir más con el coordinador, aunque sin dar la verdadera razón.

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Familiares de la víctima, reclamando justicia. (Foto: Archivo Jornada)
28 MAY 2024 - 11:43

La investigación de la fiscal Julieta Gamarra permitió que el excoordinador de un Batallón de Exploradores de Don Bosco de Trelew fuera preso por abusar de un menor que integraba esa agrupación.

El acusado estaba libre, pero finalmente fue detenido después de 11 años tras el fallo de los jueces Camila Banfi y Alejandro Panizzi, quienes rechazaron la impugnación extraordinaria que presentó la defensa del acusado que fue condenado a 4 años y medio de cárcel. La calificación jurídica fue abuso sexual simple agravado por la condición de guardador.

El primer episodio ocurrió en enero de 2013 en zona de Parque Los Alerces, en el campamento anual al que concurrió gran parte del batallón 90 y duró once días. Estaba el imputado como coordinador y el menor de trece años como integrante de una patrulla. Ambos quedaron seleccionados para compartir una de las carpas junto a otros dos compañeros.

En una de las primeras noches y cuando los menores se habían ido a dormir irrumpió el coordinador, que se sacó la ropa y se metió dentro de la bolsa de dormir de la víctima, que se durmió.

Aprovechando su superioridad como líder dentro del movimiento y que su víctima era un niño bajo su custodia, lo abusó, aún a pesar que por lo que sucedía despertó, continuando con su aberrante accionar.

El niño intentó defenderse, ya que el imputado insistía con todo tipo de tocamientos, y decidió ir a buscar su navaja, la clásica que tienen todos los exploradores que creyó tener en algún bolsillo del pantalón, pero no la encontró. Por la mañana contó lo sucedido a los amigos y no le contó a ningún adulto pues temía que se burlaran o que suspendieran el campamento.

El segundo de los hechos ocurrió el mismo año, el 9 de agosto por la noche en un campamento de tres días en chacra San Roque en la zona de Treorky, entre Trelew y Gaiman. Esta vez no eran más de 20 chicos y el menor ya contaba con catorce años.

Quedaron en la misma carpa y el imputado hasta mandó a algunos chicos para que se distribuyan en otras, quedando solamente uno más junto a ellos. En la primera de las dos noches el afectado se acostó pero para prevenirse lo hizo con la navaja multiuso. El coordinador lo abusó igual, sin dejarla en paz. En un momento, cuando lo manoseaba intensamente, el menor se sentó y con la navaja en la mano lo insultó, dejándole en claro que no deseaba participar de su “juego. El agresor lo alumbró con su linterna y le decía: “¿Qué te pasa?¿estás soñando?. El otro compañero de carpa dormía. Al otro día, la víctima contó a sus amigos y dijo que no quería dormir más con el coordinador, aunque sin dar la verdadera razón.


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