Hace algunos años suena fuerte el nombre “Ayuda Perritos del Basural”, un proyecto que surgió a través de dos compañeros Daniela Giménez y Adrián Contreras en el año 2021, luego de la pandemia. Decidieron comenzar a cocinar para los perros que viven en el basural de Trelew, aseguran que viven en jaurías y no están acostumbrados al contacto humano.
Además de alimento y agua, con los años incorporaron brindarles antiparasitario, en verano, medicamentos que ayudan a combatir las pulgas y garrapatas y con ayuda de Zoonosis, castran a las perras y perros que se dejan atrapar, luego de un arduo trabajo.
Adrián comento a Jornada que primero se genera un vínculo a través del alimento, poco a poco se da una confianza por parte de los perros y perras y comienzan a acercarse. Cuentan con una jaula trampa y así logran llevarse por algunas semanas para castrar y recuperar a cada uno.
En el video se puede ver como una perra llega al lugar donde fue capturada para castrar, olfatea y quiere salir de la jaula. Adrián la deja en libertad, sabiendo que ella “no va a sufrir más”, tampoco los cachorros que podía llegar a tener allí, evitando así una sobrepoblación.
“Cuando los perros se crían en este lugar es difícil que se adapten a una casa con patio, la pasan mal porque son casi salvajes. No digo que sea imposible, pero la mayoria se escapa en cuanto tienen la posibilidad. Por eso optamos por devolverlos, acá los alimentamos les damos agua y todo lo que necesitan cada semana”, manifestó Adrián.
Hace algunos años suena fuerte el nombre “Ayuda Perritos del Basural”, un proyecto que surgió a través de dos compañeros Daniela Giménez y Adrián Contreras en el año 2021, luego de la pandemia. Decidieron comenzar a cocinar para los perros que viven en el basural de Trelew, aseguran que viven en jaurías y no están acostumbrados al contacto humano.
Además de alimento y agua, con los años incorporaron brindarles antiparasitario, en verano, medicamentos que ayudan a combatir las pulgas y garrapatas y con ayuda de Zoonosis, castran a las perras y perros que se dejan atrapar, luego de un arduo trabajo.
Adrián comento a Jornada que primero se genera un vínculo a través del alimento, poco a poco se da una confianza por parte de los perros y perras y comienzan a acercarse. Cuentan con una jaula trampa y así logran llevarse por algunas semanas para castrar y recuperar a cada uno.
En el video se puede ver como una perra llega al lugar donde fue capturada para castrar, olfatea y quiere salir de la jaula. Adrián la deja en libertad, sabiendo que ella “no va a sufrir más”, tampoco los cachorros que podía llegar a tener allí, evitando así una sobrepoblación.
“Cuando los perros se crían en este lugar es difícil que se adapten a una casa con patio, la pasan mal porque son casi salvajes. No digo que sea imposible, pero la mayoria se escapa en cuanto tienen la posibilidad. Por eso optamos por devolverlos, acá los alimentamos les damos agua y todo lo que necesitan cada semana”, manifestó Adrián.