Por Rolando Tobarez / Redacción Jornada
La Justicia ordenó inhibir los bienes de los cuatro sospechosos del caso Tierra Arrasada, la multimillonaria sustracción de áridos en dos canteras clandestinas de Trelew. Se trata de José Uña y su hija Analía; José Errozarena y Walter Salesky. También se levantó su secreto bancario y fiscal.
El dato lo confirmó el fiscal Gustavo Núñez, quien adelantó que en un par de meses avanzará en la imputación y en la apertura de la investigación por hurto continuado. “Ya tengo acreditado que estas personas sustrajeron áridos y sólo falta cuantificarlo”, le dijo a Jornada. No descarta otros involucrados, ni siquiera exfuncionarios municipales.
El MPF calcula que de la cantera de “Mica” en los últimos años se llevaron sin ningún control poco más de 190.000 metros cúbicos de arena, mixto y piedra bocha, todo de primera calidad. En la otra se “comieron” unos 210 mil metros cúbicos. La primera cuenta de los equipos técnicos que auxilian a Fiscalía ronda una sustracción de material valuada en unos $ 3.000.000.000.
Un testimonio relevante es de un funcionario municipal que recién asumido intentó revisar el predio detrás de la estación para relevar el proyecto de la Central Logística de Carga. Lo acompañó un abogado del municipio. Se encontró con dos hombres en una camioneta. Uno casi lo amenazó: “¿Qué anda haciendo?”. Había dos retroexcavadoras que estaban engrasando. Lo “acompañaron” a la salida del predio. El que los echaba era Uña, a quien conocían del rubro de la construcción.
En el lugar siempre operaban dos palas cargadoras: una de Uña y la otra del “Vasco”. Se pagaba en efectivo. Decían que tenían papeles, que estaban autorizados por el dueño para extraer áridos. Los testigos reconocieron a Uña varias veces en el lugar observando sus camiones salir de la cantera. Sus choferes eran conocidos.
Con lo que se extraía se colocó relleno en todas partes, como en el Loteo Los Jardines, en Oris de Roa, propiedad del Grupo Caleta: se tiró material durante ocho meses para completar ocho manzanas. Unas 3 mil bateas con áridos y entre 25 y 30 viajes por día.
Las máquinas de Uña solían quedar en su galpón detrás de la exfábrica Foderami o en “Mica”, cerca de la balanza. Su hija Analía –según la hipótesis fiscal- tenían participación activa en las operaciones económicas.
“Los allanamientos fueron positivos: se halló un camión para el transporte de áridos y cuadernos con anotaciones de las ventas. Ahora hay que ahondar en el período de 2021 en adelante, cuando estas personas comienzan a pasarse el manejo de la cantera. En un celular se hallaron pagos con Mercado Pago de Uña”, reveló Núñez.
Sobre Analía, hija de Pascual, el fiscal describió: “La estamos investigando porque era la mano derecha de su padre llevando el aspecto contable. Es muy importante para la pesquisa”.
Por Rolando Tobarez / Redacción Jornada
La Justicia ordenó inhibir los bienes de los cuatro sospechosos del caso Tierra Arrasada, la multimillonaria sustracción de áridos en dos canteras clandestinas de Trelew. Se trata de José Uña y su hija Analía; José Errozarena y Walter Salesky. También se levantó su secreto bancario y fiscal.
El dato lo confirmó el fiscal Gustavo Núñez, quien adelantó que en un par de meses avanzará en la imputación y en la apertura de la investigación por hurto continuado. “Ya tengo acreditado que estas personas sustrajeron áridos y sólo falta cuantificarlo”, le dijo a Jornada. No descarta otros involucrados, ni siquiera exfuncionarios municipales.
El MPF calcula que de la cantera de “Mica” en los últimos años se llevaron sin ningún control poco más de 190.000 metros cúbicos de arena, mixto y piedra bocha, todo de primera calidad. En la otra se “comieron” unos 210 mil metros cúbicos. La primera cuenta de los equipos técnicos que auxilian a Fiscalía ronda una sustracción de material valuada en unos $ 3.000.000.000.
Un testimonio relevante es de un funcionario municipal que recién asumido intentó revisar el predio detrás de la estación para relevar el proyecto de la Central Logística de Carga. Lo acompañó un abogado del municipio. Se encontró con dos hombres en una camioneta. Uno casi lo amenazó: “¿Qué anda haciendo?”. Había dos retroexcavadoras que estaban engrasando. Lo “acompañaron” a la salida del predio. El que los echaba era Uña, a quien conocían del rubro de la construcción.
En el lugar siempre operaban dos palas cargadoras: una de Uña y la otra del “Vasco”. Se pagaba en efectivo. Decían que tenían papeles, que estaban autorizados por el dueño para extraer áridos. Los testigos reconocieron a Uña varias veces en el lugar observando sus camiones salir de la cantera. Sus choferes eran conocidos.
Con lo que se extraía se colocó relleno en todas partes, como en el Loteo Los Jardines, en Oris de Roa, propiedad del Grupo Caleta: se tiró material durante ocho meses para completar ocho manzanas. Unas 3 mil bateas con áridos y entre 25 y 30 viajes por día.
Las máquinas de Uña solían quedar en su galpón detrás de la exfábrica Foderami o en “Mica”, cerca de la balanza. Su hija Analía –según la hipótesis fiscal- tenían participación activa en las operaciones económicas.
“Los allanamientos fueron positivos: se halló un camión para el transporte de áridos y cuadernos con anotaciones de las ventas. Ahora hay que ahondar en el período de 2021 en adelante, cuando estas personas comienzan a pasarse el manejo de la cantera. En un celular se hallaron pagos con Mercado Pago de Uña”, reveló Núñez.
Sobre Analía, hija de Pascual, el fiscal describió: “La estamos investigando porque era la mano derecha de su padre llevando el aspecto contable. Es muy importante para la pesquisa”.