Guillermo Tibaldi, oficial submarinista retirado de la Armada Argentina le pone el cuerpo a un emotivo raid que comenzó en la base naval Mar del Plata y que proyecta llegar al extremo sur. Todo por los cuarenta y cuatro integrantes del submarino “ARA San Juan”, con un mensaje sentido respecto a la defensa de la soberanía en el mar y a la valentía de quienes resguardan los intereses nacionales. El viernes llegó a la ciudad en el marco de un largo trayecto de tres mil kilómetros; en familia y acompañado por autoridades, camaradas y militantes de la causa.
El ex militar fue comandante de submarinos de la Armada y se define como un “amante de la aventura” que pretende poner en valor, el esfuerzo y el patriotismo de quienes dejaron su vida en el mar. “Hace un par de años estuve en Ushuaia, específicamente en el pueblo de Puerto Almanza, el último lugar en el que se lo pudo saludar desde tierra al submarino. Hay una escuela que inauguraron a pocos meses del naufragio, le cambiaron el nombre y le pusieron “44” desde lo del submarino. Estando ahí me propuse asumir el compromiso de erigir un memorial en ésta escuela. Ya llevo 1.600 de los 3.000 kilómetros totales”.
Caminando y corriendo, siempre sembrando conciencia y honrando la memoria de quienes fueron sus compañeros de armas. “La idea es que el 15 de noviembre próximo estemos erigiendo ese memorial. Lo más difícil por ahora, es llegar”, reconoció Tibaldi.
Además del homenaje y las consignas de la travesía, indicó que se sumará una campaña adicional. “A través de la cuenta de la Asociación Cooperadora del Hospital Regional de Ushuaia, con un alias Cooperadora Ushuaia se puede donar mil pesos el equivalente a tres pañales. La idea es poder juntar nueve mil pañales para el Hospital Regional de Ushuaia”, dijo Tibaldi.
En cuanto a los detalles de su raid, reconoce las dificultades que implica el clima en ésta época del año. “Hago alrededor de 35 kilómetros por día, puedo hacer más o menos. Siempre va acompañándome una camioneta de mi propiedad, que preparé para poder dormir y comer. Fue la misma que usé para la expedición al Aconcagua” dijo respecto a la experiencia que concretó bajo la consigna “Desde el muelle a lo más alto de la patria”.
Agradeció las muestras de afecto y de acompañamiento que recibe en cada ciudad que visita. “A la camioneta la van manejando distintas personas que son amigos de hierro. Hoy mi señora me está acompañando hasta el tramo Tres Cerros; es un trabajo muy largo y muy duro que venimos viviendo en la Patagonia, con mucho viento y frío” dijo, emocionado.
Y renovó el compromiso de alcanzar la meta, en honor al personal que supo estar bajo sus órdenes en el submarino emblema de la Armada. “A veces tengo mis ojos inflamados, ampollas en los pies y banquinas intransitables; sufrí lluvia y granizo y la verdad es que se me está haciendo duro. Tengo fe de poder seguir adelante con el cariño de tanta gente que me está acompañando”.
Guillermo Tibaldi brinda charlas en cada escala de su viaje y habla desde el corazón y desde el conocimiento sobre el trabajo de los submarinistas. “Trato de contar cómo se maneja un submarino desde el punto de vista mecánico, pero también desde el punto de vista humano”. Y dijo ser un comandante “esperanzado” que salió de Mar del Plata para concretar un homenaje de toda la sociedad. “Me moviliza mucho esto. Me han preguntado en muchos medios del tema de la justicia y yo puedo dar solamente una opinión personal que no va a influir ni en la justicia, ni en los familiares”.
“Habiendo navegado en submarino estamos acostumbrados a tener emergencias. Muchas de ellas son ensayadas aunque a veces surgen no están ensayadas. Y yo lo he vivido, no siendo comandante, sino jefe de operaciones en el submarino “ARA San Juan”, precisamente, con una pérdida de plano que habría sido lo que los llevó a la implosión.
Yo puedo asegurar que no habrá un submarinista que diga efectivamente lo que pasó. Es muy difícil determinar qué fue lo que les pasó”.
El ex militar cuestionó la versión planteada en una serie televisiva que da cuenta de la presencia de un torpedo como motivo del hundimiento.
“El submarino es un casco resistente con una libre circulación, que se llama con tanques y demás elementos que, ante un ataque, se desprenden. Si esto hubiera sucedido, los restos estarían más lejos de lo que se muestra en el fondo del mar. Está descartado totalmente que haya sido un torpedo”, enfatizó.
Guillermo Tibaldi, oficial submarinista retirado de la Armada Argentina le pone el cuerpo a un emotivo raid que comenzó en la base naval Mar del Plata y que proyecta llegar al extremo sur. Todo por los cuarenta y cuatro integrantes del submarino “ARA San Juan”, con un mensaje sentido respecto a la defensa de la soberanía en el mar y a la valentía de quienes resguardan los intereses nacionales. El viernes llegó a la ciudad en el marco de un largo trayecto de tres mil kilómetros; en familia y acompañado por autoridades, camaradas y militantes de la causa.
El ex militar fue comandante de submarinos de la Armada y se define como un “amante de la aventura” que pretende poner en valor, el esfuerzo y el patriotismo de quienes dejaron su vida en el mar. “Hace un par de años estuve en Ushuaia, específicamente en el pueblo de Puerto Almanza, el último lugar en el que se lo pudo saludar desde tierra al submarino. Hay una escuela que inauguraron a pocos meses del naufragio, le cambiaron el nombre y le pusieron “44” desde lo del submarino. Estando ahí me propuse asumir el compromiso de erigir un memorial en ésta escuela. Ya llevo 1.600 de los 3.000 kilómetros totales”.
Caminando y corriendo, siempre sembrando conciencia y honrando la memoria de quienes fueron sus compañeros de armas. “La idea es que el 15 de noviembre próximo estemos erigiendo ese memorial. Lo más difícil por ahora, es llegar”, reconoció Tibaldi.
Además del homenaje y las consignas de la travesía, indicó que se sumará una campaña adicional. “A través de la cuenta de la Asociación Cooperadora del Hospital Regional de Ushuaia, con un alias Cooperadora Ushuaia se puede donar mil pesos el equivalente a tres pañales. La idea es poder juntar nueve mil pañales para el Hospital Regional de Ushuaia”, dijo Tibaldi.
En cuanto a los detalles de su raid, reconoce las dificultades que implica el clima en ésta época del año. “Hago alrededor de 35 kilómetros por día, puedo hacer más o menos. Siempre va acompañándome una camioneta de mi propiedad, que preparé para poder dormir y comer. Fue la misma que usé para la expedición al Aconcagua” dijo respecto a la experiencia que concretó bajo la consigna “Desde el muelle a lo más alto de la patria”.
Agradeció las muestras de afecto y de acompañamiento que recibe en cada ciudad que visita. “A la camioneta la van manejando distintas personas que son amigos de hierro. Hoy mi señora me está acompañando hasta el tramo Tres Cerros; es un trabajo muy largo y muy duro que venimos viviendo en la Patagonia, con mucho viento y frío” dijo, emocionado.
Y renovó el compromiso de alcanzar la meta, en honor al personal que supo estar bajo sus órdenes en el submarino emblema de la Armada. “A veces tengo mis ojos inflamados, ampollas en los pies y banquinas intransitables; sufrí lluvia y granizo y la verdad es que se me está haciendo duro. Tengo fe de poder seguir adelante con el cariño de tanta gente que me está acompañando”.
Guillermo Tibaldi brinda charlas en cada escala de su viaje y habla desde el corazón y desde el conocimiento sobre el trabajo de los submarinistas. “Trato de contar cómo se maneja un submarino desde el punto de vista mecánico, pero también desde el punto de vista humano”. Y dijo ser un comandante “esperanzado” que salió de Mar del Plata para concretar un homenaje de toda la sociedad. “Me moviliza mucho esto. Me han preguntado en muchos medios del tema de la justicia y yo puedo dar solamente una opinión personal que no va a influir ni en la justicia, ni en los familiares”.
“Habiendo navegado en submarino estamos acostumbrados a tener emergencias. Muchas de ellas son ensayadas aunque a veces surgen no están ensayadas. Y yo lo he vivido, no siendo comandante, sino jefe de operaciones en el submarino “ARA San Juan”, precisamente, con una pérdida de plano que habría sido lo que los llevó a la implosión.
Yo puedo asegurar que no habrá un submarinista que diga efectivamente lo que pasó. Es muy difícil determinar qué fue lo que les pasó”.
El ex militar cuestionó la versión planteada en una serie televisiva que da cuenta de la presencia de un torpedo como motivo del hundimiento.
“El submarino es un casco resistente con una libre circulación, que se llama con tanques y demás elementos que, ante un ataque, se desprenden. Si esto hubiera sucedido, los restos estarían más lejos de lo que se muestra en el fondo del mar. Está descartado totalmente que haya sido un torpedo”, enfatizó.