El drama de los servicios públicos no se resuelve con un interventor

10 OCT 2024 - 10:21 | Actualizado 10 OCT 2024 - 10:29

- Por Esteban Gallo

La intervención de la Cooperativa Eléctrica de Trelew, dispuesta por el Juez Federal Hugo Sastre generó una fuerte repercusión en la ciudad, y un duro enfrentamiento mediático del que participaron el intendente, concejales, diputados provinciales y dirigentes que han pasado por la entidad.

Los comentarios van desde el optimismo expresado por el jefe comunal Gerardo Merino que cree que la intervención ayudará ordenar las cosas a a las declaraciones de dirigentes opositores que opinan que se trata de una intervención política que traerá como consecuencia un tarifazo descomunal que los trelewenses no podrán pagar.

Que la persona elegida para ocupar el cargo de interventor por 180 días sea un forastero tampoco pasa desapercibido. Trabajar en un terreno inédito, ignorando por completo la idiosincrasia del lugar y la realidad social y económica de la ciudad a la que llega, abre muchos interrogantes, para el interventor, que deberá moverse por caminos desconocidos, y para los usuarios de la Cooperativa, que hoy se preguntan, si tal vez eligieron al que eligieron para que venga a cortar cabeza a diestra y siniestra.

Los antecedentes de Matias Bordieu encienden algunas alarmas. No es lo que llamaríamos un componedor, como lo indican su recorrido por empresas como Camuzzi, Edea y Edersa. No es tampoco la empatía una cualidad que forme parte de su repertorio. Es alguien que responde a los perfiles de Mauricio Macri y Javier Milei, con todo lo que eso acarrea. Alguien que vendrá con la planilla de Excel en una mano y una motosierra en la otra, para hacer su trabajo.

Para los que creen que eso es lo que necesita la Cooperativa, los quiero ver cuando el hombre afine el lápiz y establezca un aumento tarifario del 200 o 300 por ciento para que los números cierren.

Seguramente por todo esto que acabo de señalar es que el Sindicato Regional de Luz y Fuerza de la Patagonia y la seccional Trelew salieron a marcar la cancha para afirmar que no van a permitir que toquen a ningún trabajador. “No aceptaremos ser el pato de la boda de los poderes concedentes” dijo el líder de la organización gremial Héctor Gonzalez.

El posicionamiento del sindicato tiene lógica, pues una de sus principales obligaciones es salvaguardar la fuente laboral de sus afiliados. Y se produce en medio de algunos comentarios realizados por concejales del oficialismo y candidatos a ocupar algún cargo en la Cooperativa que apuntan contra los salarios de los trabajadores de la entidad. Alguien debería decirles que están meando afuera del tarro. En medio del quilombo que es la Cooperativa de Trelew, por culpa de quienes la condujeron en todos estos años, con la complicidad de muchos de los que hoy hablan, la calidad del servicio se mantuvo gracias a la eficiencia de los trabajadores de la entidad.

Además, hablar de tocar los sueldos de los trabajadores atrasa. En este contexto de desocupación en el que se encuentra Trelew, con índices espeluznantes de pobreza, nadie debería meterse con el sueldo del laburante, ni de la Cooperativa ni de ningún otro ámbito. Es más desconcertante todavía cuando quienes le cuentan las costillas a los empleados son personas que viven de la teta del Estado y cobran sueldos que pagamos todos los chubutenses.

No tienen cara. Algunos de esos concejales son los que han pisado sistemáticamente los aumentos de la boleta de la Cooperativa, pero que ahora, cuando el interventor les pida el incremento que crea necesario, van a aprobarlo levantando las dos manos. Acuérdense lo que les digo.

Hay otra cuestión que es muy importante señalar y que abordaron tanto Héctor como Rogelio González en la conferencia de prensa del martes pasado. ¿Cuándo vamos a discutir en serio el tema de los servicios en Chubut?

Aún cuando la intervención traiga un poco de orden a la Cooperativa, ¿Alguien cree que resolverá la cuestión de fondo? ¿Alquien piensa que solucionará el problema de la deuda millonaria con CAMMESSA que asciende a miles de millones de pesos?

Dejando por un ratito la situación de la Cooperativa de Trelew. ¿Qué pasa con las otras cooperativas que, podrán ser un poco más prolijas, pero que tienen los mismos problemas estructurales?

¿En qué momento los actores que tienen poder de acción se van a sentar en la misma mesa a analizar el drama de los servicios públicos y a tomar las decisiones que se necesitan para atacar el problema de raíz?

Hace dos años se presentó en la Legislatura un proyecto de soberanía energética del que ya nadie habla. Apuntaba a que la provincia tomara las riendas del destino de sus recursos, tuviera participación en la renta energética, propiciara la creación de un mercado provincial de energía que pudiera abaratar los costos que pagan los usuarios, y permitiese el acceso al servicio eléctrico a una veintena de pueblos de Chubut que hoy están fuera del sistema.

El proyecto sigue durmiendo el sueño de los justos. No sabemos si para los diputados el proyecto es bueno o malo, pero tampoco han trabajado en una iniciativa mejor y mientras se rascan el higo a dos manos, tenemos la cooperativa de Trelew intervenida, la de Esquel yendo por el mismo camino y las otras que van a quedar culo para arriba en cualquier momento.

“Nunca es triste la verdad” dice Serrat. “Lo que no tiene es remedio”.

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10 OCT 2024 - 10:21

- Por Esteban Gallo

La intervención de la Cooperativa Eléctrica de Trelew, dispuesta por el Juez Federal Hugo Sastre generó una fuerte repercusión en la ciudad, y un duro enfrentamiento mediático del que participaron el intendente, concejales, diputados provinciales y dirigentes que han pasado por la entidad.

Los comentarios van desde el optimismo expresado por el jefe comunal Gerardo Merino que cree que la intervención ayudará ordenar las cosas a a las declaraciones de dirigentes opositores que opinan que se trata de una intervención política que traerá como consecuencia un tarifazo descomunal que los trelewenses no podrán pagar.

Que la persona elegida para ocupar el cargo de interventor por 180 días sea un forastero tampoco pasa desapercibido. Trabajar en un terreno inédito, ignorando por completo la idiosincrasia del lugar y la realidad social y económica de la ciudad a la que llega, abre muchos interrogantes, para el interventor, que deberá moverse por caminos desconocidos, y para los usuarios de la Cooperativa, que hoy se preguntan, si tal vez eligieron al que eligieron para que venga a cortar cabeza a diestra y siniestra.

Los antecedentes de Matias Bordieu encienden algunas alarmas. No es lo que llamaríamos un componedor, como lo indican su recorrido por empresas como Camuzzi, Edea y Edersa. No es tampoco la empatía una cualidad que forme parte de su repertorio. Es alguien que responde a los perfiles de Mauricio Macri y Javier Milei, con todo lo que eso acarrea. Alguien que vendrá con la planilla de Excel en una mano y una motosierra en la otra, para hacer su trabajo.

Para los que creen que eso es lo que necesita la Cooperativa, los quiero ver cuando el hombre afine el lápiz y establezca un aumento tarifario del 200 o 300 por ciento para que los números cierren.

Seguramente por todo esto que acabo de señalar es que el Sindicato Regional de Luz y Fuerza de la Patagonia y la seccional Trelew salieron a marcar la cancha para afirmar que no van a permitir que toquen a ningún trabajador. “No aceptaremos ser el pato de la boda de los poderes concedentes” dijo el líder de la organización gremial Héctor Gonzalez.

El posicionamiento del sindicato tiene lógica, pues una de sus principales obligaciones es salvaguardar la fuente laboral de sus afiliados. Y se produce en medio de algunos comentarios realizados por concejales del oficialismo y candidatos a ocupar algún cargo en la Cooperativa que apuntan contra los salarios de los trabajadores de la entidad. Alguien debería decirles que están meando afuera del tarro. En medio del quilombo que es la Cooperativa de Trelew, por culpa de quienes la condujeron en todos estos años, con la complicidad de muchos de los que hoy hablan, la calidad del servicio se mantuvo gracias a la eficiencia de los trabajadores de la entidad.

Además, hablar de tocar los sueldos de los trabajadores atrasa. En este contexto de desocupación en el que se encuentra Trelew, con índices espeluznantes de pobreza, nadie debería meterse con el sueldo del laburante, ni de la Cooperativa ni de ningún otro ámbito. Es más desconcertante todavía cuando quienes le cuentan las costillas a los empleados son personas que viven de la teta del Estado y cobran sueldos que pagamos todos los chubutenses.

No tienen cara. Algunos de esos concejales son los que han pisado sistemáticamente los aumentos de la boleta de la Cooperativa, pero que ahora, cuando el interventor les pida el incremento que crea necesario, van a aprobarlo levantando las dos manos. Acuérdense lo que les digo.

Hay otra cuestión que es muy importante señalar y que abordaron tanto Héctor como Rogelio González en la conferencia de prensa del martes pasado. ¿Cuándo vamos a discutir en serio el tema de los servicios en Chubut?

Aún cuando la intervención traiga un poco de orden a la Cooperativa, ¿Alguien cree que resolverá la cuestión de fondo? ¿Alquien piensa que solucionará el problema de la deuda millonaria con CAMMESSA que asciende a miles de millones de pesos?

Dejando por un ratito la situación de la Cooperativa de Trelew. ¿Qué pasa con las otras cooperativas que, podrán ser un poco más prolijas, pero que tienen los mismos problemas estructurales?

¿En qué momento los actores que tienen poder de acción se van a sentar en la misma mesa a analizar el drama de los servicios públicos y a tomar las decisiones que se necesitan para atacar el problema de raíz?

Hace dos años se presentó en la Legislatura un proyecto de soberanía energética del que ya nadie habla. Apuntaba a que la provincia tomara las riendas del destino de sus recursos, tuviera participación en la renta energética, propiciara la creación de un mercado provincial de energía que pudiera abaratar los costos que pagan los usuarios, y permitiese el acceso al servicio eléctrico a una veintena de pueblos de Chubut que hoy están fuera del sistema.

El proyecto sigue durmiendo el sueño de los justos. No sabemos si para los diputados el proyecto es bueno o malo, pero tampoco han trabajado en una iniciativa mejor y mientras se rascan el higo a dos manos, tenemos la cooperativa de Trelew intervenida, la de Esquel yendo por el mismo camino y las otras que van a quedar culo para arriba en cualquier momento.

“Nunca es triste la verdad” dice Serrat. “Lo que no tiene es remedio”.


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