El Programa de Monitoreo Sanitario Ballena Franca Austral emitió un informe detallado sobre el evento de mortandad de ballenas francas adultas que se produjo los últimos días en Península Valdés.
Entre el 19 y 29 de octubre, se registraron 21 ballenas muertas en el Golfo Nuevo, 15 son adultas (incluyendo 12 hembras), 2 juveniles, 2 crías y 2 de edad no determinada.
Estos registros se suman a los 50 ejemplares encontrados muertos entre junio y septiembre, incluyendo 3 hembras adultas, 9 ballenas de edad no determinada y 38 crías de la temporada. De los 50, 28 murieron en el Golfo Nuevo, 21 en Golfo San José y 1 en Golfo San Matías.
Por la ubicación de los varamientos cercanos a Puerto Pirámides, donde no se permite realizar las necropsias, y al estado de descomposición de los cuerpos agravado por las altas temperaturas, se dificultó su análisis. La descomposición de los cadáveres sugiere que la mayoría de las muertes se produjeron entre el 21 y el 24 de octubre.
Hasta el momento, examinaron 12 de las ballenas encontradas y realizaron necropsias parciales. Las ballenas evaluadas estaban en buen estado físico y no presentaban lesiones externas. El avanzado estado de descomposición limitó la posibilidad de recolectar muestras para evaluar biotoxinas.
De una hembra adulta recolectaron contenido estomacal. Las muestras fueron negativas a dinoflagelados tóxicos. En los pocos casos posibles, colectaron muestras para análisis de biotoxinas, incluyendo contenido intestinal, humor acuoso del ojo, orina, leche, sangre, hígado y riñón.
Toxinas paralizantes
Recientemente se registraron abundantes células del dinoflagelado Allexandrium sp, productor de toxina paralizante de los moluscos en el Golfo Nuevo, en dos zonas y momentos distintos: el 15 de octubre en Bahía Cracker y el 29 de octubre de Punta Pardelas.
Las muestras de cholgas colectadas en Punta Pardelas y Playa Paraná, presentaron niveles de saxitoxinas inferiores al límite de toxicidad para humanos. Esto hace suponer que la floración se presentó en forma de parches y solo ocasionalmente solapándose con áreas de alimentación de ballenas.
Un caso similar a 2022
Este evento de mortandad tiene características similares al ocurrido en octubre de 2022 en el Golfo Nuevo, lo que ha orientado la investigación hacia la hipótesis de que algunas de estas muertes están relacionadas a una floración de algas nocivas productoras de biotoxinas (también conocidas como “mareas rojas”).
Las ballenas en esta época están alimentándose del plancton primaveral, cuya floración alcanza su punto máximo hacia el final del tiempo de permanencia de las ballenas en la zona de cría de Península Valdés.
El Programa de Monitoreo Sanitario Ballena Franca Austral emitió un informe detallado sobre el evento de mortandad de ballenas francas adultas que se produjo los últimos días en Península Valdés.
Entre el 19 y 29 de octubre, se registraron 21 ballenas muertas en el Golfo Nuevo, 15 son adultas (incluyendo 12 hembras), 2 juveniles, 2 crías y 2 de edad no determinada.
Estos registros se suman a los 50 ejemplares encontrados muertos entre junio y septiembre, incluyendo 3 hembras adultas, 9 ballenas de edad no determinada y 38 crías de la temporada. De los 50, 28 murieron en el Golfo Nuevo, 21 en Golfo San José y 1 en Golfo San Matías.
Por la ubicación de los varamientos cercanos a Puerto Pirámides, donde no se permite realizar las necropsias, y al estado de descomposición de los cuerpos agravado por las altas temperaturas, se dificultó su análisis. La descomposición de los cadáveres sugiere que la mayoría de las muertes se produjeron entre el 21 y el 24 de octubre.
Hasta el momento, examinaron 12 de las ballenas encontradas y realizaron necropsias parciales. Las ballenas evaluadas estaban en buen estado físico y no presentaban lesiones externas. El avanzado estado de descomposición limitó la posibilidad de recolectar muestras para evaluar biotoxinas.
De una hembra adulta recolectaron contenido estomacal. Las muestras fueron negativas a dinoflagelados tóxicos. En los pocos casos posibles, colectaron muestras para análisis de biotoxinas, incluyendo contenido intestinal, humor acuoso del ojo, orina, leche, sangre, hígado y riñón.
Toxinas paralizantes
Recientemente se registraron abundantes células del dinoflagelado Allexandrium sp, productor de toxina paralizante de los moluscos en el Golfo Nuevo, en dos zonas y momentos distintos: el 15 de octubre en Bahía Cracker y el 29 de octubre de Punta Pardelas.
Las muestras de cholgas colectadas en Punta Pardelas y Playa Paraná, presentaron niveles de saxitoxinas inferiores al límite de toxicidad para humanos. Esto hace suponer que la floración se presentó en forma de parches y solo ocasionalmente solapándose con áreas de alimentación de ballenas.
Un caso similar a 2022
Este evento de mortandad tiene características similares al ocurrido en octubre de 2022 en el Golfo Nuevo, lo que ha orientado la investigación hacia la hipótesis de que algunas de estas muertes están relacionadas a una floración de algas nocivas productoras de biotoxinas (también conocidas como “mareas rojas”).
Las ballenas en esta época están alimentándose del plancton primaveral, cuya floración alcanza su punto máximo hacia el final del tiempo de permanencia de las ballenas en la zona de cría de Península Valdés.