Cooperativa 16 de Octubre: el hilo se corta por lo más delgado

06 DIC 2024 - 12:37 | Actualizado 07 DIC 2024 - 11:23

- Por Esteban Gallo

A principios de esta semana, la vecina de Esquel Gilda Vilches recibió la quinta intimación por carta documento de parte de integrantes de la conducción de la Cooperativa 16 de Octubre. La semana pasada, a la mujer que forma parte de los vecinos autoconvocados por los tarifazos de la entidad, le llegaron las cartas del presidente del Consejo de Administración, Miguel Illuminati, el consejero Adolfo Olguín, y los vocales Víctor Tejada y Patricia Alcucero. El martes llegó la intimación de otro vocal, Diego Matías Espíndola.

¿Cuál es la razón por la cual se produce esta catarata de cartas documento de los integrantes del Consejo de Administración?

¿Qué pecado tan craso ha cometido la socia de la institución como para tener que afrontar esta arremetida judicial de los conductores de la institución Cordillerana?

El 30 de octubre pasado, Vilches realizó declaraciones a una radio de Esquel en la que habló del mal funcionamiento de la cooperativa, su mala administración, y sobre las denuncias asentadas en el INAES.

Los directivos de la entidad plantearon que “con esta declaración infundada, maliciosa e injuriante, la vecina daña intencionalmente el buen nombre y honor de los integrantes del Consejo y atentan contra el prestigio y el decoro de dicho cuerpo.

Piden además que, en el plazo fatal y perentorio de 72 horas, rectifique o ratifique las declaraciones, por las cuales se encuentran agraviados. Y de paso le avisan que si persiste en su conducta le iniciarán las acciones civiles y penales que sus asesores letrados estimen pertinentes.

Nunca habíamos visto una cosa igual. Nunca, hasta ahora, un Consejo de Administración, ofendido y despechado por las consideraciones públicas de una socia, había actuado con el desdén y la agresividad con que los dirigentes de la Cooperativa 16 de Octubre lo han hecho.

En su momento, en Trelew, el Consejo de Administración de la Cooperativa que presidía Jorge Lincheo, intimó a los concejales de esta ciudad por difundir datos de la entidad. Pero aquello, que tanto revuelo causó en el Valle, es una minucia al lado de este ataque a la vecina de Esquel, entre otras cosas, porque un concejal goza de garantías constitucionales y de representatividad que lo protegen.

Acá hay un aprovechamiento de la situación de vulnerabilidad en la que se encuentra la pobre vecina, que tuvo la osadía de criticar las irregularidades de la Cooperativa 16 de octubre, que constan en el informe brindado por el Directorio del Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES).
Las graves sospechas que recaen sobre la Cooperativa 16 de octubre no las inventó la vecina esquelense.

Es el INAES, no Vilches, el que dice que la entidad enfrenta una deuda de 353 millones de pesos con CAMMESA, hasta el 31 de agosto de 2024 y que ese incumplimiento pone en riesgo la sustentabilidad del sistema eléctrico y la calidad del servicio en la región.

Es el INAES, no Vilches, el que dice que se retuvieron indebidamente los haberes de los empleados asociados a la Asociación Mutual Aonikenk y que la cooperativa otorgaba préstamos a sus empleados sin contar con un convenio formal con la mutual.

Fue este Consejo de Administración y no la socia que los critica la que echó sin causa a la empleada Estefanía Peloff cuando denunció los desaguisados que se cometían en la mutual con la plata de los trabajadores.

Fue el IANES, no Vilches, el que nombró a un veedor para que investigue las supuestas irregularidades de la gestión y fue el gobernador Nacho Torres, no la vecina, el que pidió la intervención de la Cooperativa 16 de octubre por las sospechas de malversación de fondos.

Pero no zapatean contra el INAES ni tampoco se animan a levantarle la voz al gobernador. Se hacen los cocoritos con la vecina porque el hilo siempre se corta por lo más delgado.

Se han escuchado en las últimas horas, sobre todo de parte de vecinos de la Cordillera, voces de preocupación y mensajes de apoyo a la ciudadana perseguida.

Al Consejo de Administración de la Cooperativa puede importarle un comino su imagen. De hecho, este nuevo papelón lo demuestra palmariamente. Hacer el ridículo parece ser una marca registrada de esta gestión.

Lo que los vecinos de Esquel y Trevelin no pueden permitir es que se salga a apretar a una vecina, acorralándola con cartas documento y vulnerando el derecho constitucional de expresarse en libertad sobre la entidad de la que es socia y dueña.

Esas conquistas son irrenunciables. Y en la defensa de esos derechos tiene que estar la comunidad entera.

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06 DIC 2024 - 12:37

- Por Esteban Gallo

A principios de esta semana, la vecina de Esquel Gilda Vilches recibió la quinta intimación por carta documento de parte de integrantes de la conducción de la Cooperativa 16 de Octubre. La semana pasada, a la mujer que forma parte de los vecinos autoconvocados por los tarifazos de la entidad, le llegaron las cartas del presidente del Consejo de Administración, Miguel Illuminati, el consejero Adolfo Olguín, y los vocales Víctor Tejada y Patricia Alcucero. El martes llegó la intimación de otro vocal, Diego Matías Espíndola.

¿Cuál es la razón por la cual se produce esta catarata de cartas documento de los integrantes del Consejo de Administración?

¿Qué pecado tan craso ha cometido la socia de la institución como para tener que afrontar esta arremetida judicial de los conductores de la institución Cordillerana?

El 30 de octubre pasado, Vilches realizó declaraciones a una radio de Esquel en la que habló del mal funcionamiento de la cooperativa, su mala administración, y sobre las denuncias asentadas en el INAES.

Los directivos de la entidad plantearon que “con esta declaración infundada, maliciosa e injuriante, la vecina daña intencionalmente el buen nombre y honor de los integrantes del Consejo y atentan contra el prestigio y el decoro de dicho cuerpo.

Piden además que, en el plazo fatal y perentorio de 72 horas, rectifique o ratifique las declaraciones, por las cuales se encuentran agraviados. Y de paso le avisan que si persiste en su conducta le iniciarán las acciones civiles y penales que sus asesores letrados estimen pertinentes.

Nunca habíamos visto una cosa igual. Nunca, hasta ahora, un Consejo de Administración, ofendido y despechado por las consideraciones públicas de una socia, había actuado con el desdén y la agresividad con que los dirigentes de la Cooperativa 16 de Octubre lo han hecho.

En su momento, en Trelew, el Consejo de Administración de la Cooperativa que presidía Jorge Lincheo, intimó a los concejales de esta ciudad por difundir datos de la entidad. Pero aquello, que tanto revuelo causó en el Valle, es una minucia al lado de este ataque a la vecina de Esquel, entre otras cosas, porque un concejal goza de garantías constitucionales y de representatividad que lo protegen.

Acá hay un aprovechamiento de la situación de vulnerabilidad en la que se encuentra la pobre vecina, que tuvo la osadía de criticar las irregularidades de la Cooperativa 16 de octubre, que constan en el informe brindado por el Directorio del Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES).
Las graves sospechas que recaen sobre la Cooperativa 16 de octubre no las inventó la vecina esquelense.

Es el INAES, no Vilches, el que dice que la entidad enfrenta una deuda de 353 millones de pesos con CAMMESA, hasta el 31 de agosto de 2024 y que ese incumplimiento pone en riesgo la sustentabilidad del sistema eléctrico y la calidad del servicio en la región.

Es el INAES, no Vilches, el que dice que se retuvieron indebidamente los haberes de los empleados asociados a la Asociación Mutual Aonikenk y que la cooperativa otorgaba préstamos a sus empleados sin contar con un convenio formal con la mutual.

Fue este Consejo de Administración y no la socia que los critica la que echó sin causa a la empleada Estefanía Peloff cuando denunció los desaguisados que se cometían en la mutual con la plata de los trabajadores.

Fue el IANES, no Vilches, el que nombró a un veedor para que investigue las supuestas irregularidades de la gestión y fue el gobernador Nacho Torres, no la vecina, el que pidió la intervención de la Cooperativa 16 de octubre por las sospechas de malversación de fondos.

Pero no zapatean contra el INAES ni tampoco se animan a levantarle la voz al gobernador. Se hacen los cocoritos con la vecina porque el hilo siempre se corta por lo más delgado.

Se han escuchado en las últimas horas, sobre todo de parte de vecinos de la Cordillera, voces de preocupación y mensajes de apoyo a la ciudadana perseguida.

Al Consejo de Administración de la Cooperativa puede importarle un comino su imagen. De hecho, este nuevo papelón lo demuestra palmariamente. Hacer el ridículo parece ser una marca registrada de esta gestión.

Lo que los vecinos de Esquel y Trevelin no pueden permitir es que se salga a apretar a una vecina, acorralándola con cartas documento y vulnerando el derecho constitucional de expresarse en libertad sobre la entidad de la que es socia y dueña.

Esas conquistas son irrenunciables. Y en la defensa de esos derechos tiene que estar la comunidad entera.


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