Te pagan solo por registrarte: el sistema de Worldcoin que muchos llaman “dinero fácil”

14 MAR 2025 - 12:09 | Actualizado 14 MAR 2025 - 12:25

Imagina esto: llegas a un centro de registro, escaneas tu iris y, en cuestión de minutos, recibes una recompensa en criptomonedas. Así de fácil. Sin trabajo, sin esfuerzo, solo dinero gratis. ¿Suena demasiado bueno para ser verdad? Pues esa es exactamente la propuesta de Worldcoin, un proyecto que ha dividido opiniones en todo el mundo. Para algunos, es el inicio de una revolución económica; para otros, una estrategia demasiado arriesgada con consecuencias que aún no comprendemos del todo.

Lo cierto es que nunca antes habíamos visto algo así. Un sistema que, bajo la promesa de una nueva economía global, está construyendo una base de datos biométrica masiva a cambio de pagos inmediatos. Pero, ¿es esto realmente una oportunidad dorada o una trampa disfrazada de modernidad?

Worldcoin: un nuevo sistema financiero o una peligrosa apuesta por el control digital

Para entender el fenómeno de Worldcoin, hay que conocer su propuesta. Esta plataforma ha sido creada con la idea de democratizar el acceso al dinero digital. En un mundo donde las desigualdades económicas son abismales, sus creadores afirman que este sistema permitirá que cualquier persona, en cualquier parte del planeta, pueda recibir y utilizar criptomonedas sin depender de bancos tradicionales.

Hasta aquí, todo suena casi utópico. Pero hay un pequeño detalle que genera preocupación: el precio de esta inclusión financiera no es otro que nuestra identidad biométrica. Para recibir la recompensa, los usuarios deben escanear su iris mediante un dispositivo llamado Orb, el cual promete ser infalible en la identificación única de cada persona.

Y es aquí donde la línea entre avance tecnológico y riesgo inminente se vuelve borrosa. ¿Qué pasará con estos datos? ¿Quién los tendrá? ¿Se usarán únicamente para su propósito inicial o podrían terminar en las manos equivocadas? En un mundo donde la información es el activo más valioso, entregar algo tan único como el iris no debería tomarse a la ligera.

"Dinero fácil": la tentación que ya ha seducido a miles de personas

Pongámonos en la piel de alguien que se enfrenta a esta decisión. Tienes deudas. El sueldo no alcanza. Los precios suben. De repente, aparece una oportunidad de recibir dinero sin hacer prácticamente nada. ¿La rechazarías?

Muchas personas no lo han hecho. La promesa de dinero fácil es demasiado tentadora, sobre todo en lugares donde la crisis económica golpea con más fuerza. Y es así como, en cuestión de meses, Worldcoin ha logrado sumar millones de usuarios en distintos países.

Las imágenes de personas haciendo filas para escanear su iris y recibir su compensación se han vuelto virales en redes sociales. Desde estudiantes hasta trabajadores con sueldos bajos, pasando por entusiastas de las criptomonedas, la fiebre de Worldcoin no para de crecer.

Pero lo que muchos no consideran es que cuando algo es gratis, el producto somos nosotros. Y la gran pregunta que aún no tiene una respuesta clara es: ¿qué harán realmente con nuestros datos biométricos?

El dilema de la privacidad: lo que das, no lo puedes recuperar

A lo largo de los años, hemos aprendido que nuestros datos personales valen oro. Desde el número de teléfono hasta nuestra ubicación, todo lo que compartimos en internet se convierte en un activo para empresas que buscan vendernos productos, servicios o incluso influenciar nuestras decisiones.

Ahora, con Worldcoin, no estamos hablando de una simple dirección de correo electrónico o una huella digital. Estamos entregando nuestro iris. Un rasgo único e irrepetible que, una vez registrado en una base de datos, no se puede cambiar ni borrar.

Los creadores de Worldcoin aseguran que estos datos están protegidos y que el sistema es seguro. Pero, ¿quién puede garantizar que en el futuro no serán utilizados para otros fines? ¿Y qué pasa si la empresa es hackeada o vendida a otra entidad con intenciones menos éticas?

La historia nos ha demostrado que la privacidad es un bien frágil. Casos como el escándalo de Cambridge Analytica, donde se filtraron datos personales de millones de personas para influir en elecciones, son una prueba de que la información en manos equivocadas puede tener consecuencias desastrosas.

Un modelo que recuerda a la ciencia ficción (y no de la buena)

Si esto suena como algo sacado de una película de ciencia ficción, no es casualidad. La idea de un sistema en el que tu identidad digital se convierte en la clave para acceder a servicios básicos ha sido explorada en numerosas obras de ficción… y casi nunca termina bien.

Series como Black Mirror ya han mostrado escenarios en los que la tecnología, lejos de ser una herramienta de libertad, se convierte en un mecanismo de control total. ¿Y si Worldcoin es solo el primer paso hacia un futuro en el que no podamos comprar, vender o incluso existir sin un registro digital?

Para algunos, estas preocupaciones son exageradas. Pero para otros, son una señal de alerta que no podemos ignorar. Porque una vez que cruzamos esta línea, es difícil volver atrás.

El efecto llamada: cada vez más países están en la mira

A pesar de las dudas, Worldcoin sigue expandiéndose. Países de América Latina, África y Asia han sido algunos de los primeros en adoptar el sistema, y ya hay planes para llevarlo a muchas más partes del mundo.

Algunos gobiernos han comenzado a cuestionar su implementación y a investigar si cumple con las normativas de protección de datos. Pero, mientras los políticos debaten, las filas de personas esperando para registrarse siguen creciendo.

Y aquí es donde surge otra pregunta inquietante: si millones de personas ya han entregado su iris, ¿qué pasará cuando todos dependan de este sistema?

¿Podría convertirse en una especie de moneda global controlada por una entidad privada? ¿O en un mecanismo que condicione quién puede acceder a servicios financieros y quién no?

Por ahora, nadie tiene las respuestas, pero el tiempo lo dirá.

El precio de la "comodidad" y la ilusión del dinero fácil

El sistema de Worldcoin es fascinante, innovador y, al mismo tiempo, aterrador. Lo que hoy parece un pago por registrarse podría ser el inicio de un cambio mucho más grande, uno que redefina la relación entre el dinero, la tecnología y la privacidad.

Lo más inquietante es que, en una sociedad donde la economía digital avanza a pasos agigantados, las personas están dispuestas a entregar su identidad por una recompensa inmediata. Pero la gran pregunta sigue siendo:

¿Cuánto vale realmente nuestra identidad?

¿Estamos dispuestos a cambiar la comodidad del dinero fácil por la incertidumbre de no saber qué harán con nuestros datos?

El futuro nos dará la respuesta. Pero, para cuando llegue, quizás sea demasiado tarde para dar marcha atrás.

Enterate de las noticias de ECONOMIA a través de nuestro newsletter

Anotate para recibir las noticias más importantes de esta sección.

Te podés dar de baja en cualquier momento con un solo clic.
14 MAR 2025 - 12:09

Imagina esto: llegas a un centro de registro, escaneas tu iris y, en cuestión de minutos, recibes una recompensa en criptomonedas. Así de fácil. Sin trabajo, sin esfuerzo, solo dinero gratis. ¿Suena demasiado bueno para ser verdad? Pues esa es exactamente la propuesta de Worldcoin, un proyecto que ha dividido opiniones en todo el mundo. Para algunos, es el inicio de una revolución económica; para otros, una estrategia demasiado arriesgada con consecuencias que aún no comprendemos del todo.

Lo cierto es que nunca antes habíamos visto algo así. Un sistema que, bajo la promesa de una nueva economía global, está construyendo una base de datos biométrica masiva a cambio de pagos inmediatos. Pero, ¿es esto realmente una oportunidad dorada o una trampa disfrazada de modernidad?

Worldcoin: un nuevo sistema financiero o una peligrosa apuesta por el control digital

Para entender el fenómeno de Worldcoin, hay que conocer su propuesta. Esta plataforma ha sido creada con la idea de democratizar el acceso al dinero digital. En un mundo donde las desigualdades económicas son abismales, sus creadores afirman que este sistema permitirá que cualquier persona, en cualquier parte del planeta, pueda recibir y utilizar criptomonedas sin depender de bancos tradicionales.

Hasta aquí, todo suena casi utópico. Pero hay un pequeño detalle que genera preocupación: el precio de esta inclusión financiera no es otro que nuestra identidad biométrica. Para recibir la recompensa, los usuarios deben escanear su iris mediante un dispositivo llamado Orb, el cual promete ser infalible en la identificación única de cada persona.

Y es aquí donde la línea entre avance tecnológico y riesgo inminente se vuelve borrosa. ¿Qué pasará con estos datos? ¿Quién los tendrá? ¿Se usarán únicamente para su propósito inicial o podrían terminar en las manos equivocadas? En un mundo donde la información es el activo más valioso, entregar algo tan único como el iris no debería tomarse a la ligera.

"Dinero fácil": la tentación que ya ha seducido a miles de personas

Pongámonos en la piel de alguien que se enfrenta a esta decisión. Tienes deudas. El sueldo no alcanza. Los precios suben. De repente, aparece una oportunidad de recibir dinero sin hacer prácticamente nada. ¿La rechazarías?

Muchas personas no lo han hecho. La promesa de dinero fácil es demasiado tentadora, sobre todo en lugares donde la crisis económica golpea con más fuerza. Y es así como, en cuestión de meses, Worldcoin ha logrado sumar millones de usuarios en distintos países.

Las imágenes de personas haciendo filas para escanear su iris y recibir su compensación se han vuelto virales en redes sociales. Desde estudiantes hasta trabajadores con sueldos bajos, pasando por entusiastas de las criptomonedas, la fiebre de Worldcoin no para de crecer.

Pero lo que muchos no consideran es que cuando algo es gratis, el producto somos nosotros. Y la gran pregunta que aún no tiene una respuesta clara es: ¿qué harán realmente con nuestros datos biométricos?

El dilema de la privacidad: lo que das, no lo puedes recuperar

A lo largo de los años, hemos aprendido que nuestros datos personales valen oro. Desde el número de teléfono hasta nuestra ubicación, todo lo que compartimos en internet se convierte en un activo para empresas que buscan vendernos productos, servicios o incluso influenciar nuestras decisiones.

Ahora, con Worldcoin, no estamos hablando de una simple dirección de correo electrónico o una huella digital. Estamos entregando nuestro iris. Un rasgo único e irrepetible que, una vez registrado en una base de datos, no se puede cambiar ni borrar.

Los creadores de Worldcoin aseguran que estos datos están protegidos y que el sistema es seguro. Pero, ¿quién puede garantizar que en el futuro no serán utilizados para otros fines? ¿Y qué pasa si la empresa es hackeada o vendida a otra entidad con intenciones menos éticas?

La historia nos ha demostrado que la privacidad es un bien frágil. Casos como el escándalo de Cambridge Analytica, donde se filtraron datos personales de millones de personas para influir en elecciones, son una prueba de que la información en manos equivocadas puede tener consecuencias desastrosas.

Un modelo que recuerda a la ciencia ficción (y no de la buena)

Si esto suena como algo sacado de una película de ciencia ficción, no es casualidad. La idea de un sistema en el que tu identidad digital se convierte en la clave para acceder a servicios básicos ha sido explorada en numerosas obras de ficción… y casi nunca termina bien.

Series como Black Mirror ya han mostrado escenarios en los que la tecnología, lejos de ser una herramienta de libertad, se convierte en un mecanismo de control total. ¿Y si Worldcoin es solo el primer paso hacia un futuro en el que no podamos comprar, vender o incluso existir sin un registro digital?

Para algunos, estas preocupaciones son exageradas. Pero para otros, son una señal de alerta que no podemos ignorar. Porque una vez que cruzamos esta línea, es difícil volver atrás.

El efecto llamada: cada vez más países están en la mira

A pesar de las dudas, Worldcoin sigue expandiéndose. Países de América Latina, África y Asia han sido algunos de los primeros en adoptar el sistema, y ya hay planes para llevarlo a muchas más partes del mundo.

Algunos gobiernos han comenzado a cuestionar su implementación y a investigar si cumple con las normativas de protección de datos. Pero, mientras los políticos debaten, las filas de personas esperando para registrarse siguen creciendo.

Y aquí es donde surge otra pregunta inquietante: si millones de personas ya han entregado su iris, ¿qué pasará cuando todos dependan de este sistema?

¿Podría convertirse en una especie de moneda global controlada por una entidad privada? ¿O en un mecanismo que condicione quién puede acceder a servicios financieros y quién no?

Por ahora, nadie tiene las respuestas, pero el tiempo lo dirá.

El precio de la "comodidad" y la ilusión del dinero fácil

El sistema de Worldcoin es fascinante, innovador y, al mismo tiempo, aterrador. Lo que hoy parece un pago por registrarse podría ser el inicio de un cambio mucho más grande, uno que redefina la relación entre el dinero, la tecnología y la privacidad.

Lo más inquietante es que, en una sociedad donde la economía digital avanza a pasos agigantados, las personas están dispuestas a entregar su identidad por una recompensa inmediata. Pero la gran pregunta sigue siendo:

¿Cuánto vale realmente nuestra identidad?

¿Estamos dispuestos a cambiar la comodidad del dinero fácil por la incertidumbre de no saber qué harán con nuestros datos?

El futuro nos dará la respuesta. Pero, para cuando llegue, quizás sea demasiado tarde para dar marcha atrás.