Nació una quinta cría de huemul en Chubut

Nació una nueva cría de huemul en la Estación de Recría y Rehabilitación Shoonem, en Chubut, un lugar de conservación de esta especie en extinción.

17 MAY 2025 - 11:19 | Actualizado 17 MAY 2025 - 11:33

“Coihue” es el nombre que recibió una nueva cría de huemul que nació en la Estación de Recría y Rehabilitación Shoonem, ubicada en Alto Río Senguer, en Chubut.

Es el hijo de “Plata” y “Coirón”, dos huemules fundadores de ese lugar, un proyecto de conservación que lleva adelante la Fundación Temaikén y el gobierno de Chubut, entre otras instituciones. Los últimos estudios dan cuenta de que entre 350 y 500 huemules sobreviven en Argentina; en tanto habría unos 1.000 ejemplares del lado chileno. Este animal habita exclusivamente en los bosques andino-patagónicos de la Argentina y Chile.


Es una especie que se encuentra en peligro de extinción. Sucede que la población fue declinando en las últimas décadas debido a la cacería. Los animales se fueron desplazando a la parte alta de la montaña, donde modificaron sus prácticas alimenticias lo que generó muchos inconvenientes y una mayor debilidad. Tiempo atrás se puso en marcha la Estación de Recría y Rehabilitación -que abarca unas 110 hectáreas-, donde hoy en día, hay 11 huemules. Cinco de ellos nacieron ahí mismo. El lugar está dividido en tres corrales donde los animales se alimentan de vegetación natural.

Los investigadores destacaron que el nacimiento de Coihue, al igual que los otros cuatro, permite «conocer el ciclo reproductivo de la especie, desde que las madres entran en celo hasta el apareamiento, los nacimientos y el vínculo de la cría con la madre». Ahora se sabe que pasan mucho tiempo con la cría y los esconden cuando salen a buscar alimento.

El padre se mantiene distante y periférico en las primeras etapas, aunque sí puede estar cercano a modo de “protección”. “Este nuevo nacimiento genera mucha esperanza para la especie. Pero, a la vez, se genera información que es difícil obtener en el campo. Al tenerlos en este ambiente, podemos estar cerca y monitorearlos”, especificó Natalia Demergassi, responsable de Manejo y Ciencia Animal de Fundación Temaikén.



Dijo desconocer el peso del animal ya que “todo el trabajo se realiza a observación a distancia para no interferir en la crianza materno infantil. Se hace un seguimiento fotográfico”. La Estación de Recría comenzó a funcionar en agosto de 2022 con el ingreso de cinco huemules fundadores.

A esos adultos, se les colocó un radio collar de seguimiento. “Con estos animales fundadores se inicia una etapa de estabilización y seguimiento, de cuidado. Ahora tenemos 11: seis adultos y cinco crías”, precisó. La captura de los animales silvestres se lleva a cabo con un dardo anestésico que se dispara con un rifle a una distancia prudente para que sea efectiva. Por lo general, este operativo se realiza cuando hay nieve ya que los huemules bajan de la montaña.

La especialista comentó que, en invierno, se hace una suplementación nutricional. “Sufren problemáticas porque fueron quedando relegados en pequeños grupos en ciertas zonas donde tienen acceso a una vegetación distinta a la original. De esta forma, con el tiempo, van teniendo problemáticas vinculadas a deficiencias nutricionales”, argumentó. Muchos animales mueren siendo muy jóvenes o registran deficiencias en los huesos y pérdida de piezas dentarias.

¿Cuál fue la función entonces de la estación de recría? Demergassi insistió en que se trata de asistir y contribuir a la conservación de una especie mediante el estudio de diversas técnicas y de la posibilidad de generar estrategias para implementar en el campo. “Se realizan chequeos sanguíneos, del estado del pelaje, el estado de las crías. De esa manera, podemos generar información vinculada a la especie”, indicó.

Esta primera etapa, recalcó, es exploratoria; es decir, el énfasis está puesto en conocer más de la especie para luego tomar acciones. A futuro, el objetivo es conformar poblaciones que se puedan liberar. Demergassi destacó la colaboración de la Dirección de Fauna de Chubut que autoriza la operación del centro de recría. También intervienen investigadores del Conicet y privados. Es un grupo interdisciplinario.

(Por Lorena Roncarolo El Río Negro)

17 MAY 2025 - 11:19

“Coihue” es el nombre que recibió una nueva cría de huemul que nació en la Estación de Recría y Rehabilitación Shoonem, ubicada en Alto Río Senguer, en Chubut.

Es el hijo de “Plata” y “Coirón”, dos huemules fundadores de ese lugar, un proyecto de conservación que lleva adelante la Fundación Temaikén y el gobierno de Chubut, entre otras instituciones. Los últimos estudios dan cuenta de que entre 350 y 500 huemules sobreviven en Argentina; en tanto habría unos 1.000 ejemplares del lado chileno. Este animal habita exclusivamente en los bosques andino-patagónicos de la Argentina y Chile.


Es una especie que se encuentra en peligro de extinción. Sucede que la población fue declinando en las últimas décadas debido a la cacería. Los animales se fueron desplazando a la parte alta de la montaña, donde modificaron sus prácticas alimenticias lo que generó muchos inconvenientes y una mayor debilidad. Tiempo atrás se puso en marcha la Estación de Recría y Rehabilitación -que abarca unas 110 hectáreas-, donde hoy en día, hay 11 huemules. Cinco de ellos nacieron ahí mismo. El lugar está dividido en tres corrales donde los animales se alimentan de vegetación natural.

Los investigadores destacaron que el nacimiento de Coihue, al igual que los otros cuatro, permite «conocer el ciclo reproductivo de la especie, desde que las madres entran en celo hasta el apareamiento, los nacimientos y el vínculo de la cría con la madre». Ahora se sabe que pasan mucho tiempo con la cría y los esconden cuando salen a buscar alimento.

El padre se mantiene distante y periférico en las primeras etapas, aunque sí puede estar cercano a modo de “protección”. “Este nuevo nacimiento genera mucha esperanza para la especie. Pero, a la vez, se genera información que es difícil obtener en el campo. Al tenerlos en este ambiente, podemos estar cerca y monitorearlos”, especificó Natalia Demergassi, responsable de Manejo y Ciencia Animal de Fundación Temaikén.



Dijo desconocer el peso del animal ya que “todo el trabajo se realiza a observación a distancia para no interferir en la crianza materno infantil. Se hace un seguimiento fotográfico”. La Estación de Recría comenzó a funcionar en agosto de 2022 con el ingreso de cinco huemules fundadores.

A esos adultos, se les colocó un radio collar de seguimiento. “Con estos animales fundadores se inicia una etapa de estabilización y seguimiento, de cuidado. Ahora tenemos 11: seis adultos y cinco crías”, precisó. La captura de los animales silvestres se lleva a cabo con un dardo anestésico que se dispara con un rifle a una distancia prudente para que sea efectiva. Por lo general, este operativo se realiza cuando hay nieve ya que los huemules bajan de la montaña.

La especialista comentó que, en invierno, se hace una suplementación nutricional. “Sufren problemáticas porque fueron quedando relegados en pequeños grupos en ciertas zonas donde tienen acceso a una vegetación distinta a la original. De esta forma, con el tiempo, van teniendo problemáticas vinculadas a deficiencias nutricionales”, argumentó. Muchos animales mueren siendo muy jóvenes o registran deficiencias en los huesos y pérdida de piezas dentarias.

¿Cuál fue la función entonces de la estación de recría? Demergassi insistió en que se trata de asistir y contribuir a la conservación de una especie mediante el estudio de diversas técnicas y de la posibilidad de generar estrategias para implementar en el campo. “Se realizan chequeos sanguíneos, del estado del pelaje, el estado de las crías. De esa manera, podemos generar información vinculada a la especie”, indicó.

Esta primera etapa, recalcó, es exploratoria; es decir, el énfasis está puesto en conocer más de la especie para luego tomar acciones. A futuro, el objetivo es conformar poblaciones que se puedan liberar. Demergassi destacó la colaboración de la Dirección de Fauna de Chubut que autoriza la operación del centro de recría. También intervienen investigadores del Conicet y privados. Es un grupo interdisciplinario.

(Por Lorena Roncarolo El Río Negro)