Por Francisco Caputo
Juan Diego Díaz Carrizo es nacido y criado en Rawson. Ex jugador e hincha de Germinal, la vida lo condujo hasta Alemania, donde reside actualmente junto a su pareja Katherina Riquelme.
Se embarcó en una aventura donde no dejó el fútbol de lado. Recientemente, debutó en el primer equipo del Erfstadt, que compite en la Landesliga, un sistema similar al del Consejo Federal.
“Todo este sueño de viajar empezó después de la pandemia, en 2022. Con mi pareja estuvimos en Andorra, España, Tailandia y ahora Alemania, país al que llegamos hace dos años”, describió el volante capitalino de 30 años.
“Es una cultura distinta a la argentina, pero la vida es muy tranquila, vivimos en Colonia. La economía funciona bien. Trabajo de mozo en un restaurant de tapas españolas. Me manejo en inglés”, indicó.
Juan se las ingenia para hacer malabares para compatibilizar fútbol con la actividad laboral.
“Se me complica ir por el trabajo a entrenar, a veces voy un día o dos. El club queda a dos horas, hora y media de tren. Dije en el plantel de entrenar por mi cuenta, cosa que hago. Me tienen en cuenta y les agradezco”, resaltó el volante.
“El jugador en Argentina es distinto a lo que son acá”, describió.
El inicio y Germinal
Esta historia comenzó hace décadas, en la capital de la provincia. Allí, empezó a nacer un gran amor por Germinal. “Mi papá Juan Cruz me llevó cuando tenía cuatro años. Hice infantiles, Inferiores, Reserva y debuté en Primera en 2011, con Bravo González como DT. Ese día salimos campeones. Al año siguiente me fui a estudiar”, indicó el “Ruso”.
“Germinal es el club de mis amores, el club de mi vida”, narró Díaz Carrizo, quien ya tuvo un segundo paso por el “Verde” capitalino tras volver de Tucumán y La Plata, donde estudió el Profesorado de Educación Física y la Licenciatura en Comunicación, respectivamente.
“Por la pandemia, tuve que volver a Rawson. En 2021, jugué en el club. Walter Dencor me dio la posibilidad de volver a entrenar y jugar, tuve la posibilidad de volver a sentir lo que era jugar, integrar un grupo”, describió Díaz Carrizo.
“Salimos campeones en la final ante Racing de Trelew y luego jugamos el Regional. Posteriormente, comenzaron los viajes por el mundo”, consideró.
Pese a la distancia, Juan sigue el camino del “Verde” en el Federal A. “Sigo a Germinal. Tengo amigos en el plantel, como Ignacio Terán, Federico Cárcamo y Guido Morón. Nos mandamos mensajes”, manifestó. “Si en algún momento llego a volver, a va a ser a Germinal”, concluyó.
Saludos y agradecimientos
“Saludos y gracias a mi madre Milena Ballesteros y a hermana María Belén Díaz Carrizo. También a mi papá Juan Carlos que desde el cielo seguramente se toma un vino cuando juego. Y a mi tía Lely Ballesteros, que también está en el cielo y fue muy importante. Y también doy gracias a la familia de mi pareja”, recalcó Juan.
También le dio gracias a Isaías Aberasturi, técnico suyo en las inferiores de Germinal. “Es un amigo mío, lo primero que nos enseñó fue movernos dentro de una cancha, lo táctico los posiciones. Fue muy importante el aprendizaje. Muchos cariños para él y su familia. Le está yendo bien y me alegra muchísimo”, remató.
Por Francisco Caputo
Juan Diego Díaz Carrizo es nacido y criado en Rawson. Ex jugador e hincha de Germinal, la vida lo condujo hasta Alemania, donde reside actualmente junto a su pareja Katherina Riquelme.
Se embarcó en una aventura donde no dejó el fútbol de lado. Recientemente, debutó en el primer equipo del Erfstadt, que compite en la Landesliga, un sistema similar al del Consejo Federal.
“Todo este sueño de viajar empezó después de la pandemia, en 2022. Con mi pareja estuvimos en Andorra, España, Tailandia y ahora Alemania, país al que llegamos hace dos años”, describió el volante capitalino de 30 años.
“Es una cultura distinta a la argentina, pero la vida es muy tranquila, vivimos en Colonia. La economía funciona bien. Trabajo de mozo en un restaurant de tapas españolas. Me manejo en inglés”, indicó.
Juan se las ingenia para hacer malabares para compatibilizar fútbol con la actividad laboral.
“Se me complica ir por el trabajo a entrenar, a veces voy un día o dos. El club queda a dos horas, hora y media de tren. Dije en el plantel de entrenar por mi cuenta, cosa que hago. Me tienen en cuenta y les agradezco”, resaltó el volante.
“El jugador en Argentina es distinto a lo que son acá”, describió.
El inicio y Germinal
Esta historia comenzó hace décadas, en la capital de la provincia. Allí, empezó a nacer un gran amor por Germinal. “Mi papá Juan Cruz me llevó cuando tenía cuatro años. Hice infantiles, Inferiores, Reserva y debuté en Primera en 2011, con Bravo González como DT. Ese día salimos campeones. Al año siguiente me fui a estudiar”, indicó el “Ruso”.
“Germinal es el club de mis amores, el club de mi vida”, narró Díaz Carrizo, quien ya tuvo un segundo paso por el “Verde” capitalino tras volver de Tucumán y La Plata, donde estudió el Profesorado de Educación Física y la Licenciatura en Comunicación, respectivamente.
“Por la pandemia, tuve que volver a Rawson. En 2021, jugué en el club. Walter Dencor me dio la posibilidad de volver a entrenar y jugar, tuve la posibilidad de volver a sentir lo que era jugar, integrar un grupo”, describió Díaz Carrizo.
“Salimos campeones en la final ante Racing de Trelew y luego jugamos el Regional. Posteriormente, comenzaron los viajes por el mundo”, consideró.
Pese a la distancia, Juan sigue el camino del “Verde” en el Federal A. “Sigo a Germinal. Tengo amigos en el plantel, como Ignacio Terán, Federico Cárcamo y Guido Morón. Nos mandamos mensajes”, manifestó. “Si en algún momento llego a volver, a va a ser a Germinal”, concluyó.
Saludos y agradecimientos
“Saludos y gracias a mi madre Milena Ballesteros y a hermana María Belén Díaz Carrizo. También a mi papá Juan Carlos que desde el cielo seguramente se toma un vino cuando juego. Y a mi tía Lely Ballesteros, que también está en el cielo y fue muy importante. Y también doy gracias a la familia de mi pareja”, recalcó Juan.
También le dio gracias a Isaías Aberasturi, técnico suyo en las inferiores de Germinal. “Es un amigo mío, lo primero que nos enseñó fue movernos dentro de una cancha, lo táctico los posiciones. Fue muy importante el aprendizaje. Muchos cariños para él y su familia. Le está yendo bien y me alegra muchísimo”, remató.