Cómo es instruir a los perros que ayudan a niños a declarar en Cámara Gesell

“Ya cuando ingresan lo hacen de otra manera, el relato fluye, y saben que el perro está esperándolos del otro lado afuera” dijo entre otros conceptos, Carlos Agudo, el profesional que adiestra perros para que ayuden a niños/as a sacarse el estrés y poder declarar en el ámbito judicial luego de ser víctimas de abusos sexuales o violencias. El Superior Tribunal de Justicia implementará el sistema en Chubut.

31 MAY 2025 - 9:58 | Actualizado 31 MAY 2025 - 13:29

Por Lorena Leeming / Redacción Jornada

Carlos Agudo es instructor canino profesional y psicólogo social. Su vocación la entrelaza con la tarea que realiza con el fin de evitar la impunidad en casos de abuso sexual o violencia en niños y adolescentes. Entrena perros para que asistan a los menores cuando tienen que declarar en Cámara Gesell en un proceso judicial. La iniciativa, en Buenos Aires, nació en 2018 y la prueba fue con Titán, un perro Golden Retriever (recientemene fallecido). El Superior Tribunal firmó un convenio para aplicar esta herramienta en Chubut. “Nuestra principal función es que el chico pueda ingresar a la sala de entrevistas, a la Cámara Gesell, a contar lo que tiene que contar”, resumió.
Contó Carlos en una entrevista con Jornada, que el aval a su propuesta de trabajo se lo da el Ministerio Público Tutelar en 2019. Ahí, habían incorporado también al segundo perro “Brownie” un Labradoodle (mezcla de labrador Retriever y caniche gigante). Hoy, tiene seis años y está junto a Donna, una Golden Retriever de dos años.

- ¿Cómo logran para que el animal responda a las tareas? ¿Trabajan previamente con niños?
- Es un trabajo de mucho tiempo, no es fácil. Hago una selección previa de la camada de los cachorros de entre 40 y 45 días. Me doy cuenta por la experiencia que tengo si son equilibrados; porque hay distintos tipos de conductas en una camada. Tenés cachorros que podrían tener un temperamento agresivo, que van a ser equilibrados, que van a ser independientes, que van a ser inseguros, etcétera.
- ¿Cómo da inicio la tarea?
- Selecciono al cachorro que para mí es el más equilibrado y que reúne todas las condiciones y a partir de los 70 días más o menos, es donde yo los traigo a mi casa y empiezo un trabajo de educación y posterior adiestramiento a partir de los 6 o 7 meses.
- ¿Cómo es la modalidad en las entrevistas?
- Lo primero que hay que enseñarle a un perro, es el trabajo que tiene que hacer de contención emocional. No son perros de sala de espera. No es que está esperando que el chico llegue, lo tocan y listo. Si no, no tienen una finalidad. Trabajamos en equipo. Lo que tratamos de hacer es que el perro ingrese con la psicóloga que va a tomar la entrevista y ahí se genera el vínculo. O sea, ese primer contacto es con la psicóloga y se establece la confianza.
- ¿Qué característica es excluyente del animal en el proceso judicial?
- El perro tiene que estar preparado para recibir a un chico angustiado, retraído o que no se quiere separar de los padres.Siempre tratamos de quienes los acompañan queden en la sala de espera y que den un paseo con el perro junto conmigo y la psicóloga que los va a entrevistar. Tratamos que los padres o referentes nose involucren.
- ¿Es importante la raza del perro?
- Una de las razas que elegimos no da alergias. Algunos chicos la sufren. De todas maneras, no hay una raza específica. Yo trato de que los perros sí sean donados por criaderos familiares y los conozco. Me permiten ir y seleccionar. Los veo evolucionar y elijo el cachorro adecuado.
- ¿Cuántos son los que están actualmente en actividad, a su cargo?
- Acá en el Ministerio Público Tutelar tenemos actualmente a Dona, que es la Golden, y a Brownie, que es el Labradoodle. En Neuquén está también un Labradoodle que se llama Oreo y que está trabajando allá muy bien.
- ¿A qué lugares quieren llegar con esta la modalidad?
- La idea ahora es colaborar con Chubut y con Entre Ríos. Creo que hay alguna otra provincia también que está interesada en el programa. La verdad que vimos tantos cambios positivos en los niños que yo espero que esto lo podamos replicar en todo el Poder Judicial de la Argentina, porque la verdad que funciona, funciona muy bien y nos damos cuenta de que los chicos quieren volver.
Foto ilustrativa de un niño con los perros. No corresponde a un caso real.
- Si bien son situaciones complicadas, se tiene alguna satisfacción…
- Si, claro. Cuando los chicos te dicen quiero volver, o vuelven y le traen un dibujito o un juguete al perro, o se sacan una foto con el perro cuando se van y después te dicen, te veo la semana que viene o te veo pronto. Y yo digo: “Esperemos que no”, pero tienen eso que antes no generaba asistir a una organización judicial.
- Lo más importante, es que las causas no queden impunes. Que la declaración de los chicos sea una prueba segura...
- Exactamente. Hubo muchos casos de Cámara Gesell en los que no pudieron comprobar lo que había sucedido y tantos chicos que quedaron con su declaración y sin justicia.Lo más importante es garantizar el derecho a ser oído de las chicas y chicos, facilitando su participación en el proceso penal sin exponerlas a situaciones de revictimización.
- ¿Cuándo consideran que el trabajo está cumplido?
- Nuestra principal función es que el chico pueda ingresar a la sala de entrevistas, a la cámara Gesell, a contar lo que tiene que contar. Y nosotros trabajamos previamente para que ese relato después adentro fluya. O sea, tratamos de sacarlo o que se olvide por un ratito de lo que vivieron. Evocar a su memoria: si tuvieron o no tuvieron perros, si les gusta, qué les gustaría hacer con el perro, les enseñamos cosas de los animales y ellos nos cuentan de sus mascotas. Ya cuando ingresan, lo hacen de otra manera, el relato fluye, y saben que el perro está esperándolo del otro lado afuera.
- ¿Cómo es el ámbito ideal para las declaraciones?
- En casos muy puntuales, pidieron entrar con los perros a la entrevista. No es habitual, lo ideal es que cuando ingresan no haya ningún tipo de distracción adentro, ni juguete, ni perro, ni nada, para que el relato y la entrevista sirva como prueba después. Pero bueno, ha pasado que los chicos dijeron, si no entro con el perro, no entro. Pedimos permiso y entraron, eso es increíble.

31 MAY 2025 - 9:58

Por Lorena Leeming / Redacción Jornada

Carlos Agudo es instructor canino profesional y psicólogo social. Su vocación la entrelaza con la tarea que realiza con el fin de evitar la impunidad en casos de abuso sexual o violencia en niños y adolescentes. Entrena perros para que asistan a los menores cuando tienen que declarar en Cámara Gesell en un proceso judicial. La iniciativa, en Buenos Aires, nació en 2018 y la prueba fue con Titán, un perro Golden Retriever (recientemene fallecido). El Superior Tribunal firmó un convenio para aplicar esta herramienta en Chubut. “Nuestra principal función es que el chico pueda ingresar a la sala de entrevistas, a la Cámara Gesell, a contar lo que tiene que contar”, resumió.
Contó Carlos en una entrevista con Jornada, que el aval a su propuesta de trabajo se lo da el Ministerio Público Tutelar en 2019. Ahí, habían incorporado también al segundo perro “Brownie” un Labradoodle (mezcla de labrador Retriever y caniche gigante). Hoy, tiene seis años y está junto a Donna, una Golden Retriever de dos años.

- ¿Cómo logran para que el animal responda a las tareas? ¿Trabajan previamente con niños?
- Es un trabajo de mucho tiempo, no es fácil. Hago una selección previa de la camada de los cachorros de entre 40 y 45 días. Me doy cuenta por la experiencia que tengo si son equilibrados; porque hay distintos tipos de conductas en una camada. Tenés cachorros que podrían tener un temperamento agresivo, que van a ser equilibrados, que van a ser independientes, que van a ser inseguros, etcétera.
- ¿Cómo da inicio la tarea?
- Selecciono al cachorro que para mí es el más equilibrado y que reúne todas las condiciones y a partir de los 70 días más o menos, es donde yo los traigo a mi casa y empiezo un trabajo de educación y posterior adiestramiento a partir de los 6 o 7 meses.
- ¿Cómo es la modalidad en las entrevistas?
- Lo primero que hay que enseñarle a un perro, es el trabajo que tiene que hacer de contención emocional. No son perros de sala de espera. No es que está esperando que el chico llegue, lo tocan y listo. Si no, no tienen una finalidad. Trabajamos en equipo. Lo que tratamos de hacer es que el perro ingrese con la psicóloga que va a tomar la entrevista y ahí se genera el vínculo. O sea, ese primer contacto es con la psicóloga y se establece la confianza.
- ¿Qué característica es excluyente del animal en el proceso judicial?
- El perro tiene que estar preparado para recibir a un chico angustiado, retraído o que no se quiere separar de los padres.Siempre tratamos de quienes los acompañan queden en la sala de espera y que den un paseo con el perro junto conmigo y la psicóloga que los va a entrevistar. Tratamos que los padres o referentes nose involucren.
- ¿Es importante la raza del perro?
- Una de las razas que elegimos no da alergias. Algunos chicos la sufren. De todas maneras, no hay una raza específica. Yo trato de que los perros sí sean donados por criaderos familiares y los conozco. Me permiten ir y seleccionar. Los veo evolucionar y elijo el cachorro adecuado.
- ¿Cuántos son los que están actualmente en actividad, a su cargo?
- Acá en el Ministerio Público Tutelar tenemos actualmente a Dona, que es la Golden, y a Brownie, que es el Labradoodle. En Neuquén está también un Labradoodle que se llama Oreo y que está trabajando allá muy bien.
- ¿A qué lugares quieren llegar con esta la modalidad?
- La idea ahora es colaborar con Chubut y con Entre Ríos. Creo que hay alguna otra provincia también que está interesada en el programa. La verdad que vimos tantos cambios positivos en los niños que yo espero que esto lo podamos replicar en todo el Poder Judicial de la Argentina, porque la verdad que funciona, funciona muy bien y nos damos cuenta de que los chicos quieren volver.
Foto ilustrativa de un niño con los perros. No corresponde a un caso real.
- Si bien son situaciones complicadas, se tiene alguna satisfacción…
- Si, claro. Cuando los chicos te dicen quiero volver, o vuelven y le traen un dibujito o un juguete al perro, o se sacan una foto con el perro cuando se van y después te dicen, te veo la semana que viene o te veo pronto. Y yo digo: “Esperemos que no”, pero tienen eso que antes no generaba asistir a una organización judicial.
- Lo más importante, es que las causas no queden impunes. Que la declaración de los chicos sea una prueba segura...
- Exactamente. Hubo muchos casos de Cámara Gesell en los que no pudieron comprobar lo que había sucedido y tantos chicos que quedaron con su declaración y sin justicia.Lo más importante es garantizar el derecho a ser oído de las chicas y chicos, facilitando su participación en el proceso penal sin exponerlas a situaciones de revictimización.
- ¿Cuándo consideran que el trabajo está cumplido?
- Nuestra principal función es que el chico pueda ingresar a la sala de entrevistas, a la cámara Gesell, a contar lo que tiene que contar. Y nosotros trabajamos previamente para que ese relato después adentro fluya. O sea, tratamos de sacarlo o que se olvide por un ratito de lo que vivieron. Evocar a su memoria: si tuvieron o no tuvieron perros, si les gusta, qué les gustaría hacer con el perro, les enseñamos cosas de los animales y ellos nos cuentan de sus mascotas. Ya cuando ingresan, lo hacen de otra manera, el relato fluye, y saben que el perro está esperándolo del otro lado afuera.
- ¿Cómo es el ámbito ideal para las declaraciones?
- En casos muy puntuales, pidieron entrar con los perros a la entrevista. No es habitual, lo ideal es que cuando ingresan no haya ningún tipo de distracción adentro, ni juguete, ni perro, ni nada, para que el relato y la entrevista sirva como prueba después. Pero bueno, ha pasado que los chicos dijeron, si no entro con el perro, no entro. Pedimos permiso y entraron, eso es increíble.