Por Rolando Tobarez / Redacción Jornada
El fiscal federal de Rawson Fernando Gélvez advirtió que en ese fuero “no tenemos el personal ni los recursos técnicos y tecnológicos” necesarios para identificar, juzgar y encarcelar a los financistas narcos en Chubut. Por eso deben conformarse con perseguir a los sectores más vulnerables, dedicados al consumo y al comercio a pequeña escala pero que no son los “capitalistas” de la droga.
Laadvertencia se escuchó enlas Jornadas Internacionales sobre Narcocriminalidad, en Puerto Madryn, en un panel dedicado al tráfico ilícito de drogas ilícitas en la provincia. Gélvez compartió mesa con el juez federal de Rawson Guillermo Lleral y con Matías Lucena, de la Procuraduría de Narcocriminalidad de la Nación.
Citó que para que Fiscalía cuente con una unidad de investigación profesional a la altura del problema, debería contar –por ejemplo- con un contador y un psicólogo propios.
“La realidad es que por ahora nos limitamos a trabajar con los casos que con mucho esfuerzo nos traen las fuerzas de seguridad o la Policía”, graficó.
El fiscalreclamó “ir un poco más allá de la tenencia, el consumo personal y el comercio de menor escala y atacar realmente los estratos superiores de la organización de un modo que les haga perder dinero a quienes viven de esto”.Sin embargo “hoy no lo podemos hacer y evidentemente estamos dando muchas ventajas porque sólo llegamos a la parte más baja y no llegamos más arriba”.
Otro ejemplo es la escasez de vehículos para las brigadas. “Son móviles que en lugares muy chicos ya son conocidos por todos”. Esto dificulta los seguimientos.
El trámite para extraer información de celulares secuestrados puede durar hasta 6 meses, y el peritaje de drogas sintéticas y de diseño –de un consumo que se extiende- no se hace en el laboratorio de Comodoro Rivadavia: debe enviarse a Capital Federal. “Estas demoras impactan en contra de la investigación y por eso hacemos menos de lo que podemos. Son contras muy grandes”.
El fiscal explicó que “lo que más me preocupa es la investigación, no tanto la litigación porque somos 4 abogados y lo podemos hacer, ¿pero qué pruebas vamos a poder llevarle al juez?”.
“Perseguir a los financistas es crucial y es atacar donde se debe atacar, pero nos estamos quedando a mitad de camino o un poco menos. Por eso nos queda una sensación amarga porque sólo llegamos a la cadena más baja del narcotráfico. Hay un montón de incertidumbres que conspiran contra la posibilidad de investigar y de llevar a juicio a las personas que comercian”.
Versión Lleral
El juez Lleral coincidió con este escenario y sacó conclusiones de sus 18 años trabajando en la Justicia Federal. “El consumo se extendió de modo alarmante en todos los niveles sociales”, subrayó sobre Chubut.
Incluso mencionó el uso de niños para producir y comerciar sustancias y como consumidores. “Lo estamos viendo ahora acá. En la sociedad teníamos refugios recomendados como la familia, las escuelas o los clubes, que fueron invadidos. ¿Acaso estamos ciegos? No hay que naturalizar esto que nos pasa como sociedad, cuyos resortes fallan”.
“Niños y jóvenes, ¿de dónde sacan dinero para comprar droga? De los padres, actualmente de las billeteras virtuales, ¿quién controla eso? Y si no pueden acceder de esa forma, se roba o se ingresa en la red del narcomenudeo para conseguir”, graficó.
Lleral pidió un compromiso general para combatir el narcotráfico. “Estamos descuidando a las personas. Debemos capacitar a los educadores de nuestros hijos para decirles qué significa la droga, informemos de qué se trata porque en el futuro quienes hoy son jóvenes y proyectan tener hijos y educarlos van a enfrentarse con este problema, que hay que hacer conocer”.
El juez exigió no estigmatizar a los consumidores: “¿Quién va a levantar la mano para decir yo me drogo y necesito ayuda? No tienen voz ni voto y seguramente todos conocemos a alguien”.
“Buenos Aires queda lejos para nosotros, que en la Patagonia somos pocos. No tenemos casi recursos pero levantemos la voz para decirle a la Nación que también se ocupe de nosotros porque es un problema que hace años avanza silenciosamente”.
Lleral remató advirtiendo sobre el “proceso de desintegración social” que se percibe detrás del narcotráfico. “Para el respeto de la dignidad humana es inconcebible que naturalicemos el consumo de droga”.
Cifras
Desde que en diciembre de 2024 la Justicia Federal de Rawson inició el sistema procesal acusatorio, ya se iniciaron 921 causas, la gran mayoría por narcomenudeo. Por ahora no cayeron bandas criminales organizadas. De esa cifra hay 132 expedientes que siguen activos. El resto ya se resolvió por desestimación, por figuras jurídicas menores o por autores ignorados que obligaron al archivo.
La mitad de las pesquisas se inició en Puerto Madryn; el 24% en Trelew y el 18% en Rawson. El resto de los casos proviene de otras ciudades como Camarones, Arroyo Verde, Playa Unión y Dolavon.
Por Rolando Tobarez / Redacción Jornada
El fiscal federal de Rawson Fernando Gélvez advirtió que en ese fuero “no tenemos el personal ni los recursos técnicos y tecnológicos” necesarios para identificar, juzgar y encarcelar a los financistas narcos en Chubut. Por eso deben conformarse con perseguir a los sectores más vulnerables, dedicados al consumo y al comercio a pequeña escala pero que no son los “capitalistas” de la droga.
Laadvertencia se escuchó enlas Jornadas Internacionales sobre Narcocriminalidad, en Puerto Madryn, en un panel dedicado al tráfico ilícito de drogas ilícitas en la provincia. Gélvez compartió mesa con el juez federal de Rawson Guillermo Lleral y con Matías Lucena, de la Procuraduría de Narcocriminalidad de la Nación.
Citó que para que Fiscalía cuente con una unidad de investigación profesional a la altura del problema, debería contar –por ejemplo- con un contador y un psicólogo propios.
“La realidad es que por ahora nos limitamos a trabajar con los casos que con mucho esfuerzo nos traen las fuerzas de seguridad o la Policía”, graficó.
El fiscalreclamó “ir un poco más allá de la tenencia, el consumo personal y el comercio de menor escala y atacar realmente los estratos superiores de la organización de un modo que les haga perder dinero a quienes viven de esto”.Sin embargo “hoy no lo podemos hacer y evidentemente estamos dando muchas ventajas porque sólo llegamos a la parte más baja y no llegamos más arriba”.
Otro ejemplo es la escasez de vehículos para las brigadas. “Son móviles que en lugares muy chicos ya son conocidos por todos”. Esto dificulta los seguimientos.
El trámite para extraer información de celulares secuestrados puede durar hasta 6 meses, y el peritaje de drogas sintéticas y de diseño –de un consumo que se extiende- no se hace en el laboratorio de Comodoro Rivadavia: debe enviarse a Capital Federal. “Estas demoras impactan en contra de la investigación y por eso hacemos menos de lo que podemos. Son contras muy grandes”.
El fiscal explicó que “lo que más me preocupa es la investigación, no tanto la litigación porque somos 4 abogados y lo podemos hacer, ¿pero qué pruebas vamos a poder llevarle al juez?”.
“Perseguir a los financistas es crucial y es atacar donde se debe atacar, pero nos estamos quedando a mitad de camino o un poco menos. Por eso nos queda una sensación amarga porque sólo llegamos a la cadena más baja del narcotráfico. Hay un montón de incertidumbres que conspiran contra la posibilidad de investigar y de llevar a juicio a las personas que comercian”.
Versión Lleral
El juez Lleral coincidió con este escenario y sacó conclusiones de sus 18 años trabajando en la Justicia Federal. “El consumo se extendió de modo alarmante en todos los niveles sociales”, subrayó sobre Chubut.
Incluso mencionó el uso de niños para producir y comerciar sustancias y como consumidores. “Lo estamos viendo ahora acá. En la sociedad teníamos refugios recomendados como la familia, las escuelas o los clubes, que fueron invadidos. ¿Acaso estamos ciegos? No hay que naturalizar esto que nos pasa como sociedad, cuyos resortes fallan”.
“Niños y jóvenes, ¿de dónde sacan dinero para comprar droga? De los padres, actualmente de las billeteras virtuales, ¿quién controla eso? Y si no pueden acceder de esa forma, se roba o se ingresa en la red del narcomenudeo para conseguir”, graficó.
Lleral pidió un compromiso general para combatir el narcotráfico. “Estamos descuidando a las personas. Debemos capacitar a los educadores de nuestros hijos para decirles qué significa la droga, informemos de qué se trata porque en el futuro quienes hoy son jóvenes y proyectan tener hijos y educarlos van a enfrentarse con este problema, que hay que hacer conocer”.
El juez exigió no estigmatizar a los consumidores: “¿Quién va a levantar la mano para decir yo me drogo y necesito ayuda? No tienen voz ni voto y seguramente todos conocemos a alguien”.
“Buenos Aires queda lejos para nosotros, que en la Patagonia somos pocos. No tenemos casi recursos pero levantemos la voz para decirle a la Nación que también se ocupe de nosotros porque es un problema que hace años avanza silenciosamente”.
Lleral remató advirtiendo sobre el “proceso de desintegración social” que se percibe detrás del narcotráfico. “Para el respeto de la dignidad humana es inconcebible que naturalicemos el consumo de droga”.
Cifras
Desde que en diciembre de 2024 la Justicia Federal de Rawson inició el sistema procesal acusatorio, ya se iniciaron 921 causas, la gran mayoría por narcomenudeo. Por ahora no cayeron bandas criminales organizadas. De esa cifra hay 132 expedientes que siguen activos. El resto ya se resolvió por desestimación, por figuras jurídicas menores o por autores ignorados que obligaron al archivo.
La mitad de las pesquisas se inició en Puerto Madryn; el 24% en Trelew y el 18% en Rawson. El resto de los casos proviene de otras ciudades como Camarones, Arroyo Verde, Playa Unión y Dolavon.