En el marco del Día de la Mujer Policía, la única comisario a cargo de una Seccional en Comodoro Rivadavia, Soledad Díaz, reflexionó sobre el significado de la fecha, los cambios en la fuerza y el lugar que hoy ocupan las mujeres en la sociedad.
“Por ahí el feliz día es siempre simbólico, porque es en relación a una primera mujer caída en acto de servicio”, señaló. “Se visibiliza la labor de las empleadas policiales y el esfuerzo que ponen día a día”.
La comisario Soledad Díaz destacó que en la actualidad el ingreso a la Policía del Chubut es mayoritariamente femenino y que “las mujeres se ponen a la par de los varones” en todas las funciones. Recordó que, años atrás, la falta de infraestructura dificultaba su incorporación. “Hoy ya se cuenta con todo el aparato preparado para recibir a las mujeres y a los varones”.
Respecto a la mirada de la comunidad hacia una jefa policial, aseguró: “He tenido aceptación, aunque algunas cosas costaron un poquito. Dialogar con la gente sobre fútbol o seguridad no tiene que ver con ser hombre o mujer, sino con estar formado para dar seguridad”.
Sobre el trabajo en casos de violencia de género, subrayó que la empatía no es exclusiva de un género: “Yo les enseño que lo importante es el respeto y ponerse en el lugar del otro. Un varón también puede intervenir y resolver situaciones con sensibilidad”.
En Comodoro Rivadavia, Díaz es actualmente la única mujer al frente de una comisaría convencional, la Seccional Sexta. “Es complejo decir si hay ambición de llegar a puestos de jerarquía, es muy personal. A mí me gusta el lugar en el que estoy y trabajo todos los días para mantenerlo”. Su vocación se consolidó en un contexto laboral difícil. Ingresó a la Escuela de Cadetes en 2002 y egresó en 2004, influenciada por su padre, un suboficial mayor retirado: “Al principio no fue fácil, él quería que uno de mis hermanos fuera policía. Con el tiempo entendió que se puede llegar de diferentes maneras”.
Finalmente, Díaz diferenció su rol institucional de su vida personal: “En mi casa me saco el uniforme y soy mamá, hija, tía. Muchas veces hay que dejar de ser policía y volver a ser Soledad, la que sabe hacer otras cosas”.
En el marco del Día de la Mujer Policía, la única comisario a cargo de una Seccional en Comodoro Rivadavia, Soledad Díaz, reflexionó sobre el significado de la fecha, los cambios en la fuerza y el lugar que hoy ocupan las mujeres en la sociedad.
“Por ahí el feliz día es siempre simbólico, porque es en relación a una primera mujer caída en acto de servicio”, señaló. “Se visibiliza la labor de las empleadas policiales y el esfuerzo que ponen día a día”.
La comisario Soledad Díaz destacó que en la actualidad el ingreso a la Policía del Chubut es mayoritariamente femenino y que “las mujeres se ponen a la par de los varones” en todas las funciones. Recordó que, años atrás, la falta de infraestructura dificultaba su incorporación. “Hoy ya se cuenta con todo el aparato preparado para recibir a las mujeres y a los varones”.
Respecto a la mirada de la comunidad hacia una jefa policial, aseguró: “He tenido aceptación, aunque algunas cosas costaron un poquito. Dialogar con la gente sobre fútbol o seguridad no tiene que ver con ser hombre o mujer, sino con estar formado para dar seguridad”.
Sobre el trabajo en casos de violencia de género, subrayó que la empatía no es exclusiva de un género: “Yo les enseño que lo importante es el respeto y ponerse en el lugar del otro. Un varón también puede intervenir y resolver situaciones con sensibilidad”.
En Comodoro Rivadavia, Díaz es actualmente la única mujer al frente de una comisaría convencional, la Seccional Sexta. “Es complejo decir si hay ambición de llegar a puestos de jerarquía, es muy personal. A mí me gusta el lugar en el que estoy y trabajo todos los días para mantenerlo”. Su vocación se consolidó en un contexto laboral difícil. Ingresó a la Escuela de Cadetes en 2002 y egresó en 2004, influenciada por su padre, un suboficial mayor retirado: “Al principio no fue fácil, él quería que uno de mis hermanos fuera policía. Con el tiempo entendió que se puede llegar de diferentes maneras”.
Finalmente, Díaz diferenció su rol institucional de su vida personal: “En mi casa me saco el uniforme y soy mamá, hija, tía. Muchas veces hay que dejar de ser policía y volver a ser Soledad, la que sabe hacer otras cosas”.