Los apicultores pedirán comprar abejas a otras provincias como Río Negro y Mendoza

Es porque tienen un clima parecido al de nuestra provincia. De esa manera podrán mantener la producción. La compra debe realizarse antes de fines de octubre. Por eso le pedirán celeridad al gobierno. Por razones climáticas se murieron el 90 por ciento de los insectos.

28 SEP 2013 - 21:55 | Actualizado

Los apicultores del valle no bajarán los brazos: comprarán abejas en Río Negro y Mendoza para seguir produciendo miel en la temporada que viene. Es la única manera de poder seguir con la actividad. Por eso, le pedirán ayuda al gobierno de la provincia. Y que los 900 mil pesos que llegaron desde nación se utilicen para beneficiar a los productores y no para otra cosa. Asó se lo expresó a Jornada Valeria Williams, una de las productoras. Será la única y posible manera de que el año que viene haya miel. “De lo contrario no tendremos. Simplemente porque no ha abejas. La mayoría se murió”, explicó la mujer.

La compra a esas dos provincias no es casualidad: tienen un clima muy parecido al de Chubut y por eso, las abejas podrían adaptarse más rápidamente. “Queremos fondos para comprar núcleos (asi se denominan a las familias de abejas) para traerlos a nuestra zona y poder producir. No va a ser fácil, pero es posible y es la única manera de mantenernos activos”, expresó la productora.

Los apicultores entregarán una nota al gobernador Martín Buzzi y a todos los funcionarios que tienen que ver con el tema. “No queremos plata, queremos abejas”, expresó Williams. También adelantó que necesitan que la comprar se haga lo antes posible. “Los núcleso deben desarrollarse antes de fines de octubre. Después no nos sirven. Nosotros creemos que si hay voluntad esto se resuelve rápido”.

Como informó Jornada, el 90 por ciento de las abejas del valle se murieron. Y por eso quienes se dedican a la apicultura vislumbran un futuro negro. Según todos los indicios, las muertes de produjeron por una razón climática: hubo un otoño demasiado largo que demoró la floración y con ello, las abejas se quedaron sin sus alimentos tradicionales como el polen, el néctar y la sacarosa.

Para alimentarse debieron hacer demasiado esfuerzo. Entonces se debilitaron y murieron. Hoy por hoy puede decirse que ya no quedan abejas en la zona del Valle Inferior del Río Chubut. Y eso también perjudica a otras áreas de la producción, como las cerezas ya que ante la ausencia del insecto no hubo polinización.

“Hace un año celebrábamos la primera exportación de miel. Pero ahora nos toca ver la otra cara”, expresó Williams que es propietaria de Apícola Patagónica Sur, una Pymes que reúne a varios productores de la zona. En su caso particular tenía 320 colmenas y ahora le quedan menos de 30. Puede hablarse de una pérdida casi total.

Otro que no la está pasando bien es el apicultor Ricardo Paéz, quien hace 12 años se dedica a la actividad en la que también colabora su hijo. Tenía 135 colmenas y después de la mortandad sólo le quedan 52. “Es una pérdida grande para nosotros”, le dijo Páez a Jornada. Tanía una producción de 1.800 kilos lo que ayudaba mucho a su economía familiar.

“Nosotros vendemos nuestra producción en el mercado interno. Tuvimos buenas temporadas. Pero ahora llegó esto. Y no sabemos cómo vamos a salir. Se nos murieron casi todas las abejas y es algo grave. Yo creo que debería declararse la emergencia en el sector y el gobierno tendría que darnos una ayuda para que podamos seguir trabajando”, agregó Páez.

El otoño largo les provocó a las abejas deficiencias nutricionales que le provocaron la muerte. En la zona del valle trabajan 24 productores de un total de 130 en toda la provincia. Hay algunas que se dedican a la actividad como hobby o para ocupar su tiempo libre. Pero otros, viven de la producción de miel por lo que esta situación les provocará un grave daño a la situación familiar.

Es de hacer notar que cuando el clima no la favorece, la abeja sale en busca de otros alimentos para poder sobrevivir. Uno de ellos es el mielato, una sustancia viscosa que cae de algunos árboles como los sauces y los álamos. Pero alimentarse de esa manera les consume mucho esfuerzo y energía y no se alimenta en forma correcta. Entonces se debilita y muere. Los productores mantuvieron una reunión el jueves pasado en Gaiman donde resolvieron hacer solicitudes al gobierno de la provincia. Pese a esta gran dificultad ellos quieren seguir adelante.

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28 SEP 2013 - 21:55

Los apicultores del valle no bajarán los brazos: comprarán abejas en Río Negro y Mendoza para seguir produciendo miel en la temporada que viene. Es la única manera de poder seguir con la actividad. Por eso, le pedirán ayuda al gobierno de la provincia. Y que los 900 mil pesos que llegaron desde nación se utilicen para beneficiar a los productores y no para otra cosa. Asó se lo expresó a Jornada Valeria Williams, una de las productoras. Será la única y posible manera de que el año que viene haya miel. “De lo contrario no tendremos. Simplemente porque no ha abejas. La mayoría se murió”, explicó la mujer.

La compra a esas dos provincias no es casualidad: tienen un clima muy parecido al de Chubut y por eso, las abejas podrían adaptarse más rápidamente. “Queremos fondos para comprar núcleos (asi se denominan a las familias de abejas) para traerlos a nuestra zona y poder producir. No va a ser fácil, pero es posible y es la única manera de mantenernos activos”, expresó la productora.

Los apicultores entregarán una nota al gobernador Martín Buzzi y a todos los funcionarios que tienen que ver con el tema. “No queremos plata, queremos abejas”, expresó Williams. También adelantó que necesitan que la comprar se haga lo antes posible. “Los núcleso deben desarrollarse antes de fines de octubre. Después no nos sirven. Nosotros creemos que si hay voluntad esto se resuelve rápido”.

Como informó Jornada, el 90 por ciento de las abejas del valle se murieron. Y por eso quienes se dedican a la apicultura vislumbran un futuro negro. Según todos los indicios, las muertes de produjeron por una razón climática: hubo un otoño demasiado largo que demoró la floración y con ello, las abejas se quedaron sin sus alimentos tradicionales como el polen, el néctar y la sacarosa.

Para alimentarse debieron hacer demasiado esfuerzo. Entonces se debilitaron y murieron. Hoy por hoy puede decirse que ya no quedan abejas en la zona del Valle Inferior del Río Chubut. Y eso también perjudica a otras áreas de la producción, como las cerezas ya que ante la ausencia del insecto no hubo polinización.

“Hace un año celebrábamos la primera exportación de miel. Pero ahora nos toca ver la otra cara”, expresó Williams que es propietaria de Apícola Patagónica Sur, una Pymes que reúne a varios productores de la zona. En su caso particular tenía 320 colmenas y ahora le quedan menos de 30. Puede hablarse de una pérdida casi total.

Otro que no la está pasando bien es el apicultor Ricardo Paéz, quien hace 12 años se dedica a la actividad en la que también colabora su hijo. Tenía 135 colmenas y después de la mortandad sólo le quedan 52. “Es una pérdida grande para nosotros”, le dijo Páez a Jornada. Tanía una producción de 1.800 kilos lo que ayudaba mucho a su economía familiar.

“Nosotros vendemos nuestra producción en el mercado interno. Tuvimos buenas temporadas. Pero ahora llegó esto. Y no sabemos cómo vamos a salir. Se nos murieron casi todas las abejas y es algo grave. Yo creo que debería declararse la emergencia en el sector y el gobierno tendría que darnos una ayuda para que podamos seguir trabajando”, agregó Páez.

El otoño largo les provocó a las abejas deficiencias nutricionales que le provocaron la muerte. En la zona del valle trabajan 24 productores de un total de 130 en toda la provincia. Hay algunas que se dedican a la actividad como hobby o para ocupar su tiempo libre. Pero otros, viven de la producción de miel por lo que esta situación les provocará un grave daño a la situación familiar.

Es de hacer notar que cuando el clima no la favorece, la abeja sale en busca de otros alimentos para poder sobrevivir. Uno de ellos es el mielato, una sustancia viscosa que cae de algunos árboles como los sauces y los álamos. Pero alimentarse de esa manera les consume mucho esfuerzo y energía y no se alimenta en forma correcta. Entonces se debilita y muere. Los productores mantuvieron una reunión el jueves pasado en Gaiman donde resolvieron hacer solicitudes al gobierno de la provincia. Pese a esta gran dificultad ellos quieren seguir adelante.