A 19 meses del crimen de Rodrigo Colihuinca, su padre pide el esclarecimiento del hecho

Hoy irá a Fiscalía para ver cómo marcha la causa.

15 OCT 2013 - 23:04 | Actualizado

Hoy se cumplen 19 meses que Rodrigo Colihuinca apareció sin vida en un descampado del barrio Malvinas Argentinas de Trelew. El crimen aún continúa impune y se hará una nueva autopsia con peritos de Buenos Aires. Su padre, Edelmiro Juan Colihuinca, expresó que “quiero agradecer la colaboración de todas las personas que nos ayudaron económicamente para contratar a estos peritos que harán una nueva autopsia en el cuerpo de mi hijo. Es la única esperanza para saber lo que realmente pasó. Yo quiero saber la verdad. Quiero saber cómo y porqué asesinaron a mi hijo y hasta ahora nadie me dio una respuesta. Ni el fiscal Moyano, ni la Policía, ni nadie”, apuntó.

Añadió que “hubo errores graves en la investigación de la causa. La fiscal no se presentó en el lugar donde apareció el cuerpo de Rodrigo, la escena no fue cuidada, desaparecieron pruebas. Es muy grave y realmente me siento discriminado e ignorado.

A mí me mataron un hijo y nunca me pusieron custodia. Con el celular encontrado, no hicieron ningún peritaje, igual que con la computadora de mi hijo. Los órganos de Rodrigo se los llevaron y nunca volvieron”.

“Me prometieron un montón de cosas y a excepción de algunos funcionarios, los demás no cumplieron y ya me cansé de enviarles notas como al secretario José Glinski y a los de Asuntos Indígenas, pero no he obtenido ninguna respuesta”, graficó.

El hallazgo

Eran cerca de las 3 de la tarde del jueves 15 de marzo del 2012, cuando Rodrigo Colihuinca se despidió de su papá para dirigirse a realizar un trabajo práctico de la escuela. Esa sería la última vez que Juan vería a su hijo con vida. La próxima vez que volvió a saber de él fue la mañana del 17 de marzo cuando se presentó en la Fiscalía y allí le mostraron unas prendas de vestir que reconoció que eran de su hijo.

El cuerpo de Rodrigo había sido hallado la tarde del día anterior en un descampado ubicado en las inmediaciones del barrio Malvinas Argentinas. Los restos del joven reflejaban una saña desmedida en contra de la víctima, decapitado y con varias partes de su fisonomía seccionadas, la escena no tenía nada que envidiarle a una película de terror.

Frente a este panorama, lo efectivos que acudieron al lugar cerca de las 16:45 de aquel día decidieron dar aviso de inmediato a la fiscal Mirta Moreno para que se haga presente en el lugar. Sin embargo, la representante del Ministerio Público Fiscal les habría respondido “que las circunstancias del hecho no ameritaban su presencia en el lugar”, según aseguró Juan Colihuinca, quien rescató esta información del expediente de la causa.

Sin custodia

Personal de Criminalística trabajó en el sitio hasta que hubo luz solar y luego dieron por finalizada su labor para continuar al día siguiente cerca de las 9:45. “No preservaron el lugar, no pusieron una cinta que impida el acceso al lugar, no pusieron una custodia, no hicieron nada bien. La investigación del crimen de Rodrigo empezó mal”, precisó Juan Colihuinca.

La preocupación del padre de la víctima es fundada ya que aseguró que “se pudieron perder pruebas valiosas durante la noche”.

Juan Colihuinca confesó que no pudo ver el cuerpo de su hijo, sólo reconoció algunas de sus prendas. La última imagen que tenía en su mente era la despedida de aquel 15 de marzo hasta que meses atrás tuvo la oportunidad de acceder a las fotografías tomadas por los forenses y observar el estado en el que fue hallado el cadáver de su hijo.

A 19 meses del homicidio de Rodrigo no existen por el momento sospechosos, todavía no fue determinada la causa de la muerte, aunque sí podría reconstruirse la dinámica del crimen. Aunque sin duda los errores cometidos durante las primeras horas del hallazgo han ido en detrimento del esclarecimiento del hecho.

Enterate de las noticias de POLICIALES a través de nuestro newsletter

Anotate para recibir las noticias más importantes de esta sección.

Te podés dar de baja en cualquier momento con un solo clic.
15 OCT 2013 - 23:04

Hoy se cumplen 19 meses que Rodrigo Colihuinca apareció sin vida en un descampado del barrio Malvinas Argentinas de Trelew. El crimen aún continúa impune y se hará una nueva autopsia con peritos de Buenos Aires. Su padre, Edelmiro Juan Colihuinca, expresó que “quiero agradecer la colaboración de todas las personas que nos ayudaron económicamente para contratar a estos peritos que harán una nueva autopsia en el cuerpo de mi hijo. Es la única esperanza para saber lo que realmente pasó. Yo quiero saber la verdad. Quiero saber cómo y porqué asesinaron a mi hijo y hasta ahora nadie me dio una respuesta. Ni el fiscal Moyano, ni la Policía, ni nadie”, apuntó.

Añadió que “hubo errores graves en la investigación de la causa. La fiscal no se presentó en el lugar donde apareció el cuerpo de Rodrigo, la escena no fue cuidada, desaparecieron pruebas. Es muy grave y realmente me siento discriminado e ignorado.

A mí me mataron un hijo y nunca me pusieron custodia. Con el celular encontrado, no hicieron ningún peritaje, igual que con la computadora de mi hijo. Los órganos de Rodrigo se los llevaron y nunca volvieron”.

“Me prometieron un montón de cosas y a excepción de algunos funcionarios, los demás no cumplieron y ya me cansé de enviarles notas como al secretario José Glinski y a los de Asuntos Indígenas, pero no he obtenido ninguna respuesta”, graficó.

El hallazgo

Eran cerca de las 3 de la tarde del jueves 15 de marzo del 2012, cuando Rodrigo Colihuinca se despidió de su papá para dirigirse a realizar un trabajo práctico de la escuela. Esa sería la última vez que Juan vería a su hijo con vida. La próxima vez que volvió a saber de él fue la mañana del 17 de marzo cuando se presentó en la Fiscalía y allí le mostraron unas prendas de vestir que reconoció que eran de su hijo.

El cuerpo de Rodrigo había sido hallado la tarde del día anterior en un descampado ubicado en las inmediaciones del barrio Malvinas Argentinas. Los restos del joven reflejaban una saña desmedida en contra de la víctima, decapitado y con varias partes de su fisonomía seccionadas, la escena no tenía nada que envidiarle a una película de terror.

Frente a este panorama, lo efectivos que acudieron al lugar cerca de las 16:45 de aquel día decidieron dar aviso de inmediato a la fiscal Mirta Moreno para que se haga presente en el lugar. Sin embargo, la representante del Ministerio Público Fiscal les habría respondido “que las circunstancias del hecho no ameritaban su presencia en el lugar”, según aseguró Juan Colihuinca, quien rescató esta información del expediente de la causa.

Sin custodia

Personal de Criminalística trabajó en el sitio hasta que hubo luz solar y luego dieron por finalizada su labor para continuar al día siguiente cerca de las 9:45. “No preservaron el lugar, no pusieron una cinta que impida el acceso al lugar, no pusieron una custodia, no hicieron nada bien. La investigación del crimen de Rodrigo empezó mal”, precisó Juan Colihuinca.

La preocupación del padre de la víctima es fundada ya que aseguró que “se pudieron perder pruebas valiosas durante la noche”.

Juan Colihuinca confesó que no pudo ver el cuerpo de su hijo, sólo reconoció algunas de sus prendas. La última imagen que tenía en su mente era la despedida de aquel 15 de marzo hasta que meses atrás tuvo la oportunidad de acceder a las fotografías tomadas por los forenses y observar el estado en el que fue hallado el cadáver de su hijo.

A 19 meses del homicidio de Rodrigo no existen por el momento sospechosos, todavía no fue determinada la causa de la muerte, aunque sí podría reconstruirse la dinámica del crimen. Aunque sin duda los errores cometidos durante las primeras horas del hallazgo han ido en detrimento del esclarecimiento del hecho.