Doris Steimbach, mamá con guantes

Sus tres hijos (Walter, Lucas y Soledad) son boxeadores reconocidos a nivel nacional e internacional. Además su nieto realiza este deporte y ella también entrena. En esta nota exclusiva con Jornada cuenta cómo es y qué significa ser la mamá de los Matthysse.

19 OCT 2013 - 22:13 | Actualizado

Doris Steimbach, como toda madre, tiene su historia particular de vida. Doris es la mamá de los Matthysse de Trelew, familia de boxeadores: Walter, Lucas y Soledad son sus hijos, y como si fuera poco su nieto Ezequiel, también se metió de lleno en el deporte de los guantes. Pero ella no se queda atrás porque también entrena boxeo para mantenerse en forma.

En esta nota, que le dio a Jornada, cuenta cómo se sufre siendo la madre de boxeadores pero a la vez se justifica porque al papá de los Matthysse lo conoció relacionado al boxeo.

- ¿Cómo se hace para no sufrir teniendo tres hijos y un nieto boxeadores?

- Se sufre. Incluso hasta yo estuve arriba del ring porque tuve una pelea. La experiencia fue linda. Fue una sola pero hay que estar ahí arriba, más con que suben estos chicos no es fácil. La verdad que se sufre.

Ahora (tras la visita de Lucas) estoy muy contenta y feliz, viéndolo recuperado porque nos asustamos un poco con la pelea (el pasado 14 de septiembre cuando Lucas peleó con Danny García en Las Vegas). Ver ese ojo (prácticamente cerrado) para mí fue duro.

- ¿Alguna vez pasó por su cabeza que iba a tener tres boxeadores en su familia?

- No. Esta bien que al papá lo conocí boxeador pero era como que no pintaban para el boxeo. Walter bailaba folclore, era un “Gardel” bailando folclore. Siempre me decían: “Es más para modelo Walter que para estar arriba del ring”. Y Sole se integró después, ya de grande y a Lucas es como que yo lo empujé para sacarlo un poco de la calle. Es verdad que el boxeo o cualquier deporte te saca de la calle. Le dijo: “Bueno, andá al gimnasio con tu padre” y así se fueron integrando todos.

- ¿Lucas siempre fue muy profesional?

- Sí. Lucas es como que lo tomó más enserio. Se puso una meta y la cumplió. La verdad que le salió bien y la sigue luchando. Es mucho sacrificio. Hace tres años que él no tiene una navidad, una fiesta, nada porque incluso me voy yo para las fiestas. Una fiesta la pasó tapado en nieve en Estados Unidos. Me acuerdo qué tristeza que fue pero él siempre habla con ese aliento: “Estoy bien, estoy bien” pero por dentro va la procesión. La verdad que es de fierro el “Negro”.

- Hablando de sufrir, la sufrió antes con Walter.

- Con Walter sufría mucho más. Con Walter me han pasado cosas feas porque siempre tuvo ese problema del pesaje. Subir a la balanza ya era un sufrimiento para todos y después la pelea. Con Lucas ya más tranquila porque lo veo como que él entrena, entrena, vive para entrenar. Y Sole es otra guerrera como Lucas, la “flaca” vive para el gimnasio. No ha tenido peleas fáciles.

- ¿Ya es una especialista en el boxeo por todo lo que le tocó vivir?

- No, son mis chiquitos que boxean. No me cambia nada.

- ¿Y con el nieto cómo hace?

- Es mi chiquito más bonito. Se sufre también. Creo que Ezequiel nos sorprendió a todos porque es un chico tan cerrado, calladito y un día empezó a ir al gimnasio, se prendió mucho con Sole y Mario. El año pasado fue a entrenar en las vacaciones con Lucas a Junín y ahí pasó navidad y año nuevo y vio las cosas diferentes, que es enserio. Él entrenó a la par de su tío y anda re bien.

- Como toda madre, ¿orgullosa de sus hijos?

- Si, muy orgullosa, me llenan. Los defiendo a muerte. No hay nada que me haga decaer de mis hijos. Tienen el apoyo mío.

- ¿Lucas no la ha invitado a alguna pelea a Estados Unidos?

- Todavía no pero ya me van a llevar. El pasaporte está hecho, falta la invitación nomás.

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19 OCT 2013 - 22:13

Doris Steimbach, como toda madre, tiene su historia particular de vida. Doris es la mamá de los Matthysse de Trelew, familia de boxeadores: Walter, Lucas y Soledad son sus hijos, y como si fuera poco su nieto Ezequiel, también se metió de lleno en el deporte de los guantes. Pero ella no se queda atrás porque también entrena boxeo para mantenerse en forma.

En esta nota, que le dio a Jornada, cuenta cómo se sufre siendo la madre de boxeadores pero a la vez se justifica porque al papá de los Matthysse lo conoció relacionado al boxeo.

- ¿Cómo se hace para no sufrir teniendo tres hijos y un nieto boxeadores?

- Se sufre. Incluso hasta yo estuve arriba del ring porque tuve una pelea. La experiencia fue linda. Fue una sola pero hay que estar ahí arriba, más con que suben estos chicos no es fácil. La verdad que se sufre.

Ahora (tras la visita de Lucas) estoy muy contenta y feliz, viéndolo recuperado porque nos asustamos un poco con la pelea (el pasado 14 de septiembre cuando Lucas peleó con Danny García en Las Vegas). Ver ese ojo (prácticamente cerrado) para mí fue duro.

- ¿Alguna vez pasó por su cabeza que iba a tener tres boxeadores en su familia?

- No. Esta bien que al papá lo conocí boxeador pero era como que no pintaban para el boxeo. Walter bailaba folclore, era un “Gardel” bailando folclore. Siempre me decían: “Es más para modelo Walter que para estar arriba del ring”. Y Sole se integró después, ya de grande y a Lucas es como que yo lo empujé para sacarlo un poco de la calle. Es verdad que el boxeo o cualquier deporte te saca de la calle. Le dijo: “Bueno, andá al gimnasio con tu padre” y así se fueron integrando todos.

- ¿Lucas siempre fue muy profesional?

- Sí. Lucas es como que lo tomó más enserio. Se puso una meta y la cumplió. La verdad que le salió bien y la sigue luchando. Es mucho sacrificio. Hace tres años que él no tiene una navidad, una fiesta, nada porque incluso me voy yo para las fiestas. Una fiesta la pasó tapado en nieve en Estados Unidos. Me acuerdo qué tristeza que fue pero él siempre habla con ese aliento: “Estoy bien, estoy bien” pero por dentro va la procesión. La verdad que es de fierro el “Negro”.

- Hablando de sufrir, la sufrió antes con Walter.

- Con Walter sufría mucho más. Con Walter me han pasado cosas feas porque siempre tuvo ese problema del pesaje. Subir a la balanza ya era un sufrimiento para todos y después la pelea. Con Lucas ya más tranquila porque lo veo como que él entrena, entrena, vive para entrenar. Y Sole es otra guerrera como Lucas, la “flaca” vive para el gimnasio. No ha tenido peleas fáciles.

- ¿Ya es una especialista en el boxeo por todo lo que le tocó vivir?

- No, son mis chiquitos que boxean. No me cambia nada.

- ¿Y con el nieto cómo hace?

- Es mi chiquito más bonito. Se sufre también. Creo que Ezequiel nos sorprendió a todos porque es un chico tan cerrado, calladito y un día empezó a ir al gimnasio, se prendió mucho con Sole y Mario. El año pasado fue a entrenar en las vacaciones con Lucas a Junín y ahí pasó navidad y año nuevo y vio las cosas diferentes, que es enserio. Él entrenó a la par de su tío y anda re bien.

- Como toda madre, ¿orgullosa de sus hijos?

- Si, muy orgullosa, me llenan. Los defiendo a muerte. No hay nada que me haga decaer de mis hijos. Tienen el apoyo mío.

- ¿Lucas no la ha invitado a alguna pelea a Estados Unidos?

- Todavía no pero ya me van a llevar. El pasaporte está hecho, falta la invitación nomás.


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