El joven indicó que contrató una abogada para cambiarse el apellido, porque consideró que es "llevar una etiqueta", que entre otros problemas le dificulta la posibilidad de conseguir trabajo.
"¿Para qué llevar un apellido que a mí me hace mal? Porque si le hace mal a la gente, no tiene sentido", afirmó, expresando su malestar con su padre, Jorge Priebke, quien, entrevistado por la agencia ANSA propuso sarcásticamente que "entierren en Israel" al criminal nazi.
"Yo no estoy de acuerdo con lo que dijo, porque se sigue lastimando gente, otra vez. Me parece que lo más apropiado hubiera sido no decir nada, no dar notas directamente. Cuando el periodista dice (en la nota) que (Jorge Priebke) es fiel a su ideología nazi, me cayó pesadísimo", consideró.
Enfatizó que él no piensa de esa manera: "no quiero que me relacionen con eso en ningún momento, porque no soy así, me cayó muy pesado eso", expresó.
En diálogo con la agencia local ANBariloche, Tomás también relató que sus padres se separaron cuando él tenía 2 años, y que desde entonces que no ve a su padre, quien los abandonó por completo.
Ambos progenitores sufren problemas mentales, y además el joven Tomás con su madre pasaron por un trance económico muy crítico, que incluso los llevó a vivir en un colectivo abandonado, alimentándose de la caridad de los vecinos.
Luego él fue consiguiendo distintos trabajos y pudo salir de la situación y ayudar a su madre, hasta que ahora volvió a quedar desempleado, según consideró, debido "al apellido".
Reconoció que la comunidad no lo maltrató por eso, salvo en la primaria, donde algunos compañeros lo hostigaban asegurando que sus familiares habían sido víctimas de Priebke.
"Pensando ahora me parece que eso fue totalmente cruel (...) porque chicos de 5, 6 o 7 años no procesan eso, venía de sus padres. Entonces me parece que hacer sentir mal a una persona, a un nenito de 7 años, me parece cruel", señaló.
Aseguró que no tiene interés económico alguno con la eventual herencia del nazi, sin informar de qué patrimonio se trata, que podría perder al cambiarse el apellido.
"Prefiero la tranquilidad. Todo el tiempo siento que la gente me quiere remarcar, o decir algo. Entonces no, quiero hacer una vida normal. De hecho en todo momento me relacionan con esa gente. No puedo ir a un lugar público porque saben quién soy. Es como que no me ven como Tomás, sino como `el nieto de´", sostuvo.
“Quiero cortar con tanto dolor, darle un cierre a esta historia”, afirmó.
El joven indicó que contrató una abogada para cambiarse el apellido, porque consideró que es "llevar una etiqueta", que entre otros problemas le dificulta la posibilidad de conseguir trabajo.
"¿Para qué llevar un apellido que a mí me hace mal? Porque si le hace mal a la gente, no tiene sentido", afirmó, expresando su malestar con su padre, Jorge Priebke, quien, entrevistado por la agencia ANSA propuso sarcásticamente que "entierren en Israel" al criminal nazi.
"Yo no estoy de acuerdo con lo que dijo, porque se sigue lastimando gente, otra vez. Me parece que lo más apropiado hubiera sido no decir nada, no dar notas directamente. Cuando el periodista dice (en la nota) que (Jorge Priebke) es fiel a su ideología nazi, me cayó pesadísimo", consideró.
Enfatizó que él no piensa de esa manera: "no quiero que me relacionen con eso en ningún momento, porque no soy así, me cayó muy pesado eso", expresó.
En diálogo con la agencia local ANBariloche, Tomás también relató que sus padres se separaron cuando él tenía 2 años, y que desde entonces que no ve a su padre, quien los abandonó por completo.
Ambos progenitores sufren problemas mentales, y además el joven Tomás con su madre pasaron por un trance económico muy crítico, que incluso los llevó a vivir en un colectivo abandonado, alimentándose de la caridad de los vecinos.
Luego él fue consiguiendo distintos trabajos y pudo salir de la situación y ayudar a su madre, hasta que ahora volvió a quedar desempleado, según consideró, debido "al apellido".
Reconoció que la comunidad no lo maltrató por eso, salvo en la primaria, donde algunos compañeros lo hostigaban asegurando que sus familiares habían sido víctimas de Priebke.
"Pensando ahora me parece que eso fue totalmente cruel (...) porque chicos de 5, 6 o 7 años no procesan eso, venía de sus padres. Entonces me parece que hacer sentir mal a una persona, a un nenito de 7 años, me parece cruel", señaló.
Aseguró que no tiene interés económico alguno con la eventual herencia del nazi, sin informar de qué patrimonio se trata, que podría perder al cambiarse el apellido.
"Prefiero la tranquilidad. Todo el tiempo siento que la gente me quiere remarcar, o decir algo. Entonces no, quiero hacer una vida normal. De hecho en todo momento me relacionan con esa gente. No puedo ir a un lugar público porque saben quién soy. Es como que no me ven como Tomás, sino como `el nieto de´", sostuvo.
“Quiero cortar con tanto dolor, darle un cierre a esta historia”, afirmó.