Madiba, como se le conoce en Sudáfrica, quizás el estadista más amado del mundo y un “showman” natural, murió en Johannesburgo tras pasar los últimos años de su vida alejado de la vida pública y batallando contra una enfermedad pulmonar.
Mandela pasa a la historia no solamente por ser el primer presidente democrático de Sudáfrica sino también por conseguir poner fin a la segregación racial. El premio Nobel de la Paz logró convertirse en héroe, no solo de una nación sino de todo el mundo. Nelson Rolihlahla Mandela nació el 18 de julio de 1918, en Mvezo, un pueblo sudafricano con apenas 300 habitantes. Luego de la escuela secundaria comenzó a estudiar en el Colegio Universitario de Fort Hare para obtener su título de Bachiller en Artes. Allí fue elegido como miembro del Consejo de Representantes Estudiantiles, siendo más tarde expulsado junto con un compañero, por participar en una huelga estudiantil. Se trasladó a Johannesburgo, donde en 1941 completó sus estudios de bachillerato a distancia en la Unisa. Estudió derecho en la Universidad de Wiswatersrand, donde se recibió en 1942. Dos años más tarde ingresó al Congreso Nacional Africano, un movimiento de lucha contra la opresión de los negros sudafricanos. Su ideología se basaba en un socialismo africano, es decir, nacionalista, antirracista y antiimperialista. Aunque en un principio sólo defendían los derechos de su propio grupo, terminaron haciéndolo con la unión de los distintos grupos culturales de raza negra para desarrollar una estrategia común y así proteger sus intereses y luchar en contra del Apartheid, creado en 1948, cuando llegó al poder sudafricano el Partido Nacional, que institucionalizó la segregación racial creando esta política.
En 1952, Mandela, luego de una represión que produjo 8.000 detenciones, incluyendo la de él, fue recluido en Johannesburgo, donde estableció el primer estudio de abogados negros de Sudáfrica. Al cumplir su condena, reapareció en público tres años después. Por su parte, en 1961, Mandela fue elegido secretario honorario del Congreso de Acción Nacional de Toda Africa, un nuevo movimiento clandestino que adoptó el sabotaje como medio de lucha contra el régimen de la recién proclamada República Sudafricana; mientras, continuaba dirigiendo el ANC. Su estrategia se centró en atacar instalaciones de importancia económica o de valor simbólico, excluyendo atentar contra vidas humanas. De esta manera, en 1962, viajó por diversos países africanos recaudando fondos, recibiendo instrucción militar y haciendo propaganda de la causa sudafricana, por lo que a su regreso fue detenido y condenado a cinco años de cárcel. Pero un juicio posterior, contra los dirigentes de la Lanza de la Nación, lo condenó a cadena perpetua en 1964, año en que fue nombrado presidente del ANC. Estuvo preso en penosas condiciones durante 27 años. Durante ese tiempo el gobierno de Sudáfrica rechazó todas las peticiones para que fuera puesto en libertad. Fue así como el mito creció, convirtiéndose en un símbolo de la lucha contra el Apartheid, dentro y fuera del país. Finalmente, Frederik De Klerk, presidente de la República por el Partido Nacional, liberó a Mandela en 1990, convirtiéndolo en su principal interlocutor para negociar el proceso de democratización. Ambos compartieron el Nobel de la Paz en 1993. Un año más tarde Mandela se convirtió en el primer presidente negro de Sudáfrica.
Madiba, como se le conoce en Sudáfrica, quizás el estadista más amado del mundo y un “showman” natural, murió en Johannesburgo tras pasar los últimos años de su vida alejado de la vida pública y batallando contra una enfermedad pulmonar.
Mandela pasa a la historia no solamente por ser el primer presidente democrático de Sudáfrica sino también por conseguir poner fin a la segregación racial. El premio Nobel de la Paz logró convertirse en héroe, no solo de una nación sino de todo el mundo. Nelson Rolihlahla Mandela nació el 18 de julio de 1918, en Mvezo, un pueblo sudafricano con apenas 300 habitantes. Luego de la escuela secundaria comenzó a estudiar en el Colegio Universitario de Fort Hare para obtener su título de Bachiller en Artes. Allí fue elegido como miembro del Consejo de Representantes Estudiantiles, siendo más tarde expulsado junto con un compañero, por participar en una huelga estudiantil. Se trasladó a Johannesburgo, donde en 1941 completó sus estudios de bachillerato a distancia en la Unisa. Estudió derecho en la Universidad de Wiswatersrand, donde se recibió en 1942. Dos años más tarde ingresó al Congreso Nacional Africano, un movimiento de lucha contra la opresión de los negros sudafricanos. Su ideología se basaba en un socialismo africano, es decir, nacionalista, antirracista y antiimperialista. Aunque en un principio sólo defendían los derechos de su propio grupo, terminaron haciéndolo con la unión de los distintos grupos culturales de raza negra para desarrollar una estrategia común y así proteger sus intereses y luchar en contra del Apartheid, creado en 1948, cuando llegó al poder sudafricano el Partido Nacional, que institucionalizó la segregación racial creando esta política.
En 1952, Mandela, luego de una represión que produjo 8.000 detenciones, incluyendo la de él, fue recluido en Johannesburgo, donde estableció el primer estudio de abogados negros de Sudáfrica. Al cumplir su condena, reapareció en público tres años después. Por su parte, en 1961, Mandela fue elegido secretario honorario del Congreso de Acción Nacional de Toda Africa, un nuevo movimiento clandestino que adoptó el sabotaje como medio de lucha contra el régimen de la recién proclamada República Sudafricana; mientras, continuaba dirigiendo el ANC. Su estrategia se centró en atacar instalaciones de importancia económica o de valor simbólico, excluyendo atentar contra vidas humanas. De esta manera, en 1962, viajó por diversos países africanos recaudando fondos, recibiendo instrucción militar y haciendo propaganda de la causa sudafricana, por lo que a su regreso fue detenido y condenado a cinco años de cárcel. Pero un juicio posterior, contra los dirigentes de la Lanza de la Nación, lo condenó a cadena perpetua en 1964, año en que fue nombrado presidente del ANC. Estuvo preso en penosas condiciones durante 27 años. Durante ese tiempo el gobierno de Sudáfrica rechazó todas las peticiones para que fuera puesto en libertad. Fue así como el mito creció, convirtiéndose en un símbolo de la lucha contra el Apartheid, dentro y fuera del país. Finalmente, Frederik De Klerk, presidente de la República por el Partido Nacional, liberó a Mandela en 1990, convirtiéndolo en su principal interlocutor para negociar el proceso de democratización. Ambos compartieron el Nobel de la Paz en 1993. Un año más tarde Mandela se convirtió en el primer presidente negro de Sudáfrica.