A pesar de los tiempos que corren existen muchas historias de amor y sin duda esta es una de ellas. “El Chino” Benítez tiene 56 años y vive en Puerto Madryn junto a su pequeña hija de diez meses, Sofía. Ambos el 29 de septiembre perdieron lo que más querían: Adria Nahuelcheo. La docente de 36 años fue sometida a una Tenoplastía dedo pulgar en un sanatorio de Trelew pero al finalizar la intervención sufrió un paro cardiorrespiratorio que la dejo en un coma irreversible. Luego de tres días de agonía murió. De acuerdo a los dichos del propio anestesiólogo se trató de un error en la administración de las drogas para sedarla.<br />Lejos de encontrarse avasallado por todo lo ocurrido, “El Chino” junto a su hija impulsan una ley que reglamente este tipo de procedimientos quirúrgicos, a la vez que reclaman Justicia por la muerte de su ser amado.<br />“Fueron 18 años de amor verdadero. Ella era una mujer admirable. Yo no puedo dejar que su muerte haya sido en vano. Estoy seguro que ella haría lo mismo por mí”, explicó Benítez en relación a su lucha por poner en vigencia esta normativa que dio en llamar, Ley Adria.<br />“Lo que me pasó fue terrible y no quiero que a nadie más le ocurra. Por eso es necesario evaluar una solución de fondo”, argumentó “El Chino”. Según su escalofriante denuncia la muerte de Adria es sólo la punta del iceberg, ya que no se trata de un caso aislado. Por tal motivo, enfatizó en la existencia de una “mafia” detrás del negocio de las intervenciones quirúrgicas para sacarle más dinero a las obras sociales. <br />La anestesia<br /> Benítez declaró que en muchas oportunidades se aplica anestesia total cuando la operación amerita una anestesia local sólo por cuestiones financieras, ya que en el segundo de los casos las obras sociales no autorizan la internación por lo que el médico tiene que pagar el alquiler de la sala de intervención quirúrgica. La única manera de ahorrarse dinero y de que todos los demás obtengan plata fácil es hacerle una anestesia total. De esa forma se paga por pensión, comida, cama y se le abonan los honorarios a todos los integrantes del equipo médico. <br />El miércoles 29 de septiembre se levantaron temprano Adria, “El Chino” y Sofia, tenían que llegar a tiempo para la intervención quirúrgica. Se trataría de una operación menor y antes de finalizar el día estarían de nuevo en su hogar. Nada hacía presagiar el terrible desenlace.<br />Llegaron al sanatorio trelewense y una empleada los recibió. A ella le entregaron los estudios y la documentación para la intervención. En ese momento, le hicieron firmar una autorización a Adria para llevar a cabo el procedimiento, que debido al apuro no pudo alcanzar a leer.<br />Luego pasó a una sala hasta el momento que fue trasladada al quirófano. “No sabía que estaba en la antesala de la cámara de gas. El amor de mi vida entró al quirófano viva y me la devolvieron en un cajón”, confesó Benítez. Todo fue muy rápido, sólo un pequeño beso de despedida y un libro que aún espera ser leído quedaron como recuerdos de aquella habitación.<br />Malas noticias<br /> Horas más tarde llegó una noticia que jamás esperó recibir. Adría había sufrido un paro cardiorrespiratorio al salir de la operación y había quedado en un coma irreversible. “Me dijeron que tuvo un paro y estaba muy grave, el propio anestesiólogo admitió que fue su error”, reveló “El Chino”. Pero esa era solo parte de la verdad que después descubriría. Adria se encontraba en realidad en un coma cuatro con muerte cerebral. Según pudo saber, su esposa al momento de sufrir la descompensación en la sala de cirugía no estaban las drogas para poder reanimarla por lo que tuvieron que salir corriendo a buscarlas a Terapia Intensiva. Recién el pasado 21 de octubre el quirófano de esta clínica incorporó el material necesario y repuso el cardiorrespirador porque el que tenían era obsoleto.<br />“Sin duda hubo mala praxis, porque se trataba de una cirugía menor y mi mujer murió. Alguien no hizo las cosas bien evidentemente”, aseguró Benítez. Él previniendo lo peor, a pesar de su dolor, el viernes por la mañana realizó la denuncia de lo ocurrido ante el Ministerio Público Fiscal de Trelew. Esa noche Adria murió. Al día siguiente un funcionario de la fiscalía fue al sanatorio y secuestró la historia clínica de la paciente, además de otras pruebas.<br />La celeridad de la denuncia permitió obtener ciertas pruebas que resultan irrefutables. Pero aún falta indagar a los testigos del hecho aquellos que estuvieron en el quirófano, y a quienes lo asistieron en todas las diligencias.<br />“Alguno va a tener que decir la verdad de lo que pasó”, sostuvo “El Chino”. Aunque también admitió que han existido muchos casos de este tipo y han quedado en la nada porque “se tapan unos a otros”. Es por esta razón que su lucha es más profunda que no se conforma sólo con lograr que se haga Justicia, también quiere que se sancione la Ley Adria que reglamenta este tipo de procedimientos médicos para evitar que sigan habiendo casos como el de su esposa.<br />“No quiero que la muerte de Adria sea en vano. Tengo que luchar por esta ley, porque si llega a existir otro caso similar no me lo perdonaría”, señaló Benítez a la vez que agregó “además es por mi hija cada noche cuando la veo tomada de mi brazo y buscando a su madre quiero que en un futuro tenga la satisfacción que la muerte de su madre sirvió para algo”. #<br />
A pesar de los tiempos que corren existen muchas historias de amor y sin duda esta es una de ellas. “El Chino” Benítez tiene 56 años y vive en Puerto Madryn junto a su pequeña hija de diez meses, Sofía. Ambos el 29 de septiembre perdieron lo que más querían: Adria Nahuelcheo. La docente de 36 años fue sometida a una Tenoplastía dedo pulgar en un sanatorio de Trelew pero al finalizar la intervención sufrió un paro cardiorrespiratorio que la dejo en un coma irreversible. Luego de tres días de agonía murió. De acuerdo a los dichos del propio anestesiólogo se trató de un error en la administración de las drogas para sedarla.<br />Lejos de encontrarse avasallado por todo lo ocurrido, “El Chino” junto a su hija impulsan una ley que reglamente este tipo de procedimientos quirúrgicos, a la vez que reclaman Justicia por la muerte de su ser amado.<br />“Fueron 18 años de amor verdadero. Ella era una mujer admirable. Yo no puedo dejar que su muerte haya sido en vano. Estoy seguro que ella haría lo mismo por mí”, explicó Benítez en relación a su lucha por poner en vigencia esta normativa que dio en llamar, Ley Adria.<br />“Lo que me pasó fue terrible y no quiero que a nadie más le ocurra. Por eso es necesario evaluar una solución de fondo”, argumentó “El Chino”. Según su escalofriante denuncia la muerte de Adria es sólo la punta del iceberg, ya que no se trata de un caso aislado. Por tal motivo, enfatizó en la existencia de una “mafia” detrás del negocio de las intervenciones quirúrgicas para sacarle más dinero a las obras sociales. <br />La anestesia<br /> Benítez declaró que en muchas oportunidades se aplica anestesia total cuando la operación amerita una anestesia local sólo por cuestiones financieras, ya que en el segundo de los casos las obras sociales no autorizan la internación por lo que el médico tiene que pagar el alquiler de la sala de intervención quirúrgica. La única manera de ahorrarse dinero y de que todos los demás obtengan plata fácil es hacerle una anestesia total. De esa forma se paga por pensión, comida, cama y se le abonan los honorarios a todos los integrantes del equipo médico. <br />El miércoles 29 de septiembre se levantaron temprano Adria, “El Chino” y Sofia, tenían que llegar a tiempo para la intervención quirúrgica. Se trataría de una operación menor y antes de finalizar el día estarían de nuevo en su hogar. Nada hacía presagiar el terrible desenlace.<br />Llegaron al sanatorio trelewense y una empleada los recibió. A ella le entregaron los estudios y la documentación para la intervención. En ese momento, le hicieron firmar una autorización a Adria para llevar a cabo el procedimiento, que debido al apuro no pudo alcanzar a leer.<br />Luego pasó a una sala hasta el momento que fue trasladada al quirófano. “No sabía que estaba en la antesala de la cámara de gas. El amor de mi vida entró al quirófano viva y me la devolvieron en un cajón”, confesó Benítez. Todo fue muy rápido, sólo un pequeño beso de despedida y un libro que aún espera ser leído quedaron como recuerdos de aquella habitación.<br />Malas noticias<br /> Horas más tarde llegó una noticia que jamás esperó recibir. Adría había sufrido un paro cardiorrespiratorio al salir de la operación y había quedado en un coma irreversible. “Me dijeron que tuvo un paro y estaba muy grave, el propio anestesiólogo admitió que fue su error”, reveló “El Chino”. Pero esa era solo parte de la verdad que después descubriría. Adria se encontraba en realidad en un coma cuatro con muerte cerebral. Según pudo saber, su esposa al momento de sufrir la descompensación en la sala de cirugía no estaban las drogas para poder reanimarla por lo que tuvieron que salir corriendo a buscarlas a Terapia Intensiva. Recién el pasado 21 de octubre el quirófano de esta clínica incorporó el material necesario y repuso el cardiorrespirador porque el que tenían era obsoleto.<br />“Sin duda hubo mala praxis, porque se trataba de una cirugía menor y mi mujer murió. Alguien no hizo las cosas bien evidentemente”, aseguró Benítez. Él previniendo lo peor, a pesar de su dolor, el viernes por la mañana realizó la denuncia de lo ocurrido ante el Ministerio Público Fiscal de Trelew. Esa noche Adria murió. Al día siguiente un funcionario de la fiscalía fue al sanatorio y secuestró la historia clínica de la paciente, además de otras pruebas.<br />La celeridad de la denuncia permitió obtener ciertas pruebas que resultan irrefutables. Pero aún falta indagar a los testigos del hecho aquellos que estuvieron en el quirófano, y a quienes lo asistieron en todas las diligencias.<br />“Alguno va a tener que decir la verdad de lo que pasó”, sostuvo “El Chino”. Aunque también admitió que han existido muchos casos de este tipo y han quedado en la nada porque “se tapan unos a otros”. Es por esta razón que su lucha es más profunda que no se conforma sólo con lograr que se haga Justicia, también quiere que se sancione la Ley Adria que reglamenta este tipo de procedimientos médicos para evitar que sigan habiendo casos como el de su esposa.<br />“No quiero que la muerte de Adria sea en vano. Tengo que luchar por esta ley, porque si llega a existir otro caso similar no me lo perdonaría”, señaló Benítez a la vez que agregó “además es por mi hija cada noche cuando la veo tomada de mi brazo y buscando a su madre quiero que en un futuro tenga la satisfacción que la muerte de su madre sirvió para algo”. #<br />