Entre 1908 y el fin de la Primera Guerra Mundial, en noviembre de 1918, gobernaron el Imperio Otomano los llamados Jóvenes Turcos, liderados por Isnail Envar; a casi 100 años, el hecho que más se recuerda de ese período es el Genocidio Armenio.
Este grupo, compuesto en su mayoría por jóvenes oficiales del Ejército turco y estudiantes universitarios, fue una nueva respuesta política, con una marcada impronta nacionalista, que terminó de derribar el anquilosado sultanato de Abdul Hamid II.
Envar, que vió con tristeza cómo el Imperio había perdido Grecia, Serbia y Bulgaria, se dijo que con la población armenia no pasaría lo mismo.
El líder de los Jóvenes Turcos supuso que una sublevación popular de corte nacionalista dentro de los límites de su Imperio buscaría crear la nación Armenia y optó por deportar a sectores importantes de la población de esa etnia hacia Anatolia (península ocupada actualmente por la parte asiática de Turquía) Sudoriental.
El 24 de abril de 1915, las autoridades otomanas detuvieron a 235 miembros de la comunidad de armenios en Estambul; toda la elite política, cultural y eclesiástica fue arrestada y, posteriormente, asesinada. En los días siguientes, la cifra de detenidos ascendió a 600.
Entre 1908 y el fin de la Primera Guerra Mundial, en noviembre de 1918, gobernaron el Imperio Otomano los llamados Jóvenes Turcos, liderados por Isnail Envar; a casi 100 años, el hecho que más se recuerda de ese período es el Genocidio Armenio.
Este grupo, compuesto en su mayoría por jóvenes oficiales del Ejército turco y estudiantes universitarios, fue una nueva respuesta política, con una marcada impronta nacionalista, que terminó de derribar el anquilosado sultanato de Abdul Hamid II.
Envar, que vió con tristeza cómo el Imperio había perdido Grecia, Serbia y Bulgaria, se dijo que con la población armenia no pasaría lo mismo.
El líder de los Jóvenes Turcos supuso que una sublevación popular de corte nacionalista dentro de los límites de su Imperio buscaría crear la nación Armenia y optó por deportar a sectores importantes de la población de esa etnia hacia Anatolia (península ocupada actualmente por la parte asiática de Turquía) Sudoriental.
El 24 de abril de 1915, las autoridades otomanas detuvieron a 235 miembros de la comunidad de armenios en Estambul; toda la elite política, cultural y eclesiástica fue arrestada y, posteriormente, asesinada. En los días siguientes, la cifra de detenidos ascendió a 600.
Entre 1908 y el fin de la Primera Guerra Mundial, en noviembre de 1918, gobernaron el Imperio Otomano los llamados Jóvenes Turcos, liderados por Isnail Envar; a casi 100 años, el hecho que más se recuerda de ese período es el Genocidio Armenio.
Este grupo, compuesto en su mayoría por jóvenes oficiales del Ejército turco y estudiantes universitarios, fue una nueva respuesta política, con una marcada impronta nacionalista, que terminó de derribar el anquilosado sultanato de Abdul Hamid II.
Envar, que vió con tristeza cómo el Imperio había perdido Grecia, Serbia y Bulgaria, se dijo que con la población armenia no pasaría lo mismo.
El líder de los Jóvenes Turcos supuso que una sublevación popular de corte nacionalista dentro de los límites de su Imperio buscaría crear la nación Armenia y optó por deportar a sectores importantes de la población de esa etnia hacia Anatolia (península ocupada actualmente por la parte asiática de Turquía) Sudoriental.
El 24 de abril de 1915, las autoridades otomanas detuvieron a 235 miembros de la comunidad de armenios en Estambul; toda la elite política, cultural y eclesiástica fue arrestada y, posteriormente, asesinada. En los días siguientes, la cifra de detenidos ascendió a 600.
Entre 1908 y el fin de la Primera Guerra Mundial, en noviembre de 1918, gobernaron el Imperio Otomano los llamados Jóvenes Turcos, liderados por Isnail Envar; a casi 100 años, el hecho que más se recuerda de ese período es el Genocidio Armenio.
Este grupo, compuesto en su mayoría por jóvenes oficiales del Ejército turco y estudiantes universitarios, fue una nueva respuesta política, con una marcada impronta nacionalista, que terminó de derribar el anquilosado sultanato de Abdul Hamid II.
Envar, que vió con tristeza cómo el Imperio había perdido Grecia, Serbia y Bulgaria, se dijo que con la población armenia no pasaría lo mismo.
El líder de los Jóvenes Turcos supuso que una sublevación popular de corte nacionalista dentro de los límites de su Imperio buscaría crear la nación Armenia y optó por deportar a sectores importantes de la población de esa etnia hacia Anatolia (península ocupada actualmente por la parte asiática de Turquía) Sudoriental.
El 24 de abril de 1915, las autoridades otomanas detuvieron a 235 miembros de la comunidad de armenios en Estambul; toda la elite política, cultural y eclesiástica fue arrestada y, posteriormente, asesinada. En los días siguientes, la cifra de detenidos ascendió a 600.