Firmas por su abuela: María Paz tiene 9 años y quiere que deje de fumar

La nena busca reunir mil firmas para convencer a su abuela de que debe dejar el cigarrillo. “Quiero que me dure” le dijo a Jornada cuando le contó su particular lucha.

02 MAY 2014 - 22:58 | Actualizado

Por Tamara SanderMaría Paz Morejón tiene 9 años, deseas que su abuela deje de fumar y empezó una campaña para intentar convencerla. Quiere juntar mil firmas para que abandone el cigarrillo porque “intentamos de todo” y nada parece funcionar. Se puso en contacto con el Programa Provincial de Tabaco y espera que den charlas en su escuela. Un proyecto ambicioso, que nació de ella y lleva adelante con mucho orgullo.

Con su libro de firmas, en el que explica por qué las está juntando, María Paz nos contó cómo surgió la idea de hacer esta campaña: quiso encontrar una manera de convencer a su abuela, que aún no le dijo que sí lo hará, pero no pierde las esperanzas.

“Intentamos de todo, diez mil seiscientas veces le pedí que deje de fumar, y nada. Entonces primero empecé a juntar firmas, mi mamá me ayudó para que vaya a contarlo a la radio, también fui a ver a las personas del Hospital que están contra el tabaco, o algo así, y charlé con ellas, sigo juntando firmas para hacer que deje el cigarrillo”. Con sus 9 años, María Paz contó claramente lo que busca.

“Quiero que me dure”

Los porqués son varios, todos relacionados con la salud, pero lo que más quiere María Paz es tener a su abuela cerca el mayor tiempo posible. “Quiero que deje de fumar porque quiero que mi abuela me dure un buen tiempo. Como le duró su abuela a mi mamá”. Así, sin vueltas, definió lo que la impulsó a realizar esta campaña que espera no sólo llegue a su abuela, sino a todos, para que piensen antes de fumar.

“Le pedí muchas veces, alguna vez le dije “me das un abrazo” para poder sacarle el cigarrillo de la mano. Ella me dice que no lo deja porque le gusta, entonces cuando fui a la charla de salud me dijeron que está mal porque hace mal a la salud”, comentó María Paz, que agregó “por ejemplo a los chicos y a los bebés les hace muy mal que fumen, entonces le voy a pedir a mi abuela que por lo menos no fume al lado mío”, dijo.

Mil firmas

“Yo empecé juntando firmas y quiero llegar a las 1000, y le dije que si llegaba a esas firmas lo dejara. Ella no me dijo que sí, pero para mí que sí lo va a hacer” dice esta pequeña con voluntad gigante que no pierde las esperanzas de que se cumpla su objetivo.

Aunque sabe que le faltan muchas, sigue reuniéndolas de a poco: “me paré en la puerta de la casa, le explicaba a la gente que pasaba y ahí empecé con las firmas, que también dejé para que la gente lo haga en dos locales, en Valdés y en Nikki, donde se puede dejar su firma acá en Madryn”, contó María Paz.

Su entorno la acompaña, sus papás la apoyan en esta iniciativa, que también conocen sus amigas y amigos de la escuela. “En mi escuela saben mis amigos lo que estoy haciendo. Todavía la directora y la seño no saben, y ahora lo que -capaz- vamos a hacer con las personas de Salud que hablé es ir a dar una charla a mi grado, para poder saber más y vamos a ver qué pasa”, mencionó.

“Que lo piensen dos veces”

“Por lo menos si no llego a que hagan esto de que prohíban el cigarrillo, quiero llegar a algo, voy a poder hacer algo. En mi familia mis papás me dijeron que está muy bien lo que hago, aunque la mayoría fuma en mi familia. En realidad iba a empezar a hacer algo para que directamente lo prohíban, pero era muy grande y ya lo habían hecho”. María Paz evalúa su proyecto, piensa cómo puede hacer y qué más se le ocurre, así dijo que “un año y medio me parece que puedo tardar en juntar las mil firmas, y le doy un tiempo a mi abuela para que se decida”.

El mensaje que quiere dejar para aquellos que conozcan su historia es “que piensen que hace mal el cigarrillo, que hace mal a uno mismo, como las drogas, el alcohol. Que piensen en las enfermedades que se pueden agarrar. Antes que empiecen a fumar, que lo piensen dos veces”, con una gran sonrisa María Paz dejó estas palabras, que espera lleguen a muchas personas.

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02 MAY 2014 - 22:58

Por Tamara SanderMaría Paz Morejón tiene 9 años, deseas que su abuela deje de fumar y empezó una campaña para intentar convencerla. Quiere juntar mil firmas para que abandone el cigarrillo porque “intentamos de todo” y nada parece funcionar. Se puso en contacto con el Programa Provincial de Tabaco y espera que den charlas en su escuela. Un proyecto ambicioso, que nació de ella y lleva adelante con mucho orgullo.

Con su libro de firmas, en el que explica por qué las está juntando, María Paz nos contó cómo surgió la idea de hacer esta campaña: quiso encontrar una manera de convencer a su abuela, que aún no le dijo que sí lo hará, pero no pierde las esperanzas.

“Intentamos de todo, diez mil seiscientas veces le pedí que deje de fumar, y nada. Entonces primero empecé a juntar firmas, mi mamá me ayudó para que vaya a contarlo a la radio, también fui a ver a las personas del Hospital que están contra el tabaco, o algo así, y charlé con ellas, sigo juntando firmas para hacer que deje el cigarrillo”. Con sus 9 años, María Paz contó claramente lo que busca.

“Quiero que me dure”

Los porqués son varios, todos relacionados con la salud, pero lo que más quiere María Paz es tener a su abuela cerca el mayor tiempo posible. “Quiero que deje de fumar porque quiero que mi abuela me dure un buen tiempo. Como le duró su abuela a mi mamá”. Así, sin vueltas, definió lo que la impulsó a realizar esta campaña que espera no sólo llegue a su abuela, sino a todos, para que piensen antes de fumar.

“Le pedí muchas veces, alguna vez le dije “me das un abrazo” para poder sacarle el cigarrillo de la mano. Ella me dice que no lo deja porque le gusta, entonces cuando fui a la charla de salud me dijeron que está mal porque hace mal a la salud”, comentó María Paz, que agregó “por ejemplo a los chicos y a los bebés les hace muy mal que fumen, entonces le voy a pedir a mi abuela que por lo menos no fume al lado mío”, dijo.

Mil firmas

“Yo empecé juntando firmas y quiero llegar a las 1000, y le dije que si llegaba a esas firmas lo dejara. Ella no me dijo que sí, pero para mí que sí lo va a hacer” dice esta pequeña con voluntad gigante que no pierde las esperanzas de que se cumpla su objetivo.

Aunque sabe que le faltan muchas, sigue reuniéndolas de a poco: “me paré en la puerta de la casa, le explicaba a la gente que pasaba y ahí empecé con las firmas, que también dejé para que la gente lo haga en dos locales, en Valdés y en Nikki, donde se puede dejar su firma acá en Madryn”, contó María Paz.

Su entorno la acompaña, sus papás la apoyan en esta iniciativa, que también conocen sus amigas y amigos de la escuela. “En mi escuela saben mis amigos lo que estoy haciendo. Todavía la directora y la seño no saben, y ahora lo que -capaz- vamos a hacer con las personas de Salud que hablé es ir a dar una charla a mi grado, para poder saber más y vamos a ver qué pasa”, mencionó.

“Que lo piensen dos veces”

“Por lo menos si no llego a que hagan esto de que prohíban el cigarrillo, quiero llegar a algo, voy a poder hacer algo. En mi familia mis papás me dijeron que está muy bien lo que hago, aunque la mayoría fuma en mi familia. En realidad iba a empezar a hacer algo para que directamente lo prohíban, pero era muy grande y ya lo habían hecho”. María Paz evalúa su proyecto, piensa cómo puede hacer y qué más se le ocurre, así dijo que “un año y medio me parece que puedo tardar en juntar las mil firmas, y le doy un tiempo a mi abuela para que se decida”.

El mensaje que quiere dejar para aquellos que conozcan su historia es “que piensen que hace mal el cigarrillo, que hace mal a uno mismo, como las drogas, el alcohol. Que piensen en las enfermedades que se pueden agarrar. Antes que empiecen a fumar, que lo piensen dos veces”, con una gran sonrisa María Paz dejó estas palabras, que espera lleguen a muchas personas.


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