Enrique Crespo: “La principal preocupación de todos los científicos es el cambio global”

Entrevista con el investigador Principal del CENPAT-CONICET que expuso ante la Comisisón Ballenera Internacional.

06 JUN 2014 - 22:00 | Actualizado

Por más de tres décadas de investigación de los mamíferos marinos en la Argentina, los estudios desarrollados por los equipos de investigadores encabezados por Enrique Crespo, se enfocaron en las interacciones de estas especies con actividades humanas como la pesca y el turismo.

Los estudios han incluido investigación a nivel poblacional y de la comunidad biológica. Las especies con las que comenzó a trabajar en la década del 90 fueron el lobo marino común y la franciscana. Más adelante la investigación se extendió a los delfines oscuros, toninas overas, lobos de uno y dos pelos, ballena franca y otras especies del litoral.

Como resultados de la tarea constante, hoy existe una base de datos compuesta por información de más de treinta años. Existen evaluaciones poblacionales, trayectoria, tendencia, dinámica y identificación de stocks por medio de la genética molecular y el análisis de DNA, entre otros.

En los últimos años se ha incorporado el uso de isótopos estables C y N lo que ha permitido analizar la historia trófica de los lobos comunes a lo largo del siglo XX en relación con los cambios en su abundancia.

A su regreso del 65º Comité Científico de la Comisión Ballenera Internacional que se realizó en Eslovenia, Enrique Crespo accedió a una entrevista con Jornada, abordando la experiencia y otros temas de su especialidad.

- ¿Cómo fue la experiencia de presentar su trabajo en el Comisión Internacional?.

- Fue muy interesante porque a esa reunión asisten alrededor de 50 investigadores de distintos países del mundo.

Algunos de los países que participan son balleneros y otros no, pero de todas formas, para participar de la reunión tienen que ser miembros de la Comisión.

Las reuniones son bastante largas. Este año duraba alrededor de doce días pero yo, por una cuestión de costos, estuve solamente cuatro días que fueron los días en los que se trataron los temas de ballena franca.

La agenda de Comisión se prepara el año anterior y el mismo comité científico busca a algunos científicos en particular para abordar algunos temas en particular. Yo en este caso fui invitado por el comité. Y el trabajo fue muy bien recibido.

- Imagino que la invitación fue un gran honor para usted.

- La verdad, yo de alguna manera provoqué la participación. Yo quería ir a esta reunión porque quería exponer el resultado de nuestros estudios de 15 años.

Esta es la tercera vez que voy al comité científico. Fui en el año 1996 con el tema de los delfines oscuros y otros cetáceos de la zona, después volví en 2004 y este año.

En esta reunión se estuvo tratando el tema de la mortalidad de las crías, que preocupa la comisión y de hecho ha organizado varios talleres en Estados Unidos 2010, en Buenos Aires en 2011, en Sausalito, México, el año pasado.

Y por el momento se está dando vueltas alrededor de la misma cuestión, sin encontrar una respuesta, ya que todavía no se tiene claro cuál es el problema.

Este año, como tenía toda esa información, escribí a varios miembros del Comité Científico planteando que tenía toda esa información y así fue que me invitaron a participar.

- ¿En qué consistió la información presentada en el Comité?

- Nosotros venimos monitoreando la población de ballenas de nuestra zona desde el año 1998. Todos los años hacemos un relevamiento aéreo y en un período de tiempo hacemos hasta ocho censos.

Tratamos de hacer el relevamientos en los meses en que comienzan las crías de ballena. Empezamos en mayo y seguimos a la población periódicamente hasta octubre y noviembre. También depende de los fondos que dispongamos.

- ¿Cómo se financian estas investigaciones?

- Trabajamos un tiempo con fondos de la Fundación Vida Silvestre, después tuvimos un bache de cuatro años en los que no conseguíamos fondos.

Luego conseguimos algunos fondos internacionales y seguimos. En los últimos cuatro años, la provincia del Chubut aportó fondos para el relevamiento.

En teoría, éste es un tema de interés para la provincia, ya que tiene como bandera de promoción turística, la ballena Franca.

- ¿Quiénes integran su equipo de investigación?

- Los que formamos parte del observatorio de mamíferos marinos. Yo soy el más viejo, ya que estoy desde 1982. En el año 1990 empecé a formar un grupo con estudiantes de la Universidad que fueron alumnos míos que fueron becarios y que después se doctoraron conmigo, y así fuimos ampliando el grupo de trabajo.

Hoy somos, aproximadamente, quince personas entre investigadores, becarios y alumnos que están haciendo la tesis de grado en la Universidad, dentro del laboratorio nuestro.

- ¿Cuáles son los temas de las investigaciones que aborda el grupo?

- Lo que hemos hecho es trabajar en un amplio espectro de todas estas especies. Ballena franca, delfines oscuros, toninas overas, lobos. Lo que tratamos de enfocar sin básicamente, problemas.

El problema es con el turismo y con la pesca. Hemos trabajado en toda la costa argentina, desde la provincia de Buenos Aires hasta Tierra del Fuego.

Los lobos de dos pelos los empecé a estudiar en la década del 90 y hoy tenemos 20 años de datos.

La particularidad de esos mamíferos es que habían sido prácticamente eliminados de la costra Argentina y hoy se están repoblando con lobos de Uruguay. Desde la entrada del europeo a la costa de la Argentina existió un panorama que fue cambiando alternativamente afectando negativamente a algunas especies que estuvieron al borde de la extinción.

Ese es el caso del lobo de dos pelos. Hoy en nuestras costas existen el 70 % de lobos de dos pelos del país.

- ¿Qué efectos ha tenido el turismo y la industria de la pesca en las especies investigadas?

- En los 90 los delfines oscuros tuvieron una época de riesgo, que fue durante el período de auge de la pesca de merluza. Y el turismo no ha tenido un impacto negativo, ya que la ballena si no tiene ganas de ser observada se retira del lugar donde anda la lancha, se va. Los avistajes son posibles sólo porque el animal quiere.

- ¿Cuál es la preocupación principal que ha surgido en los últimos años en el ámbito científico relacionado con las especies que investigan?

- La principal preocupación de todos es el cambio global. Hay un aumento en la temperatura del mar y en la atmósfera. Eso provoca que se derritan glaciares en los polos.

De hecho, creemos que los osos polares no van a poder soportar el deshielo de los polos. Y desconocemos cómo podrá afectar a otras especies. Pero creemos que va afectar todo el planeta. Si sube el nivel del mar seguramente todas las especies van a sufrir el cambio.

06 JUN 2014 - 22:00

Por más de tres décadas de investigación de los mamíferos marinos en la Argentina, los estudios desarrollados por los equipos de investigadores encabezados por Enrique Crespo, se enfocaron en las interacciones de estas especies con actividades humanas como la pesca y el turismo.

Los estudios han incluido investigación a nivel poblacional y de la comunidad biológica. Las especies con las que comenzó a trabajar en la década del 90 fueron el lobo marino común y la franciscana. Más adelante la investigación se extendió a los delfines oscuros, toninas overas, lobos de uno y dos pelos, ballena franca y otras especies del litoral.

Como resultados de la tarea constante, hoy existe una base de datos compuesta por información de más de treinta años. Existen evaluaciones poblacionales, trayectoria, tendencia, dinámica y identificación de stocks por medio de la genética molecular y el análisis de DNA, entre otros.

En los últimos años se ha incorporado el uso de isótopos estables C y N lo que ha permitido analizar la historia trófica de los lobos comunes a lo largo del siglo XX en relación con los cambios en su abundancia.

A su regreso del 65º Comité Científico de la Comisión Ballenera Internacional que se realizó en Eslovenia, Enrique Crespo accedió a una entrevista con Jornada, abordando la experiencia y otros temas de su especialidad.

- ¿Cómo fue la experiencia de presentar su trabajo en el Comisión Internacional?.

- Fue muy interesante porque a esa reunión asisten alrededor de 50 investigadores de distintos países del mundo.

Algunos de los países que participan son balleneros y otros no, pero de todas formas, para participar de la reunión tienen que ser miembros de la Comisión.

Las reuniones son bastante largas. Este año duraba alrededor de doce días pero yo, por una cuestión de costos, estuve solamente cuatro días que fueron los días en los que se trataron los temas de ballena franca.

La agenda de Comisión se prepara el año anterior y el mismo comité científico busca a algunos científicos en particular para abordar algunos temas en particular. Yo en este caso fui invitado por el comité. Y el trabajo fue muy bien recibido.

- Imagino que la invitación fue un gran honor para usted.

- La verdad, yo de alguna manera provoqué la participación. Yo quería ir a esta reunión porque quería exponer el resultado de nuestros estudios de 15 años.

Esta es la tercera vez que voy al comité científico. Fui en el año 1996 con el tema de los delfines oscuros y otros cetáceos de la zona, después volví en 2004 y este año.

En esta reunión se estuvo tratando el tema de la mortalidad de las crías, que preocupa la comisión y de hecho ha organizado varios talleres en Estados Unidos 2010, en Buenos Aires en 2011, en Sausalito, México, el año pasado.

Y por el momento se está dando vueltas alrededor de la misma cuestión, sin encontrar una respuesta, ya que todavía no se tiene claro cuál es el problema.

Este año, como tenía toda esa información, escribí a varios miembros del Comité Científico planteando que tenía toda esa información y así fue que me invitaron a participar.

- ¿En qué consistió la información presentada en el Comité?

- Nosotros venimos monitoreando la población de ballenas de nuestra zona desde el año 1998. Todos los años hacemos un relevamiento aéreo y en un período de tiempo hacemos hasta ocho censos.

Tratamos de hacer el relevamientos en los meses en que comienzan las crías de ballena. Empezamos en mayo y seguimos a la población periódicamente hasta octubre y noviembre. También depende de los fondos que dispongamos.

- ¿Cómo se financian estas investigaciones?

- Trabajamos un tiempo con fondos de la Fundación Vida Silvestre, después tuvimos un bache de cuatro años en los que no conseguíamos fondos.

Luego conseguimos algunos fondos internacionales y seguimos. En los últimos cuatro años, la provincia del Chubut aportó fondos para el relevamiento.

En teoría, éste es un tema de interés para la provincia, ya que tiene como bandera de promoción turística, la ballena Franca.

- ¿Quiénes integran su equipo de investigación?

- Los que formamos parte del observatorio de mamíferos marinos. Yo soy el más viejo, ya que estoy desde 1982. En el año 1990 empecé a formar un grupo con estudiantes de la Universidad que fueron alumnos míos que fueron becarios y que después se doctoraron conmigo, y así fuimos ampliando el grupo de trabajo.

Hoy somos, aproximadamente, quince personas entre investigadores, becarios y alumnos que están haciendo la tesis de grado en la Universidad, dentro del laboratorio nuestro.

- ¿Cuáles son los temas de las investigaciones que aborda el grupo?

- Lo que hemos hecho es trabajar en un amplio espectro de todas estas especies. Ballena franca, delfines oscuros, toninas overas, lobos. Lo que tratamos de enfocar sin básicamente, problemas.

El problema es con el turismo y con la pesca. Hemos trabajado en toda la costa argentina, desde la provincia de Buenos Aires hasta Tierra del Fuego.

Los lobos de dos pelos los empecé a estudiar en la década del 90 y hoy tenemos 20 años de datos.

La particularidad de esos mamíferos es que habían sido prácticamente eliminados de la costra Argentina y hoy se están repoblando con lobos de Uruguay. Desde la entrada del europeo a la costa de la Argentina existió un panorama que fue cambiando alternativamente afectando negativamente a algunas especies que estuvieron al borde de la extinción.

Ese es el caso del lobo de dos pelos. Hoy en nuestras costas existen el 70 % de lobos de dos pelos del país.

- ¿Qué efectos ha tenido el turismo y la industria de la pesca en las especies investigadas?

- En los 90 los delfines oscuros tuvieron una época de riesgo, que fue durante el período de auge de la pesca de merluza. Y el turismo no ha tenido un impacto negativo, ya que la ballena si no tiene ganas de ser observada se retira del lugar donde anda la lancha, se va. Los avistajes son posibles sólo porque el animal quiere.

- ¿Cuál es la preocupación principal que ha surgido en los últimos años en el ámbito científico relacionado con las especies que investigan?

- La principal preocupación de todos es el cambio global. Hay un aumento en la temperatura del mar y en la atmósfera. Eso provoca que se derritan glaciares en los polos.

De hecho, creemos que los osos polares no van a poder soportar el deshielo de los polos. Y desconocemos cómo podrá afectar a otras especies. Pero creemos que va afectar todo el planeta. Si sube el nivel del mar seguramente todas las especies van a sufrir el cambio.