Brisa Méndez, la joven de 13 años encontrada en la noche del viernes asesinada y enterrada en la casa de su tío en la localidad bonaerense de Derqui, fue aparentemente asfixiada a través de la boca y la nariz y presentaba signos de abuso sexual y un fuerte golpe en la cara, de acuerdo a lo que pudieron apreciar los forenses en la escena del crimen.