México e Italia se sumaron a la lista de países que reconocieron en las últimas semanas que deberán ralentizar sus campañas de vacunación por la falta de dosis disponibles, un problema de producción global que no se limita solo a una vacuna y que profundiza la crisis sanitaria global, en plena curva ascendente de casos y muertos en Estados Unidos, Europa, América Latina, África y parte de Asia.