Una roca de casi media tonelada se desprendió del cerro como consecuencia de la lluvia y se introdujo en la habitación de una vivienda del barrio Lennart Englud de Esquel. La madre de la casa escuchó un fuerte ruido y alcanzó a abrazar a sus dos hijos, salvándose así de lo que hubiese sido una tragedia.
No es la primera vez que ocurre un hecho similar en este vecindario al que en innumerables veces funcionarios municipales indicaron que es un sector propenso a que sucedan estos acontecimientos. Jorge Catrú, padre de dos hijos y propietario de la vivienda, narró a FM Tiempo que fue “una desgracia con suerte” y que sólo hubo que lamentar daños materiales.
La enorme piedra de aproximadamente media tonelada y comparativamente del tamaño de dos lavarropas, se desprendió de la montaña –zona rocosa- y se introdujo rompiendo una pared, para concluir su viaje en la habitación donde duermen Jorge, su esposa y sus dos hijos.
“Los chicos estaban jugando en la pieza y mi señora escuchó un ruido muy fuerte y vi cómo se infló la pared y alcanzó a agarrarlos y sacarlos del camino de la roca”, explicó Catrú.
Una roca de casi media tonelada se desprendió del cerro como consecuencia de la lluvia y se introdujo en la habitación de una vivienda del barrio Lennart Englud de Esquel. La madre de la casa escuchó un fuerte ruido y alcanzó a abrazar a sus dos hijos, salvándose así de lo que hubiese sido una tragedia.
No es la primera vez que ocurre un hecho similar en este vecindario al que en innumerables veces funcionarios municipales indicaron que es un sector propenso a que sucedan estos acontecimientos. Jorge Catrú, padre de dos hijos y propietario de la vivienda, narró a FM Tiempo que fue “una desgracia con suerte” y que sólo hubo que lamentar daños materiales.
La enorme piedra de aproximadamente media tonelada y comparativamente del tamaño de dos lavarropas, se desprendió de la montaña –zona rocosa- y se introdujo rompiendo una pared, para concluir su viaje en la habitación donde duermen Jorge, su esposa y sus dos hijos.
“Los chicos estaban jugando en la pieza y mi señora escuchó un ruido muy fuerte y vi cómo se infló la pared y alcanzó a agarrarlos y sacarlos del camino de la roca”, explicó Catrú.