El hombre, identificado como Niel H., de 38 años, confesó la cifra durante un exhaustivo examen psiquiátrico al que fue sometido por la investigación de los delitos por los que es juzgado.
Según lo relatado, las muertes habrían tenido lugar en la Clínica Delmenhorst, cercana a Oldenburg, entre 2003 y 2005, mediante una inyección con una dosis excesiva de un fármaco para el corazón.
El especialista que llevó a cabo el informe aseguró que el acusado confesó también que sesenta pacientes sobrevivieron a su inyección y le pidió expresamente que presentara todos los datos y las cifras ante la justicia, consignó un despacho de la agencia EFE.
La fiscalía acusa a Neil H. de haber matado a tres pacientes y de dos intentos de asesinato .
En 2008, la Audiencia provincial de Oldeburg ya lo había condenado a siete años y medio de prisión por un asesinato frustrado en la unidad de cuidados intensivos de la Clínica Delmenhorst, donde fue sorprendido por una colega en el verano de 2005 mientras intentaba inyectar un fármaco a un paciente.
La policía investiga un total de 170 casos sospechosos en el centro hospitalario en el que trabajaba el enfermero, según aseguró la prensa local.
El hombre, identificado como Niel H., de 38 años, confesó la cifra durante un exhaustivo examen psiquiátrico al que fue sometido por la investigación de los delitos por los que es juzgado.
Según lo relatado, las muertes habrían tenido lugar en la Clínica Delmenhorst, cercana a Oldenburg, entre 2003 y 2005, mediante una inyección con una dosis excesiva de un fármaco para el corazón.
El especialista que llevó a cabo el informe aseguró que el acusado confesó también que sesenta pacientes sobrevivieron a su inyección y le pidió expresamente que presentara todos los datos y las cifras ante la justicia, consignó un despacho de la agencia EFE.
La fiscalía acusa a Neil H. de haber matado a tres pacientes y de dos intentos de asesinato .
En 2008, la Audiencia provincial de Oldeburg ya lo había condenado a siete años y medio de prisión por un asesinato frustrado en la unidad de cuidados intensivos de la Clínica Delmenhorst, donde fue sorprendido por una colega en el verano de 2005 mientras intentaba inyectar un fármaco a un paciente.
La policía investiga un total de 170 casos sospechosos en el centro hospitalario en el que trabajaba el enfermero, según aseguró la prensa local.