Llach les contestó a los científicos
La persona señalada como impulsora de un evento para correr a ejemplares de esa especie en Península Valdés hasta que uno de los animales cayera muerto, respondió la nota que le envió un grupo de más de treinta científicos.
El ideólogo de “Persiguiendo al Guanaco 2015” respondió la nota que el grupo de investigadores dedicados al estudio de camélidos sudamericanos le enviara a mediados de enero, en la cual expresaban su preocupación y rechazo a la realización de un evento, en el cual se proponía correr a un grupo de guanacos hasta que uno de los animales cayera muerto.
Lucas Llach, a través de una extensa nota, se disculpa por la demora en responder y lamenta que la carta del grupo científico “fuera utilizada por una campaña de desinformación del gobierno de Chubut que incluyó la risueña decisión de declararme - persona no grata - en la provincia”.
Llach en su nota apunta al gobierno, al calificar de “poco amigo” de la investigación social. En referencia directa a la nota del equipo de investigadores dice que le parece “inexacto y hasta despectivo que hablen de esta actividad (que por diversos motivos, entre ellos físicos, económicos y logísticos, nunca tuvo el carácter de plan concreto) como una “diversión”.
A quien se señala como impulsor de un evento que tenía como fin perseguir guanacos mediante un método de caza por persistencia en el Área Natural Protegida Península Valdés afirma que “es todo lo contrario a divertido, es un esfuerzo bastante importante desde varios puntos de vista.
El único motivo de ese plan era contrastar una hipótesis científica sobre el origen de nuestro cuerpo y quizás sobre el momento a partir del cual la sociabilidad en grandes grupos homínidos fue imprescindible. Si de alguien esperaba una muestra de empatía era precisamente de la comunidad científica”, dice en la nota.
Lucas Llach, reconocido economista y doctor en Historia, prefiere dejar de lado los cuestionamientos legales al afirmar que “no incumplí ni planeo ni planeaba incumplir ninguna ley y preferiría no entrar en un juego de acusaciones” y destina varios párrafos a refutar los planteos realizados por los investigadores del CONICET en cuanto a la evolución del ser humano y su adaptación a la caza por persistencia.
Tras plantear distintas hipótesis sobre la evolución del hombre, Llach dice “no me estoy pronunciando sobre la verosimiltud de esa hipótesis, pero me parecía interesante hacer un intento por contrastarla” y comparte con los destinatarios de la carta datos bibliográficos sobre la evolución de la anatomía humana.
En su nota, Lucas Llach aclaró que “para contrastar la hipótesis de “caza por persistencia” no hace falta matar ni cazar ni que muera ningún animal” y a modo ejemplo cita que “en Irlanda, por ejemplo, se hacen maratones de 32 kilómetros de hombres y mujeres contra caballos (montados). Llamativamente, a veces ganan los humanos.
Nadie se escandaliza por el “bienestar animal” en ese caso, como tampoco en los hipódromos; y estamos hablando de casos en los que al “cansancio” provocado por el ser humano al animal se suma el hecho de ir cargados y guiados con un sistema poco benévolo de riendas y frenos”.
El autor de la nota afirma que muchos de los firmantes son promotores del Manejo Sustentable del Guanaco, y del Protocolo de Buenas Prácticas de Manejo de Guanacos, donde se afirmaría según Llach que en la esquila “existen efectos fisiológicos manifestados por un incremento de los niveles de cortisol sérico (hormona del estrés)”, se habla de “evitar en lo posible traumatismos o muertes” y establece las siguientes “ventajas y desventajas”.Tras las extensas consideraciones sobre la baja probabilidad de alcanzar un guanaco al trote y explicar por qué eligió al guanaco para contrarrestar la hipótesis sobre la caza por persistencia, Llach cierra la nota con una invitación informal a los investigadores.
“Noté que son 35 los firmantes de la carta. Una de las planificaciones posibles para intentar contrastar la hipótesis de caza por persistencia es formar una grilla de 36 corredores, a una distancia de 1 km entre cada uno de ellos, ocupando un total de 25 km2. No abandono la esperanza de haber despertado su interés y de que algún día puedan llegar a acompañarme, por supuesto dentro de la ley”, dice Llach en el cierre de su nota.
El ideólogo de “Persiguiendo al Guanaco 2015” respondió la nota que el grupo de investigadores dedicados al estudio de camélidos sudamericanos le enviara a mediados de enero, en la cual expresaban su preocupación y rechazo a la realización de un evento, en el cual se proponía correr a un grupo de guanacos hasta que uno de los animales cayera muerto.
Lucas Llach, a través de una extensa nota, se disculpa por la demora en responder y lamenta que la carta del grupo científico “fuera utilizada por una campaña de desinformación del gobierno de Chubut que incluyó la risueña decisión de declararme - persona no grata - en la provincia”.
Llach en su nota apunta al gobierno, al calificar de “poco amigo” de la investigación social. En referencia directa a la nota del equipo de investigadores dice que le parece “inexacto y hasta despectivo que hablen de esta actividad (que por diversos motivos, entre ellos físicos, económicos y logísticos, nunca tuvo el carácter de plan concreto) como una “diversión”.
A quien se señala como impulsor de un evento que tenía como fin perseguir guanacos mediante un método de caza por persistencia en el Área Natural Protegida Península Valdés afirma que “es todo lo contrario a divertido, es un esfuerzo bastante importante desde varios puntos de vista.
El único motivo de ese plan era contrastar una hipótesis científica sobre el origen de nuestro cuerpo y quizás sobre el momento a partir del cual la sociabilidad en grandes grupos homínidos fue imprescindible. Si de alguien esperaba una muestra de empatía era precisamente de la comunidad científica”, dice en la nota.
Lucas Llach, reconocido economista y doctor en Historia, prefiere dejar de lado los cuestionamientos legales al afirmar que “no incumplí ni planeo ni planeaba incumplir ninguna ley y preferiría no entrar en un juego de acusaciones” y destina varios párrafos a refutar los planteos realizados por los investigadores del CONICET en cuanto a la evolución del ser humano y su adaptación a la caza por persistencia.
Tras plantear distintas hipótesis sobre la evolución del hombre, Llach dice “no me estoy pronunciando sobre la verosimiltud de esa hipótesis, pero me parecía interesante hacer un intento por contrastarla” y comparte con los destinatarios de la carta datos bibliográficos sobre la evolución de la anatomía humana.
En su nota, Lucas Llach aclaró que “para contrastar la hipótesis de “caza por persistencia” no hace falta matar ni cazar ni que muera ningún animal” y a modo ejemplo cita que “en Irlanda, por ejemplo, se hacen maratones de 32 kilómetros de hombres y mujeres contra caballos (montados). Llamativamente, a veces ganan los humanos.
Nadie se escandaliza por el “bienestar animal” en ese caso, como tampoco en los hipódromos; y estamos hablando de casos en los que al “cansancio” provocado por el ser humano al animal se suma el hecho de ir cargados y guiados con un sistema poco benévolo de riendas y frenos”.
El autor de la nota afirma que muchos de los firmantes son promotores del Manejo Sustentable del Guanaco, y del Protocolo de Buenas Prácticas de Manejo de Guanacos, donde se afirmaría según Llach que en la esquila “existen efectos fisiológicos manifestados por un incremento de los niveles de cortisol sérico (hormona del estrés)”, se habla de “evitar en lo posible traumatismos o muertes” y establece las siguientes “ventajas y desventajas”.Tras las extensas consideraciones sobre la baja probabilidad de alcanzar un guanaco al trote y explicar por qué eligió al guanaco para contrarrestar la hipótesis sobre la caza por persistencia, Llach cierra la nota con una invitación informal a los investigadores.
“Noté que son 35 los firmantes de la carta. Una de las planificaciones posibles para intentar contrastar la hipótesis de caza por persistencia es formar una grilla de 36 corredores, a una distancia de 1 km entre cada uno de ellos, ocupando un total de 25 km2. No abandono la esperanza de haber despertado su interés y de que algún día puedan llegar a acompañarme, por supuesto dentro de la ley”, dice Llach en el cierre de su nota.