No es nuevo para Sebastián Luján pelear de visitante, con el público en contra y sin ser el destinatario de los aplausos. Por algo hizo diez peleas en el exterior (cuatro en Estados Unidos) y se cruzó con nombres “pesados” como los mexicanos Antonio Margarito y José Luis Castillo; Mihaly Kotai o Serhiy Dzinziruk, Mike Jones o Jamie Moore. Al margen de cualquier resultado y de objetivos deportivos, el rosarino tiene a la experiencia de su lado. Un factor que parece darle la frialdad y el carácter suficiente como para afrontar la circunstancia que se presente.
Pocas palabras y mucha fe. Desde el teléfono, por momentos el mensaje de Sebastián Andrés Luján, intimida y mete adrenalina. “No representa mucho que digamos esta pelea. Simplemente voy a hacer mi trabajo, pasarlo por arriba y seguir con mi trabajo siempre para adelante”. Desde su ciudad y ya preparando el bolso para volar hacia el sur, “Iron” le pone nafta a la previa. Avisando que viene a Comodoro por todo, tomando a Héctor Saldivia apenas como una escala. “Tan entrenado no estoy pero igual voy a ganar”, blanqueó aunque con ánimo de “ocultar” alguna carta. “Mi rival es un buen boxeador, estuve guanteando con él y lo conozco. Me tengo fe para ganarle. Exactamente la idea es ganar para poder combatir afuera”. Luján, quien en su última presentación venció por puntos a Amílcar Funes Melián en la Federación Argentina de Box, asume que la experiencia es un capital que lo ayudará a abrir puertas y a dejar de lado cualquier presión. “Todo cuenta y todo suma, sobre todo la experiencia. Estoy acostumbrado a pelear con grandes boxeadores y siempre de visitante. No me afecta nada, yo voy a hacer mi trabajo y mi pensamiento es pasarlo por encima. Van a ver una guerra por lo menos de mi parte”, amenazó.
Luján llegará mañana alrededor de las 13 proveniente del Aeroparque Metropolitano. Lo acompañarán su entrenador Marcelo Di Mónaco, el manager Carlos Alanis; su hermano y actual campeón argentino ligero, Pablo “Bad Boy” Barboza y Carlos María Alanis, joven boxeador amateur (hijo del manager) quien completa el grupo que se alojará durante su estadía local en el Lucania Palazzo Hotel.
El rosarino admitió que no tiene interés en medirse con algún oponente nacional (“no me interesa ningún argentino…”) y que en el plano internacional busca la gloria aunque esta venga acompañada de bolsas que no se pagan en el país. “Ser campeón del mundo es una materia pendiente en mi carrera”, dijo el púgil de 35 años. “Me acuerdo que Saldivia es muy bueno, tiene un gancho terrible. Veremos si podemos contrarrestar eso y salir victorioso de este combate. Viajo para hacer la mejor pelea de mi carrera. Será un duelo, una guerra. O me mata o lo mato. Ni pienso en las tarjetas. Habrá nocaut, pero ojo que él también me puede tirar. Pero pienso en que yo voy a voltearlo”, cerró Luján. Finalmente se determinó que la pelea entre Héctor Saldivia y Sebastián Luján se ponga en disputa el título interino Latino OMB del peso superwelter cuyo dueño original es Javier Maciel, quien se halla abocado a su carrera en Estados Unidos. Jorge Millicay es el veedor designado por la Federación Argentina de Box mientras que Néstor Burgos será el referee del combate central, previsto a diez rounds.

No es nuevo para Sebastián Luján pelear de visitante, con el público en contra y sin ser el destinatario de los aplausos. Por algo hizo diez peleas en el exterior (cuatro en Estados Unidos) y se cruzó con nombres “pesados” como los mexicanos Antonio Margarito y José Luis Castillo; Mihaly Kotai o Serhiy Dzinziruk, Mike Jones o Jamie Moore. Al margen de cualquier resultado y de objetivos deportivos, el rosarino tiene a la experiencia de su lado. Un factor que parece darle la frialdad y el carácter suficiente como para afrontar la circunstancia que se presente.
Pocas palabras y mucha fe. Desde el teléfono, por momentos el mensaje de Sebastián Andrés Luján, intimida y mete adrenalina. “No representa mucho que digamos esta pelea. Simplemente voy a hacer mi trabajo, pasarlo por arriba y seguir con mi trabajo siempre para adelante”. Desde su ciudad y ya preparando el bolso para volar hacia el sur, “Iron” le pone nafta a la previa. Avisando que viene a Comodoro por todo, tomando a Héctor Saldivia apenas como una escala. “Tan entrenado no estoy pero igual voy a ganar”, blanqueó aunque con ánimo de “ocultar” alguna carta. “Mi rival es un buen boxeador, estuve guanteando con él y lo conozco. Me tengo fe para ganarle. Exactamente la idea es ganar para poder combatir afuera”. Luján, quien en su última presentación venció por puntos a Amílcar Funes Melián en la Federación Argentina de Box, asume que la experiencia es un capital que lo ayudará a abrir puertas y a dejar de lado cualquier presión. “Todo cuenta y todo suma, sobre todo la experiencia. Estoy acostumbrado a pelear con grandes boxeadores y siempre de visitante. No me afecta nada, yo voy a hacer mi trabajo y mi pensamiento es pasarlo por encima. Van a ver una guerra por lo menos de mi parte”, amenazó.
Luján llegará mañana alrededor de las 13 proveniente del Aeroparque Metropolitano. Lo acompañarán su entrenador Marcelo Di Mónaco, el manager Carlos Alanis; su hermano y actual campeón argentino ligero, Pablo “Bad Boy” Barboza y Carlos María Alanis, joven boxeador amateur (hijo del manager) quien completa el grupo que se alojará durante su estadía local en el Lucania Palazzo Hotel.
El rosarino admitió que no tiene interés en medirse con algún oponente nacional (“no me interesa ningún argentino…”) y que en el plano internacional busca la gloria aunque esta venga acompañada de bolsas que no se pagan en el país. “Ser campeón del mundo es una materia pendiente en mi carrera”, dijo el púgil de 35 años. “Me acuerdo que Saldivia es muy bueno, tiene un gancho terrible. Veremos si podemos contrarrestar eso y salir victorioso de este combate. Viajo para hacer la mejor pelea de mi carrera. Será un duelo, una guerra. O me mata o lo mato. Ni pienso en las tarjetas. Habrá nocaut, pero ojo que él también me puede tirar. Pero pienso en que yo voy a voltearlo”, cerró Luján. Finalmente se determinó que la pelea entre Héctor Saldivia y Sebastián Luján se ponga en disputa el título interino Latino OMB del peso superwelter cuyo dueño original es Javier Maciel, quien se halla abocado a su carrera en Estados Unidos. Jorge Millicay es el veedor designado por la Federación Argentina de Box mientras que Néstor Burgos será el referee del combate central, previsto a diez rounds.