"Gente, lo del drone me pareció parte del folclore del fútbol, pagué una entrada y dio la casualidad que lo volaron al lado mío, pero no conocía a las personas que lo manejaban", escribió el piloto en su cuenta de la red social Twitter.
Perlo quedó en el 'ojo de la tormenta' porque ni bien comenzó a flamear por el estadio el drone (vehículo aéreo no tripulado) con el fantasma y la letra B que cargaba a River, él mismo publicó una imagen en Twitter que tituló "El copiloto del drone" junto a la persona que lo dirigía, aunque luego, cuando constató la repercusión negativa, borró esa foto de su cuenta de la red social.
El suceso se produjo cuando la Bombonera estaba envuelta en el escándalo por una agresión que arruinó el partido más esperado del fútbol argentino.
En ese contexto, mientras los jugadores de River intentaban recuperarse de la agresión con gas pimienta o algún ácido en la manga de salida al estadio, la irrupción del drone fantasma pareció de pésimo sentido común.
"Gente, lo del drone me pareció parte del folclore del fútbol, pagué una entrada y dio la casualidad que lo volaron al lado mío, pero no conocía a las personas que lo manejaban", escribió el piloto en su cuenta de la red social Twitter.
Perlo quedó en el 'ojo de la tormenta' porque ni bien comenzó a flamear por el estadio el drone (vehículo aéreo no tripulado) con el fantasma y la letra B que cargaba a River, él mismo publicó una imagen en Twitter que tituló "El copiloto del drone" junto a la persona que lo dirigía, aunque luego, cuando constató la repercusión negativa, borró esa foto de su cuenta de la red social.
El suceso se produjo cuando la Bombonera estaba envuelta en el escándalo por una agresión que arruinó el partido más esperado del fútbol argentino.
En ese contexto, mientras los jugadores de River intentaban recuperarse de la agresión con gas pimienta o algún ácido en la manga de salida al estadio, la irrupción del drone fantasma pareció de pésimo sentido común.