A un año de los bombardeos, Gaza sufre una crisis humanitaria

Al cumplirse mañana un año de la última incursión militar israelí en la Franja de Gaza, 1,8 millones de palestinos sobreviven en emergencia humanitaria, con escasez de alimentos, agua y otros servicios básicos, además de viviendas, y con escasas esperanzas de que en el corto plazo su situación mejore.

07 JUL 2015 - 14:50 | Actualizado

En una declaración, la Agencia para la Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (OCHA) instó hoy a acelerar la reconstrucción de Gaza ante los daños que provocó la operación Filo Protector, que duró 51 días y dejó unos 2.200 palestinos y más de 70 israelíes muertos.

"Gaza aún está en crisis, con los civiles, como siempre, pagando el mayor precio", subrayó en un comunicado el coordinador humanitario de la OCHA en los territorios palestinos, Robert Piper.

En un comunicado, agregó que unas 100.000 personas continúan alojándose en refugios temporales o construidos por ellos mismos tras convertirse en desplazados internos en un conflicto que causó la destrucción de 18.000 viviendas y daños a otras 38.000.

Cerca de 2.200 palestinos -1.462 de ellos civiles y 551 menores- y 72 israelíes -seis civiles y el resto militares- murieron a causa de las hostilidades, que cesaron el 26 de agosto y durante las cuales Hamas y otros grupos palestinos de Gaza lanzaron miles de cohetes hacia ciudades de Israel.

Según denunció la OCHA, los efectos de los bombardeos desde aviones y barcos y las incursiones de tanques y tropas dejaron a la Franja en una situación de crisis humanitaria que fuerza al 80% de los residentes a depender de la ayuda de ONGs y organismos internacionales, en particular de alimentos.

Las labores de reconstrucción en la Franja, denunció el organismo, apenas han comenzado y los donantes han cumplido sólo en un 28% su compromiso de entregar 4.500 millones de dólares, formulado en una conferencia celebrada en El Cairo en octubre pasado.

"Nuestra capacidad para avanzar en la ayuda de emergencia a corto plazo y a la reconstrucción a largo plazo se ve limitada por un déficit en la financiación humanitaria", advirtió Piper.

"Nueve meses después de la Conferencia de El Cairo, el proceso de reconstrucción en Gaza necesita acelerarse", agregó.

Uno de los tantos afectados, Mostasem Abu Aser, de 31 años y padre de cuatro hijos, lleva uno viviendo en su casa medio derruida en el barrio de Shuhaiya de la Ciudad de Gaza, el más deteriorado durante la guerra de julio-agosto de 2014 y que sigue sumido en la destrucción.

Como muchos otros en Gaza, apenas le quedan esperanzas de que cambie su situación, mientras su familia sobrevive en uno de los cuartos del primer piso, que también resultó seriamente dañado, tras reconstruir a duras penas una de sus paredes y lograr colocar allí camas para toda la familia.

"Israel y Naciones Unidas han informado de que pronto se permitirá la entrada a Gaza de materiales de construcción, como un primer paso para construir 663 viviendas para los que perdieron sus hogares", anunció esta semana el titular de Vivienda, Mufid al Hasayna.

Pero, tras un año viviendo entre escombros, Abu Aser y muchos otros ya no les creen a los funcionarios.

"Son promesas, pero nada se mueve. No les creo. Míreme a mi y a mis vecinos: llevamos ya un año y hemos perdido la esperanza de que nuestras casas se vayan a reconstruir", declaró Mostasem a la agencia de noticias EFE.

"Durante la guerra nos trasladamos a un refugio de la ONU una semana, pero allí la vida era miserable, así que en un alto el fuego volvimos a casa a recoger cosas útiles y luego alquilé un apartamento en Gaza capital por 200 dólares al mes", explicó.

Tras acabar la guerra, volvió a su casa destrozada con su familia.

"Arreglé una de las habitaciones y todavía vivimos allí a la espera de que empiece el proceso de reconstrucción. Mis padres, hermanos y hermanas todavía viven en el apartamento que alquilamos", añadió.

A todo esto, la tregua acordada entre el movimiento Hamas, que gobierna en Gaza, e Israel tras la ofensiva se respetó en rasgos generales, aunque en los últimos meses se registró el lanzamiento de varios cohetes desde la Franja, respondidos con bombardeos israelíes sobre objetivos militares palestinos.

"Si me pregunta si espero otra guerra, diría que no porque hemos tenido ya suficientes. Hemos pasado tres guerras, en 2009, 2012 y 2014 y no hemos ganado nada con ellas, solo destrucción y pobreza", dijo Yaser El Haj, un joven de 26 años de Jan Yunis, norte del territorio, que perdió su casa y a ocho miembros de su familia durante la última incursión israelí.

"La situación es desesperante. Llevamos ocho años hablando de unidad (política palestina) y no se ha hecho nada", apuntó El Haj.

"Yo lo perdí todo en la guerra. No quedó nada. Aquí la gente no muere de hambre, como en otros sitios. Pero mueren de estrés y de ira porque la situación no mejora", señaló en pie sobre los escombros de lo que, hace un año, era su hogar

A todo esto, los índices de pobreza y desempleo se han disparado, y el desempleo es el mayor del mundo, con un 43%, según el Banco Mundial.

"Las hostilidades de 2014 exacerbaron gravemente la ya precaria situación socio-económica (de Gaza), con la capacidad de aceptación de los palestinos agotada ante los efectos acumulados de ocho años de bloqueo", afirmó el comunicado de la OCHA.

"Los palestinos en Gaza necesitan salir de este círculo vicioso de crisis", demandó Piper.

07 JUL 2015 - 14:50

En una declaración, la Agencia para la Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (OCHA) instó hoy a acelerar la reconstrucción de Gaza ante los daños que provocó la operación Filo Protector, que duró 51 días y dejó unos 2.200 palestinos y más de 70 israelíes muertos.

"Gaza aún está en crisis, con los civiles, como siempre, pagando el mayor precio", subrayó en un comunicado el coordinador humanitario de la OCHA en los territorios palestinos, Robert Piper.

En un comunicado, agregó que unas 100.000 personas continúan alojándose en refugios temporales o construidos por ellos mismos tras convertirse en desplazados internos en un conflicto que causó la destrucción de 18.000 viviendas y daños a otras 38.000.

Cerca de 2.200 palestinos -1.462 de ellos civiles y 551 menores- y 72 israelíes -seis civiles y el resto militares- murieron a causa de las hostilidades, que cesaron el 26 de agosto y durante las cuales Hamas y otros grupos palestinos de Gaza lanzaron miles de cohetes hacia ciudades de Israel.

Según denunció la OCHA, los efectos de los bombardeos desde aviones y barcos y las incursiones de tanques y tropas dejaron a la Franja en una situación de crisis humanitaria que fuerza al 80% de los residentes a depender de la ayuda de ONGs y organismos internacionales, en particular de alimentos.

Las labores de reconstrucción en la Franja, denunció el organismo, apenas han comenzado y los donantes han cumplido sólo en un 28% su compromiso de entregar 4.500 millones de dólares, formulado en una conferencia celebrada en El Cairo en octubre pasado.

"Nuestra capacidad para avanzar en la ayuda de emergencia a corto plazo y a la reconstrucción a largo plazo se ve limitada por un déficit en la financiación humanitaria", advirtió Piper.

"Nueve meses después de la Conferencia de El Cairo, el proceso de reconstrucción en Gaza necesita acelerarse", agregó.

Uno de los tantos afectados, Mostasem Abu Aser, de 31 años y padre de cuatro hijos, lleva uno viviendo en su casa medio derruida en el barrio de Shuhaiya de la Ciudad de Gaza, el más deteriorado durante la guerra de julio-agosto de 2014 y que sigue sumido en la destrucción.

Como muchos otros en Gaza, apenas le quedan esperanzas de que cambie su situación, mientras su familia sobrevive en uno de los cuartos del primer piso, que también resultó seriamente dañado, tras reconstruir a duras penas una de sus paredes y lograr colocar allí camas para toda la familia.

"Israel y Naciones Unidas han informado de que pronto se permitirá la entrada a Gaza de materiales de construcción, como un primer paso para construir 663 viviendas para los que perdieron sus hogares", anunció esta semana el titular de Vivienda, Mufid al Hasayna.

Pero, tras un año viviendo entre escombros, Abu Aser y muchos otros ya no les creen a los funcionarios.

"Son promesas, pero nada se mueve. No les creo. Míreme a mi y a mis vecinos: llevamos ya un año y hemos perdido la esperanza de que nuestras casas se vayan a reconstruir", declaró Mostasem a la agencia de noticias EFE.

"Durante la guerra nos trasladamos a un refugio de la ONU una semana, pero allí la vida era miserable, así que en un alto el fuego volvimos a casa a recoger cosas útiles y luego alquilé un apartamento en Gaza capital por 200 dólares al mes", explicó.

Tras acabar la guerra, volvió a su casa destrozada con su familia.

"Arreglé una de las habitaciones y todavía vivimos allí a la espera de que empiece el proceso de reconstrucción. Mis padres, hermanos y hermanas todavía viven en el apartamento que alquilamos", añadió.

A todo esto, la tregua acordada entre el movimiento Hamas, que gobierna en Gaza, e Israel tras la ofensiva se respetó en rasgos generales, aunque en los últimos meses se registró el lanzamiento de varios cohetes desde la Franja, respondidos con bombardeos israelíes sobre objetivos militares palestinos.

"Si me pregunta si espero otra guerra, diría que no porque hemos tenido ya suficientes. Hemos pasado tres guerras, en 2009, 2012 y 2014 y no hemos ganado nada con ellas, solo destrucción y pobreza", dijo Yaser El Haj, un joven de 26 años de Jan Yunis, norte del territorio, que perdió su casa y a ocho miembros de su familia durante la última incursión israelí.

"La situación es desesperante. Llevamos ocho años hablando de unidad (política palestina) y no se ha hecho nada", apuntó El Haj.

"Yo lo perdí todo en la guerra. No quedó nada. Aquí la gente no muere de hambre, como en otros sitios. Pero mueren de estrés y de ira porque la situación no mejora", señaló en pie sobre los escombros de lo que, hace un año, era su hogar

A todo esto, los índices de pobreza y desempleo se han disparado, y el desempleo es el mayor del mundo, con un 43%, según el Banco Mundial.

"Las hostilidades de 2014 exacerbaron gravemente la ya precaria situación socio-económica (de Gaza), con la capacidad de aceptación de los palestinos agotada ante los efectos acumulados de ocho años de bloqueo", afirmó el comunicado de la OCHA.

"Los palestinos en Gaza necesitan salir de este círculo vicioso de crisis", demandó Piper.


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