Padre e hijo unidos por la pasión y la pelota

Parece que se hubiesen puesto de acuerdo. Solo horas atrás, en la misma institución se producía un hito histórico, al encontrarse padre e hijo de un icono del básquetbol del club Social y Deportivo Madryn, tal el caso de Pablo Marani y su hijo.

19 ABR 2011 - 21:49 | Actualizado

Ahora, como lo hicieron siempre, bien tomados de la mano, es el fútbol quien permite encontrarnos con el máximo referente de la institución como lo es Pedro “Carolo” Arancibia y su hijo Franco.

“Carolo” sintió que nunca se alejó de verdad del fútbol, demostrándolo cada sábado con sus amigos en la liga de “veteranos”, esa que le permite disfrutar de sus amigos pero también comenzar a acumular peso. “Empecé a ir al gimnasio porque me hacía falta y después nació de Diego González, de sumarme por la necesidad de darle una mano, ya que el equipo tiene muchos chicos, a los cuales tengo el orgullo de conocerlos. Después de evaluarlo en familia, volvimos a jugar ‘casi’ en serio. Por esas maravillas jamás anunciadas, suceden estas cosas que es como poder ver desde adentro de la cancha el crecimiento futbolístico de mi hijo Franco. Es algo muy lindo vivir esta situación”, aseguró.

No supo disimular que este partido entre “aurinegros” y “la banda”, con el significado que por segunda vez los uniera en un campo de juego, solo le faltó calor popular: “Faltó la gente nada más. Ya todos sabemos lo que ha sucedido, pero ese fue relegado y pasó a segundo plano, porque en casa solo se conversó lo que significaba jugar en el Coliseo junto a mi hijo, y como si fuera poco un ‘clásico’. Nada ha cambiado en estos días para dar un consejo a mis hijos. Ellos saben que tanto la madre como yo, hemos vivido para ser una familia ejemplar y son consejos para la vida, porque deportivamente es muy chico todavía y solo el destino sabe lo que le tiene deparado. El sacrificio de mi señora, el sueño mío propio, es que estudien, que sean hombres de bien, que no dependan de la ‘casualidad’ que les pueda otorgar una disciplina deportiva”.

“Carolo” también graficó que “en cuanto al partido en sí nada cambió. En mi casa se vive, se respira fútbol y quizás recién ahora comience a tomar dimensión de lo ocurrido, porque él y yo veníamos entrenando juntos desde hace dos o tres meses atrás, y ha sido como haber empezado a escribir con antelación esta hermosa realidad”.

Viejos compañeros

Recalca Pedro Arancibia como algo “bárbaro” y acota que “el hecho de juntarme con Galeano o Bona, y que en grupo, aparezca Franco es algo muy difícil de olvidar. Mis ex compañeros ahora comparten las ilusiones de él. Creo que lo bueno de esta historia es que él acepta todo lo que se le dice, sabe que tiene que crecer porque es un chico, en lo físico y en lo mental, ya que como persona es excepcional. En cuanto a sus características de juego, considero que tiene mucha velocidad, más las ganas que le pone día a día; es probable que hayan muchos jugadores más capacitados, pero pocos con la voluntad y la entereza que le pone. Nunca fui dotado físicamente ni técnicamente pero se dieron cosas que me han permitido ser un tipo feliz a través del deporte. Que llegue a un piso superior pasa por la suerte y el mismo crecimiento. Él sabe que la vida pasa por otro lado”.

A la vez es consciente de que muchos hinchas comenzarán a ver “fantasmas” para el próximo torneo de ascenso en el que él pueda ser parte. “No, esto lo hago bajo ningún tipo de presión. Eso ya está establecido de que no sucederá, lo hago solo por el club y para darle una mano a Diego (González), para que los chicos vayan creciendo con alguien que los vio nacer; por ejemplo Denis Molina, que con un año menos que Franco ya compartió también un lugar con los más grandes. Son cosas que uno debe gozar, compartir esos momentos de felicidad con estos chicos. No hay ninguna historia rara, uno ya fue, ya hizo historia y si bien yo siempre lo tomé con mucha calma, debo cuidar esa imagen sana que me regaló el hincha. Bastante virtud es jugar con tu hijo en un mismo campo de juego. Tanta es la pasión y lo que se puede llevar a cabo que no miro esto como un técnico sino como una actividad social, una forma de unir todas nuestras horas familiares y de esfuerzos junto a mi señora Sandra, que me acompaña a todos lados y que se suma Enzo, mi otro hijo (14 años), ya que dejan horas en pos de un club y casi de una obra social”, finalizó el goleador.#

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19 ABR 2011 - 21:49

Ahora, como lo hicieron siempre, bien tomados de la mano, es el fútbol quien permite encontrarnos con el máximo referente de la institución como lo es Pedro “Carolo” Arancibia y su hijo Franco.

“Carolo” sintió que nunca se alejó de verdad del fútbol, demostrándolo cada sábado con sus amigos en la liga de “veteranos”, esa que le permite disfrutar de sus amigos pero también comenzar a acumular peso. “Empecé a ir al gimnasio porque me hacía falta y después nació de Diego González, de sumarme por la necesidad de darle una mano, ya que el equipo tiene muchos chicos, a los cuales tengo el orgullo de conocerlos. Después de evaluarlo en familia, volvimos a jugar ‘casi’ en serio. Por esas maravillas jamás anunciadas, suceden estas cosas que es como poder ver desde adentro de la cancha el crecimiento futbolístico de mi hijo Franco. Es algo muy lindo vivir esta situación”, aseguró.

No supo disimular que este partido entre “aurinegros” y “la banda”, con el significado que por segunda vez los uniera en un campo de juego, solo le faltó calor popular: “Faltó la gente nada más. Ya todos sabemos lo que ha sucedido, pero ese fue relegado y pasó a segundo plano, porque en casa solo se conversó lo que significaba jugar en el Coliseo junto a mi hijo, y como si fuera poco un ‘clásico’. Nada ha cambiado en estos días para dar un consejo a mis hijos. Ellos saben que tanto la madre como yo, hemos vivido para ser una familia ejemplar y son consejos para la vida, porque deportivamente es muy chico todavía y solo el destino sabe lo que le tiene deparado. El sacrificio de mi señora, el sueño mío propio, es que estudien, que sean hombres de bien, que no dependan de la ‘casualidad’ que les pueda otorgar una disciplina deportiva”.

“Carolo” también graficó que “en cuanto al partido en sí nada cambió. En mi casa se vive, se respira fútbol y quizás recién ahora comience a tomar dimensión de lo ocurrido, porque él y yo veníamos entrenando juntos desde hace dos o tres meses atrás, y ha sido como haber empezado a escribir con antelación esta hermosa realidad”.

Viejos compañeros

Recalca Pedro Arancibia como algo “bárbaro” y acota que “el hecho de juntarme con Galeano o Bona, y que en grupo, aparezca Franco es algo muy difícil de olvidar. Mis ex compañeros ahora comparten las ilusiones de él. Creo que lo bueno de esta historia es que él acepta todo lo que se le dice, sabe que tiene que crecer porque es un chico, en lo físico y en lo mental, ya que como persona es excepcional. En cuanto a sus características de juego, considero que tiene mucha velocidad, más las ganas que le pone día a día; es probable que hayan muchos jugadores más capacitados, pero pocos con la voluntad y la entereza que le pone. Nunca fui dotado físicamente ni técnicamente pero se dieron cosas que me han permitido ser un tipo feliz a través del deporte. Que llegue a un piso superior pasa por la suerte y el mismo crecimiento. Él sabe que la vida pasa por otro lado”.

A la vez es consciente de que muchos hinchas comenzarán a ver “fantasmas” para el próximo torneo de ascenso en el que él pueda ser parte. “No, esto lo hago bajo ningún tipo de presión. Eso ya está establecido de que no sucederá, lo hago solo por el club y para darle una mano a Diego (González), para que los chicos vayan creciendo con alguien que los vio nacer; por ejemplo Denis Molina, que con un año menos que Franco ya compartió también un lugar con los más grandes. Son cosas que uno debe gozar, compartir esos momentos de felicidad con estos chicos. No hay ninguna historia rara, uno ya fue, ya hizo historia y si bien yo siempre lo tomé con mucha calma, debo cuidar esa imagen sana que me regaló el hincha. Bastante virtud es jugar con tu hijo en un mismo campo de juego. Tanta es la pasión y lo que se puede llevar a cabo que no miro esto como un técnico sino como una actividad social, una forma de unir todas nuestras horas familiares y de esfuerzos junto a mi señora Sandra, que me acompaña a todos lados y que se suma Enzo, mi otro hijo (14 años), ya que dejan horas en pos de un club y casi de una obra social”, finalizó el goleador.#