Los chubutenses deciden los candidatos que competirán en las generales de octubre
Se dirimen las internas en todas las categorías. En la provincia hay 414.657 ciudadanos en condiciones de votar.
Llegó el día. Se acabaron las especulaciones y los análisis. Hoy es la primera prueba electoral del año en Chubut. Un total de 414.657 chubutenses están habilitados para ir hasta las 209 escuelas y 1.241 mesas instaladas en toda la provincia para elegir a los representantes de cada agrupación política de cara a las elecciones generales del próximo 25 de octubre.
No serán las primeras Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) en las que los chubutenses elegirán candidatos, porque este sistema ya se utilizó en las generales de 2011, pero igualmente serán históricas porque por primera vez se utilizarán las PASO para dirimir las internas entre candidatos chubutenses en todas las categorías.
Hubo mucha puja este año para instalar el sistema de primarias abiertas en Chubut. Y aunque, finalmente, no todos los partidos o frentes dirimirán sus candidaturas para las generales de octubre a través de las PASO, serán muchos los candidatos que se someterán a la voluntad popular para definir su futuro electoral.
Utilizar un sistema democrático como las PASO para fortalecer la democracia en sí misma, es más que saludable.
PASO a PASO
La participación optativa de los jóvenes de 16 y 17 que por primera vez podrán votar en una elección presidencial y la competencia al interior de algunas alianzas son dos de las grandes diferencias de las PASO de este domingo respecto de las de 2011, el año en el que las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias se pusieron en práctica por primera vez para elegir a los candidatos a presidente y vice.
Otra de las diferencias con las primeras PASO para definir los representantes del Poder Ejecutivo nacional es que en esta oportunidad podrán votar en todo el país un total de 933.998 chicos y chicas de 16 y 17 años. Los jóvenes de esas edades pudieron ir a votar por primera vez en en las PASO legislativas de 2013, tras la sanción de la ley nacional 26.774, pero esta vez participarán en una elección para cargos ejecutivos nacionales.
El peso relativo
En Chubut, lo que ocurra en las cinco grandes ciudades será determinante a la hora de la definición de las PASO. Y en ese esquema, lo que decidan los 138.170 electores habilitados para votar en Comodoro Rivadavia podría influir de manera más que importante en el universo electoral chubutense.
Trelew, con 79.646 electores, es el segundo distrito de Chubut en importancia. Seguido por Puerto Madryn, con 62.985 ciudadanos habilitados para votar.
Esquel y Rawson completan ese quinteto con muchas coincidencias entre sí y una curiosa paridad de votantes: 27.706 electores en la ciudad cordillerana y 27.226 electores en la capital provincial.
Todos suman
Es razonable pensar que en las grandes ciudades se empiece a definir el pleito, pero lo que la democracia aconseja es que cuente hasta el último voto. Incluidos los de Aldea Apeleg (111 electores en total); Aldea Beleiro (167); y Buen Pasto (98), tres de los lugares con menor presencia de votantes de la provincia.
Ese es, tal vez, uno de los mayores valores del voto: que más allá de lo que puedan influir los grandes centros poblados, cada una de las urnas colocadas en el territorio chubutense tiene su valor relativo. Todos los votos valen uno. Y suman.
Las elecciones a gobernador de 2011, que generaron una de las mayores polémicas electorales de la historia de Chubut, que se terminaron definiendo en unas complementarias para el infarto y por un puñado de votos de diferencia, deberían ser el espejo en el que todos los sectores políticos chubutenses debieran mirarse para no cometer los mismos errores.
Valores
La democracia es un sistema donde todos los ciudadanos cuentan y ayudan a construir el futuro del país, la provincia y los municipios en función de decisiones mayoritarias, sin imposiciones de nadie.
Chubut no es ajena a esa realidad. Hay muchas cosas para defender y muchas otras para modificar. La Provincia necesita de la opinión de todos para que todos estemos seguros que lo que se decida, será la mejor opción.
El pensamiento crítico resulta imprescindible a la hora de ejercer el derecho al voto. Para fortalecer lo que el votante cree que hay que seguir sosteniendo. O para cambiar lo que siente que es necesario cambiar.
¿Qué puede ser más importante que la sensación de contribuir a la construcción de un proyecto colectivo, sea del color que fuere?
En la concurrencia a votar y en los mensajes que suelen brindar las urnas siempre hay una gran cantidad de elementos que definen nuestro perfil como sociedad. No sólo para el corto plazo sino para los próximos años.
El compromiso particular de los votantes es clave para las construcciones colectivas. El individualismo argentino suele atentar contra este aspecto fundamental de la democracia y hasta ha sabido darle cauce a fenómenos abstencionistas como método de votación.
No ir a votar, abstenerse en todas las categorías o anular deliberadamente el voto es un grave error que muchos ciudadanos suelen cometer. Con o sin argumentos atendibles.
Es una obligación moral no estar de acuerdo ni fomentar los vicios de la política. Pero la única manera de combatir lo reprochable y limpiar la paja del trigo es ejerciendo la responsabilidad cívica de votar. Elegir entre unos u otros es el secreto.
Porque el voto es un derecho. Pero también un enorme deber.
Llegó el día. Se acabaron las especulaciones y los análisis. Hoy es la primera prueba electoral del año en Chubut. Un total de 414.657 chubutenses están habilitados para ir hasta las 209 escuelas y 1.241 mesas instaladas en toda la provincia para elegir a los representantes de cada agrupación política de cara a las elecciones generales del próximo 25 de octubre.
No serán las primeras Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) en las que los chubutenses elegirán candidatos, porque este sistema ya se utilizó en las generales de 2011, pero igualmente serán históricas porque por primera vez se utilizarán las PASO para dirimir las internas entre candidatos chubutenses en todas las categorías.
Hubo mucha puja este año para instalar el sistema de primarias abiertas en Chubut. Y aunque, finalmente, no todos los partidos o frentes dirimirán sus candidaturas para las generales de octubre a través de las PASO, serán muchos los candidatos que se someterán a la voluntad popular para definir su futuro electoral.
Utilizar un sistema democrático como las PASO para fortalecer la democracia en sí misma, es más que saludable.
PASO a PASO
La participación optativa de los jóvenes de 16 y 17 que por primera vez podrán votar en una elección presidencial y la competencia al interior de algunas alianzas son dos de las grandes diferencias de las PASO de este domingo respecto de las de 2011, el año en el que las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias se pusieron en práctica por primera vez para elegir a los candidatos a presidente y vice.
Otra de las diferencias con las primeras PASO para definir los representantes del Poder Ejecutivo nacional es que en esta oportunidad podrán votar en todo el país un total de 933.998 chicos y chicas de 16 y 17 años. Los jóvenes de esas edades pudieron ir a votar por primera vez en en las PASO legislativas de 2013, tras la sanción de la ley nacional 26.774, pero esta vez participarán en una elección para cargos ejecutivos nacionales.
El peso relativo
En Chubut, lo que ocurra en las cinco grandes ciudades será determinante a la hora de la definición de las PASO. Y en ese esquema, lo que decidan los 138.170 electores habilitados para votar en Comodoro Rivadavia podría influir de manera más que importante en el universo electoral chubutense.
Trelew, con 79.646 electores, es el segundo distrito de Chubut en importancia. Seguido por Puerto Madryn, con 62.985 ciudadanos habilitados para votar.
Esquel y Rawson completan ese quinteto con muchas coincidencias entre sí y una curiosa paridad de votantes: 27.706 electores en la ciudad cordillerana y 27.226 electores en la capital provincial.
Todos suman
Es razonable pensar que en las grandes ciudades se empiece a definir el pleito, pero lo que la democracia aconseja es que cuente hasta el último voto. Incluidos los de Aldea Apeleg (111 electores en total); Aldea Beleiro (167); y Buen Pasto (98), tres de los lugares con menor presencia de votantes de la provincia.
Ese es, tal vez, uno de los mayores valores del voto: que más allá de lo que puedan influir los grandes centros poblados, cada una de las urnas colocadas en el territorio chubutense tiene su valor relativo. Todos los votos valen uno. Y suman.
Las elecciones a gobernador de 2011, que generaron una de las mayores polémicas electorales de la historia de Chubut, que se terminaron definiendo en unas complementarias para el infarto y por un puñado de votos de diferencia, deberían ser el espejo en el que todos los sectores políticos chubutenses debieran mirarse para no cometer los mismos errores.
Valores
La democracia es un sistema donde todos los ciudadanos cuentan y ayudan a construir el futuro del país, la provincia y los municipios en función de decisiones mayoritarias, sin imposiciones de nadie.
Chubut no es ajena a esa realidad. Hay muchas cosas para defender y muchas otras para modificar. La Provincia necesita de la opinión de todos para que todos estemos seguros que lo que se decida, será la mejor opción.
El pensamiento crítico resulta imprescindible a la hora de ejercer el derecho al voto. Para fortalecer lo que el votante cree que hay que seguir sosteniendo. O para cambiar lo que siente que es necesario cambiar.
¿Qué puede ser más importante que la sensación de contribuir a la construcción de un proyecto colectivo, sea del color que fuere?
En la concurrencia a votar y en los mensajes que suelen brindar las urnas siempre hay una gran cantidad de elementos que definen nuestro perfil como sociedad. No sólo para el corto plazo sino para los próximos años.
El compromiso particular de los votantes es clave para las construcciones colectivas. El individualismo argentino suele atentar contra este aspecto fundamental de la democracia y hasta ha sabido darle cauce a fenómenos abstencionistas como método de votación.
No ir a votar, abstenerse en todas las categorías o anular deliberadamente el voto es un grave error que muchos ciudadanos suelen cometer. Con o sin argumentos atendibles.
Es una obligación moral no estar de acuerdo ni fomentar los vicios de la política. Pero la única manera de combatir lo reprochable y limpiar la paja del trigo es ejerciendo la responsabilidad cívica de votar. Elegir entre unos u otros es el secreto.
Porque el voto es un derecho. Pero también un enorme deber.