En juicio abreviado condenan a perpetua a un femicida

Un hombre fue condenado a prisión perpetua por el asesinato de su esposa, ocurrido en 2014 en Mendoza, luego de declararse culpable en el primer juicio abreviado por femicidio en la provincia, porque no quería revictimizar a sus hijas.

04 NOV 2015 - 0:58 | Actualizado

Fabián Ismael Pérez (49) admitió su responsabilidad en el asesinato de su mujer, Noemí Videla (38) , a quien mató luego de golpearla con un hierro, el 28 de noviembre de 2014 en el domicilio que ambos compartían en el barrio Argumedo, del departamento de Guaymallén, cercano a la capital provincial.

Por primera vez en Mendoza, en un caso de femicidio, el imputado fue sometido a un juicio abreviado porque, según sostuvo, no quería que sus hijas tuvieran que declarar en el juicio oral y público, ya que una de ellas presenció cuando estaba golpeando a su esposa.

El pedido fue solicitado por la defensora oficial del hombre y aceptado por el fiscal Alejandro Iturbide.

Por lo general, quienes aceptan someterse a un juicio abreviado obtienen una rebaja en la pena, pero la Cámara Tercera de Mendoza, integrada por Laura Guajardo, Diego Lusverti y Eduardo Martearena, condenó a Pérez a prisión perpetua por "homicidio triplemente agravado por el vínculo, alevosía y violencia de género".

Antes de escuchar el veredicto, el hombre hizo uso de su derecho a declarar y, entre lágrimas, le pidió perdón a sus hijas.

La pareja, si bien estaba separada hacía más de un año, compartía una vivienda en la calle Formosa, junto a dos hijas de 19 y 16 años.

Según la investigación, al momento del asesinato el acusado ocupaba una habitación al fondo de la casa, ya que no contaba con dinero para mudarse a otra vivienda.

El 28 de noviembre, Pérez salió de la propiedad para llevar a su hija más chica al colegio y cuando regresó, cerca de las 8 de la mañana, tomó un hierro de unos 50 centímetro de largo y se dirigió a la habitación de su esposa.

Allí, mientras la víctima dormía, la golpeó numerosas veces y la dejó agonizando.

Tras escuchar los sollozos de la mujer, su hija de 19 años, se dirigió a la habitación y vio cómo su padre golpeaba a su madre.

Luego una ambulancia trasladó a la mujer al Hospital Central, donde ingresó con un grave traumatismo encéfalo craneano y al día siguiente murió por las graves heridas.

En tanto, Pérez escapó y se entregó días después.

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04 NOV 2015 - 0:58

Fabián Ismael Pérez (49) admitió su responsabilidad en el asesinato de su mujer, Noemí Videla (38) , a quien mató luego de golpearla con un hierro, el 28 de noviembre de 2014 en el domicilio que ambos compartían en el barrio Argumedo, del departamento de Guaymallén, cercano a la capital provincial.

Por primera vez en Mendoza, en un caso de femicidio, el imputado fue sometido a un juicio abreviado porque, según sostuvo, no quería que sus hijas tuvieran que declarar en el juicio oral y público, ya que una de ellas presenció cuando estaba golpeando a su esposa.

El pedido fue solicitado por la defensora oficial del hombre y aceptado por el fiscal Alejandro Iturbide.

Por lo general, quienes aceptan someterse a un juicio abreviado obtienen una rebaja en la pena, pero la Cámara Tercera de Mendoza, integrada por Laura Guajardo, Diego Lusverti y Eduardo Martearena, condenó a Pérez a prisión perpetua por "homicidio triplemente agravado por el vínculo, alevosía y violencia de género".

Antes de escuchar el veredicto, el hombre hizo uso de su derecho a declarar y, entre lágrimas, le pidió perdón a sus hijas.

La pareja, si bien estaba separada hacía más de un año, compartía una vivienda en la calle Formosa, junto a dos hijas de 19 y 16 años.

Según la investigación, al momento del asesinato el acusado ocupaba una habitación al fondo de la casa, ya que no contaba con dinero para mudarse a otra vivienda.

El 28 de noviembre, Pérez salió de la propiedad para llevar a su hija más chica al colegio y cuando regresó, cerca de las 8 de la mañana, tomó un hierro de unos 50 centímetro de largo y se dirigió a la habitación de su esposa.

Allí, mientras la víctima dormía, la golpeó numerosas veces y la dejó agonizando.

Tras escuchar los sollozos de la mujer, su hija de 19 años, se dirigió a la habitación y vio cómo su padre golpeaba a su madre.

Luego una ambulancia trasladó a la mujer al Hospital Central, donde ingresó con un grave traumatismo encéfalo craneano y al día siguiente murió por las graves heridas.

En tanto, Pérez escapó y se entregó días después.


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