Carter aclaró que su país está "en guerra" contra el EI, durante una audiencia ante el Comité de Servicios Armados de la Cámara baja del Congreso.
El jefe del Pentágono enfatizó, además, que el resto del mundo también "tiene que incrementar" sus esfuerzos contra los yihadistas para evitar que se repitan los atentados del pasado 13 de noviembre en París, donde murieron al menos 130 personas.
Carter detalló que el presidente estadounidense, Barack Obama, autorizó el despliegue de un contingente de fuerzas especiales "expedicionario" que podrá "llevar a cabo incursiones, liberar rehenes, reunir información de inteligencia y capturar a líderes del EI" en Irak, informó la agencia de noticias EFE.
Ese contingente también podrá realizar "operaciones unilaterales" en Siria, según el jefe del Pentágono, que no detalló el número de soldados que formarán parte de esa fuerza "expedicionaria" que no cuenta con autorización del gobierno sirio de Bashar al Assad ni de la ONU para operar en su territorio.
Actualmente, más de 3.000 militares estadounidenses están en misión en Irak, en su mayoría dedicados a dar asesoramiento y entrenamiento a las fuerzas locales.
Además, hace un mes Obama autorizó el envío a Siria de un contingente de las Fuerzas de Operaciones Especiales, inferior a 50 miembros, para asesorar a los destituyentes alzados en armas contra el gobierno de Damasco, que Washington apoya, en su lucha contra los yihadistas.
Desde los atentados de París, Obama ha defendido su estrategia para combatir al EI, convencido de que dará resultados a largo plazo, y descartó una intervención militar en Siria al estilo de las guerras de Irak y Afganistán.
La mayoría de los aspirantes presidenciales republicanos, además de legisladores de ese partido, como el senador John McCain, demandan una mayor implicación militar de EE.UU. en la guerra contra el EI, con tropas sobre el terreno. McCain llegó a hablar de 10.000 efectivos.
Leon Panetta, exsecretario de Defensa de Obama, y la senadora demócrata Dianne Feinstein también han criticado la estrategia actual contra el EI porque la consideran "insuficiente".
Desde París, donde participó en la Cumbre del Clima (COP21), el presidente estadounidense mostró hoy su confianza en que Rusia reconsiderará su posición en el conflicto sirio, aunque descartó que Moscú vaya a dar un "giro de 180 grados" y un cambio inminente.
En una conferencia de prensa, Obama expresó su esperanza en que el proceso político vaya avanzando al mismo tiempo que la coalición internacional pone cada vez más presión sobre el EI, hasta que se dé un "cambio en los cálculos de Rusia y un reconocimiento de que es el momento de poner fin a la guerra civil en Siria".
También indicó al presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, que el EI es un enemigo de la OTAN y por lo tanto enemigo común de Washington y Ankara. El gobierno turco, islamista, recibe muchas acusaciones de colaborar con el EI.
Carter aclaró que su país está "en guerra" contra el EI, durante una audiencia ante el Comité de Servicios Armados de la Cámara baja del Congreso.
El jefe del Pentágono enfatizó, además, que el resto del mundo también "tiene que incrementar" sus esfuerzos contra los yihadistas para evitar que se repitan los atentados del pasado 13 de noviembre en París, donde murieron al menos 130 personas.
Carter detalló que el presidente estadounidense, Barack Obama, autorizó el despliegue de un contingente de fuerzas especiales "expedicionario" que podrá "llevar a cabo incursiones, liberar rehenes, reunir información de inteligencia y capturar a líderes del EI" en Irak, informó la agencia de noticias EFE.
Ese contingente también podrá realizar "operaciones unilaterales" en Siria, según el jefe del Pentágono, que no detalló el número de soldados que formarán parte de esa fuerza "expedicionaria" que no cuenta con autorización del gobierno sirio de Bashar al Assad ni de la ONU para operar en su territorio.
Actualmente, más de 3.000 militares estadounidenses están en misión en Irak, en su mayoría dedicados a dar asesoramiento y entrenamiento a las fuerzas locales.
Además, hace un mes Obama autorizó el envío a Siria de un contingente de las Fuerzas de Operaciones Especiales, inferior a 50 miembros, para asesorar a los destituyentes alzados en armas contra el gobierno de Damasco, que Washington apoya, en su lucha contra los yihadistas.
Desde los atentados de París, Obama ha defendido su estrategia para combatir al EI, convencido de que dará resultados a largo plazo, y descartó una intervención militar en Siria al estilo de las guerras de Irak y Afganistán.
La mayoría de los aspirantes presidenciales republicanos, además de legisladores de ese partido, como el senador John McCain, demandan una mayor implicación militar de EE.UU. en la guerra contra el EI, con tropas sobre el terreno. McCain llegó a hablar de 10.000 efectivos.
Leon Panetta, exsecretario de Defensa de Obama, y la senadora demócrata Dianne Feinstein también han criticado la estrategia actual contra el EI porque la consideran "insuficiente".
Desde París, donde participó en la Cumbre del Clima (COP21), el presidente estadounidense mostró hoy su confianza en que Rusia reconsiderará su posición en el conflicto sirio, aunque descartó que Moscú vaya a dar un "giro de 180 grados" y un cambio inminente.
En una conferencia de prensa, Obama expresó su esperanza en que el proceso político vaya avanzando al mismo tiempo que la coalición internacional pone cada vez más presión sobre el EI, hasta que se dé un "cambio en los cálculos de Rusia y un reconocimiento de que es el momento de poner fin a la guerra civil en Siria".
También indicó al presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, que el EI es un enemigo de la OTAN y por lo tanto enemigo común de Washington y Ankara. El gobierno turco, islamista, recibe muchas acusaciones de colaborar con el EI.