Rusia lanzó hoy un duro ataque personal al presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, al acusarlo de beneficiarse del tráfico ilegal de petróleo del Estado Islámico (EI) y de "saquear" a sus vecinos Siria e Irak, en medio de altas tensiones entre ambos países por el derribo de un avión de combate ruso.
El mismo día en que Rusia inhumó con honores al piloto del avión derribado por Turquía cerca de la frontera con Siria, el viceministro de Defensa ruso, Anatoli Antonov, dijo en Moscú que en Medio Oriente "actúa un equipo, que incluye a los criminales y a la élite turca, para el robo de petróleo a sus vecinos" Siria e Irak.
La intervención de Antonov fue seguida por la presentación de numerosas pruebas documentales que incluyeron fotos, mapas y vídeos, sobre "ese negocio criminal" en el que "están involucrados los máximos dirigentes políticos, el presidente Erdogan y su familia", según insistió el funcionario ruso.
Sin embargo, el mandatario turco rechazó rápidamente las nuevas acusaciones rusas y volvió a exigir evidencias de la denunciada complicidad entre Turquía y el EI, al que también se conoce por su acrónimo árabe de Daesh.
"Nadie tiene derecho a lanzar contra Turquía una calumnia como decir que compramos petróleo al Daesh. Turquía no es tan inmoral como para comprar petróleo a una organización terrorista. Quienes lanzan esta calumnia deben demostrarla", dijo Erdogan, citado por la agencia de noticias EFE.
En declaraciones en Qatar, donde recibió una distinción, el presidente turco reiteró, como ya había hecho esta semana, que está dispuesto a renunciar si Rusia prueba sus afirmaciones.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ya había acusado esta semana a Turquía de derribar el pasado 24 de noviembre el bombardero ruso Su-24 en la frontera siria para proteger esas vías de suministro de crudo, pero Antonov fue más allá al entrar directamente en lo personal.
"¿A nadie en Occidente le surgen preguntas sobre que el hijo del presidente de Turquía sea el jefe de una de las mayores compañías energéticas del país y que su yerno sea el ministro de Energía? ¡Qué fantástico negocio familiar!", dijo.
Según medios europeos, el hijo del presidente turco, Bilal, dueño de una naviera, sería el encargado de transportar ese crudo en buques petroleros a países asiáticos desde los puertos de Ceyhan y Beirut.
Antonov subrayó que los ingresos por la venta de petróleo -2.000 millones de dólares anuales- son "una de las más importantes fuentes de financiación de las actividades de los terroristas en Siria", que dedican ese dinero a reclutar mercenarios y comprar armamento.
"El principal consumidor de ese petróleo robado a sus legítimos propietarios en Siria e Irak es Turquía", subrayó el viceministro, quien acusó a Ankara del "saqueo de sus vecinos".
En concreto, Rusia dice haber descubierto tres rutas terrestres por las que "hasta 200.000 barriles de petróleo" robado en los yacimientos de Siria e Irak es transportado a territorio turco por 8.500 camiones cisterna fletados por los yihadistas.
Según esos datos, la ruta occidental arrancaría en la ciudad nororiental siria de Al Raqqa, principal bastión del EI, y tendría como destino los puertos turcos en el mar Mediterráneo -Dortiol e Iskendurun-, de donde zarparía diariamente un petrolero con rumbo desconocido.
Para reforzar sus acusaciones, el ministerio de Defensa ofreció un vídeo en el que se ve cómo los camiones cisterna cruzan libremente un sector de la frontera que en su parte siria está controlada por el Frente al Nusra.
La ruta norte tendría como punto de partida los yacimientos en el margen derecho del río Éufrates, no lejos de la localidad de Deir Ezzor, en el este de Siria, donde el EI controla numerosas refinerías, y su destino sería la ciudad turca de Batman, a 100 kilómetros de la frontera siria.
Finalmente, en la ruta oriental los yihadistas extraerían el crudo en los yacimientos del noreste de Siria y el noroeste de Irak y lo transportarían hasta la ciudad fronteriza turca de Dzizre.
"El cinismo de los dirigentes turcos no tiene límites. Miren lo que hacen. Invadieron otro país y lo saquean sin disimulo. Y como sus dueños les molestan, hay que derrocarlos", dijo Antonov, en alusión al presidente sirio, Bashar al Assad, cuya renuncia es exigida por Ankara por considerarlo responsable del conflicto en su país.
En la última cumbre del G20 en la ciudad turca de Antalia, Putin ya presentó imágenes de satélites sobre caravanas kilométricas de camiones cisterna que se dirigían a Turquía, pero no llegó a acusar a Erdogan de estar implicado en ese entramado criminal.
En cambio, el derribo del bombardero ruso lo cambió todo, y Rusia ya prohibió esta semana la importación de determinadas frutas y verduras turcas, suspendió los vuelos chárter y congeló las negociaciones de acuerdos comerciales con Turquía, su quinto socio comercial.
Pese a la escalada, el canciller ruso, Serguei Lavrov, anunció hoy su intención de reunirse próximamente con un representante turco en Belgrado para tratar el conflicto bilateral, y agregó que el encuentro sería con su par turco Mevlut Cavusoglu.
Turquía afirma que derribó el avión ruso luego de que éste ingresara en su espacio aéreo e ignorara varias advertencias, algo que es negado por Rusia.
El avión realizaba una misión en el marco de la campaña de ataques aéreos que Rusia inició en Siria el 30 de septiembre contra el EI y otros grupos insurgentes, en apoyo a su aliado Al Assad.
Los dos pilotos que iban en el aparato ruso lograron eyectarse y cayeron con sus paracaídas del lado sirio de la frontera. Uno de ellos fue muerto en su descenso por disparos de guerrilleros sirios desde tierra, mientras que el otro fue rescatado días después por fuerzas especiales rusas y sirias.
El piloto fallecido, el teniente coronel Oleg Peshkov, fue enterrado hoy con honores militares en la ciudad rusa de Lipetsk, a unos 450 kilómetros al sur de Moscú, luego de que Putin le concediera de manera póstuma la mayor distinción rusa, el título de "Héroe de Rusia".
El féretro del piloto fue despedido por unas 10.000 personas en la ciudad donde vivía desde hace años con su mujer y dos hijos.
El gobernador de Lipetsk, Oleg Peshkov, de donde el piloto era oriundo, dijo que "durante toda su vida y carrera militar Peshkov honró la estela de anteriores generaciones de soldados rusos, que durante siglos acudieron en ayuda de países y pueblos que la necesitaban".
Rusia lanzó hoy un duro ataque personal al presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, al acusarlo de beneficiarse del tráfico ilegal de petróleo del Estado Islámico (EI) y de "saquear" a sus vecinos Siria e Irak, en medio de altas tensiones entre ambos países por el derribo de un avión de combate ruso.
El mismo día en que Rusia inhumó con honores al piloto del avión derribado por Turquía cerca de la frontera con Siria, el viceministro de Defensa ruso, Anatoli Antonov, dijo en Moscú que en Medio Oriente "actúa un equipo, que incluye a los criminales y a la élite turca, para el robo de petróleo a sus vecinos" Siria e Irak.
La intervención de Antonov fue seguida por la presentación de numerosas pruebas documentales que incluyeron fotos, mapas y vídeos, sobre "ese negocio criminal" en el que "están involucrados los máximos dirigentes políticos, el presidente Erdogan y su familia", según insistió el funcionario ruso.
Sin embargo, el mandatario turco rechazó rápidamente las nuevas acusaciones rusas y volvió a exigir evidencias de la denunciada complicidad entre Turquía y el EI, al que también se conoce por su acrónimo árabe de Daesh.
"Nadie tiene derecho a lanzar contra Turquía una calumnia como decir que compramos petróleo al Daesh. Turquía no es tan inmoral como para comprar petróleo a una organización terrorista. Quienes lanzan esta calumnia deben demostrarla", dijo Erdogan, citado por la agencia de noticias EFE.
En declaraciones en Qatar, donde recibió una distinción, el presidente turco reiteró, como ya había hecho esta semana, que está dispuesto a renunciar si Rusia prueba sus afirmaciones.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ya había acusado esta semana a Turquía de derribar el pasado 24 de noviembre el bombardero ruso Su-24 en la frontera siria para proteger esas vías de suministro de crudo, pero Antonov fue más allá al entrar directamente en lo personal.
"¿A nadie en Occidente le surgen preguntas sobre que el hijo del presidente de Turquía sea el jefe de una de las mayores compañías energéticas del país y que su yerno sea el ministro de Energía? ¡Qué fantástico negocio familiar!", dijo.
Según medios europeos, el hijo del presidente turco, Bilal, dueño de una naviera, sería el encargado de transportar ese crudo en buques petroleros a países asiáticos desde los puertos de Ceyhan y Beirut.
Antonov subrayó que los ingresos por la venta de petróleo -2.000 millones de dólares anuales- son "una de las más importantes fuentes de financiación de las actividades de los terroristas en Siria", que dedican ese dinero a reclutar mercenarios y comprar armamento.
"El principal consumidor de ese petróleo robado a sus legítimos propietarios en Siria e Irak es Turquía", subrayó el viceministro, quien acusó a Ankara del "saqueo de sus vecinos".
En concreto, Rusia dice haber descubierto tres rutas terrestres por las que "hasta 200.000 barriles de petróleo" robado en los yacimientos de Siria e Irak es transportado a territorio turco por 8.500 camiones cisterna fletados por los yihadistas.
Según esos datos, la ruta occidental arrancaría en la ciudad nororiental siria de Al Raqqa, principal bastión del EI, y tendría como destino los puertos turcos en el mar Mediterráneo -Dortiol e Iskendurun-, de donde zarparía diariamente un petrolero con rumbo desconocido.
Para reforzar sus acusaciones, el ministerio de Defensa ofreció un vídeo en el que se ve cómo los camiones cisterna cruzan libremente un sector de la frontera que en su parte siria está controlada por el Frente al Nusra.
La ruta norte tendría como punto de partida los yacimientos en el margen derecho del río Éufrates, no lejos de la localidad de Deir Ezzor, en el este de Siria, donde el EI controla numerosas refinerías, y su destino sería la ciudad turca de Batman, a 100 kilómetros de la frontera siria.
Finalmente, en la ruta oriental los yihadistas extraerían el crudo en los yacimientos del noreste de Siria y el noroeste de Irak y lo transportarían hasta la ciudad fronteriza turca de Dzizre.
"El cinismo de los dirigentes turcos no tiene límites. Miren lo que hacen. Invadieron otro país y lo saquean sin disimulo. Y como sus dueños les molestan, hay que derrocarlos", dijo Antonov, en alusión al presidente sirio, Bashar al Assad, cuya renuncia es exigida por Ankara por considerarlo responsable del conflicto en su país.
En la última cumbre del G20 en la ciudad turca de Antalia, Putin ya presentó imágenes de satélites sobre caravanas kilométricas de camiones cisterna que se dirigían a Turquía, pero no llegó a acusar a Erdogan de estar implicado en ese entramado criminal.
En cambio, el derribo del bombardero ruso lo cambió todo, y Rusia ya prohibió esta semana la importación de determinadas frutas y verduras turcas, suspendió los vuelos chárter y congeló las negociaciones de acuerdos comerciales con Turquía, su quinto socio comercial.
Pese a la escalada, el canciller ruso, Serguei Lavrov, anunció hoy su intención de reunirse próximamente con un representante turco en Belgrado para tratar el conflicto bilateral, y agregó que el encuentro sería con su par turco Mevlut Cavusoglu.
Turquía afirma que derribó el avión ruso luego de que éste ingresara en su espacio aéreo e ignorara varias advertencias, algo que es negado por Rusia.
El avión realizaba una misión en el marco de la campaña de ataques aéreos que Rusia inició en Siria el 30 de septiembre contra el EI y otros grupos insurgentes, en apoyo a su aliado Al Assad.
Los dos pilotos que iban en el aparato ruso lograron eyectarse y cayeron con sus paracaídas del lado sirio de la frontera. Uno de ellos fue muerto en su descenso por disparos de guerrilleros sirios desde tierra, mientras que el otro fue rescatado días después por fuerzas especiales rusas y sirias.
El piloto fallecido, el teniente coronel Oleg Peshkov, fue enterrado hoy con honores militares en la ciudad rusa de Lipetsk, a unos 450 kilómetros al sur de Moscú, luego de que Putin le concediera de manera póstuma la mayor distinción rusa, el título de "Héroe de Rusia".
El féretro del piloto fue despedido por unas 10.000 personas en la ciudad donde vivía desde hace años con su mujer y dos hijos.
El gobernador de Lipetsk, Oleg Peshkov, de donde el piloto era oriundo, dijo que "durante toda su vida y carrera militar Peshkov honró la estela de anteriores generaciones de soldados rusos, que durante siglos acudieron en ayuda de países y pueblos que la necesitaban".