Martín Díaz Airaldo, el médico que operó un aneurisma cerebral de urgencia en Trelew

El neurocirujano valoró el acertado y rápido diagnóstico de profesionales de Puerto Madryn en una paciente a la que debió operar luego en el Hospital Zonal. Se trata de una enfermedad asintomática y con alto porcentaje de muerte.

Caso. Díaz Airaldo destacó la celeridad con la que fue atendida la paciente y el efectivo diagnóstico.
09 ENE 2016 - 21:41 | Actualizado

Por Dario Roberts / @darioroberts

El aneurisma cerebral es una patología asintomática y de alto riesgo, pues según indican los especialistas, un gran porcentaje de los casos en los que se llega a la rotura de una arteria en el cráneo por esta enfermedad deriva en una muerte súbita.

Sin embargo, hay pacientes que logran sobrevivir debido a un rápido diagnóstico y un posterior tratamiento quirúrgico. Uno de esos casos se produjo días atrás en el Hospital Zonal de Trelew y fue noticia porque el equipo médico del nosocomio concretó una compleja intervención que hacía dos décadas no se concretaba.

El hecho puso de relieve no sólo la calidad humana y profesional de los médicos del nosocomio sino también las particularidades de una patología cuyas consecuencias pueden ser graves y de la cual se habla bastante poco.

Enfermedad silenciosa

En diálogo con Jornada, Martín Díaz Airaldo (M.P. 3.933), neurocirujano que tuvo a su cargo la intervención, indicó que el aneurisma cerebral “es una patología por la cual uno nace congénitamente con una debilidad en la pared de una arteria y con el paso de los años y el continuo flujo sanguíneo esa pared se va dilatando y se produce el saco aneurismático, se hace como un globito en la arteria”.

El médico indicó que la enfermedad “no da ningún tipo de síntoma, no hay forma de conocerlo previamente salvo que se haga un estudio muy minucioso de ese lugar y la única forma de hacer screening es en pacientes que tienen familiares con aneurismas, esos son los únicos pacientes en los que se puede intentar buscarlo antes que se rompa, porque los aneurismas no dan ningún síntoma hasta su ruptura”.

Riesgo de muerte

“Cuando un aneurisma se rompe es algo extremadamente peligroso, ya que la mitad de los pacientes a los que se rompe un aneurisma genera una muerte súbita”, indicó Díaz Airaldo, y agregó que “el otro 50% de los pacientes que sobreviven a esa hemorragia pueden tener diferentes estados neurológicos”.

El facultativo afirmó que “el estado neurológico es lo que principalmente determina después la condición del paciente”.

En ese sentido explicó que es necesario abordar el problema porque “cuando un aneurisma se rompe se abren dos posibilidades que son extremadamente serias si el paciente sobrevive. Una es una nueva hemorragia de ese aneurisma y la otra posibilidad es que las arterias se contraigan y produzcan lo que se llama un vasoespasmo cerebral, que eso también es algo que puede llevar a daño neurológico muy serio e incluso la muerte”.

El caso de Madryn

El aneurisma es asintomático pero la rotura del mismo presenta condiciones bien marcadas. “El síntoma principal cuando se rompe un aneurisma es que uno siente una cefalea extremadamente fuerte, empieza como si a uno lo golpearan en la cabeza y siente como que explota algo en la cabeza, es un dolor extremadamente fuerte, el peor dolor de su vida de la cabeza y a eso se asocian otros signos clínicos que los puede diagnosticar un médico”, indica el neurocirujano.

En el caso de la mujer que fue operada días pasados, el médico que tuvo a su cargo la cirugía contó que la paciente “tuvo un fuerte dolor de cabeza, concurrió a la guardia del hospital de Madryn donde fue muy bien atendida y lograron arribar al diagnóstico y a la sospecha de una ruptura de un aneurisma por la clínica de la paciente, por la forma de la presentación del cuadro”.

Tras realizar los primeros estudios se la derivó a Trelew, donde se confirmó el diagnóstico con una angiografía cerebral, con la cual indicó el médico “se encontró el aneurisma que correspondía al lugar donde estaba la hemorragia y pudimos abordarlo quirúrgicamente para evitar que vuelva a sangrar”.

Los casos de rotura de aneurisma cerebral tienen dos formas de resolución y la aplicación de una u otra depende de muchos factores: “Una es la quirúrgica, con microneurocirugía utilizando un microscopio quirúrgico o en su defecto amplificación con gafa lupas o bien la otra resolución mediante endovascular, que es navegando por las arterias y tapando desde adentro el aneurisma”.

Según Díaz Airaldo “las dos técnicas tienen sus pro y sus contras y las dos se indican dependiendo la conformación de ese aneurisma, la forma estructural que tiene el aneurisma, el estado neurológico del paciente y también la capacidad instalada del quirófano”, entre otros aspectos.

También indicó que si bien “el hospital en este momento no cuenta con un angiógrafo, sí existen en la parte privada o sea que si hay casos que se tengan que resolver por endovascular se puede resolver en la ciudad”.

Caso. Díaz Airaldo destacó la celeridad con la que fue atendida la paciente y el efectivo diagnóstico.
09 ENE 2016 - 21:41

Por Dario Roberts / @darioroberts

El aneurisma cerebral es una patología asintomática y de alto riesgo, pues según indican los especialistas, un gran porcentaje de los casos en los que se llega a la rotura de una arteria en el cráneo por esta enfermedad deriva en una muerte súbita.

Sin embargo, hay pacientes que logran sobrevivir debido a un rápido diagnóstico y un posterior tratamiento quirúrgico. Uno de esos casos se produjo días atrás en el Hospital Zonal de Trelew y fue noticia porque el equipo médico del nosocomio concretó una compleja intervención que hacía dos décadas no se concretaba.

El hecho puso de relieve no sólo la calidad humana y profesional de los médicos del nosocomio sino también las particularidades de una patología cuyas consecuencias pueden ser graves y de la cual se habla bastante poco.

Enfermedad silenciosa

En diálogo con Jornada, Martín Díaz Airaldo (M.P. 3.933), neurocirujano que tuvo a su cargo la intervención, indicó que el aneurisma cerebral “es una patología por la cual uno nace congénitamente con una debilidad en la pared de una arteria y con el paso de los años y el continuo flujo sanguíneo esa pared se va dilatando y se produce el saco aneurismático, se hace como un globito en la arteria”.

El médico indicó que la enfermedad “no da ningún tipo de síntoma, no hay forma de conocerlo previamente salvo que se haga un estudio muy minucioso de ese lugar y la única forma de hacer screening es en pacientes que tienen familiares con aneurismas, esos son los únicos pacientes en los que se puede intentar buscarlo antes que se rompa, porque los aneurismas no dan ningún síntoma hasta su ruptura”.

Riesgo de muerte

“Cuando un aneurisma se rompe es algo extremadamente peligroso, ya que la mitad de los pacientes a los que se rompe un aneurisma genera una muerte súbita”, indicó Díaz Airaldo, y agregó que “el otro 50% de los pacientes que sobreviven a esa hemorragia pueden tener diferentes estados neurológicos”.

El facultativo afirmó que “el estado neurológico es lo que principalmente determina después la condición del paciente”.

En ese sentido explicó que es necesario abordar el problema porque “cuando un aneurisma se rompe se abren dos posibilidades que son extremadamente serias si el paciente sobrevive. Una es una nueva hemorragia de ese aneurisma y la otra posibilidad es que las arterias se contraigan y produzcan lo que se llama un vasoespasmo cerebral, que eso también es algo que puede llevar a daño neurológico muy serio e incluso la muerte”.

El caso de Madryn

El aneurisma es asintomático pero la rotura del mismo presenta condiciones bien marcadas. “El síntoma principal cuando se rompe un aneurisma es que uno siente una cefalea extremadamente fuerte, empieza como si a uno lo golpearan en la cabeza y siente como que explota algo en la cabeza, es un dolor extremadamente fuerte, el peor dolor de su vida de la cabeza y a eso se asocian otros signos clínicos que los puede diagnosticar un médico”, indica el neurocirujano.

En el caso de la mujer que fue operada días pasados, el médico que tuvo a su cargo la cirugía contó que la paciente “tuvo un fuerte dolor de cabeza, concurrió a la guardia del hospital de Madryn donde fue muy bien atendida y lograron arribar al diagnóstico y a la sospecha de una ruptura de un aneurisma por la clínica de la paciente, por la forma de la presentación del cuadro”.

Tras realizar los primeros estudios se la derivó a Trelew, donde se confirmó el diagnóstico con una angiografía cerebral, con la cual indicó el médico “se encontró el aneurisma que correspondía al lugar donde estaba la hemorragia y pudimos abordarlo quirúrgicamente para evitar que vuelva a sangrar”.

Los casos de rotura de aneurisma cerebral tienen dos formas de resolución y la aplicación de una u otra depende de muchos factores: “Una es la quirúrgica, con microneurocirugía utilizando un microscopio quirúrgico o en su defecto amplificación con gafa lupas o bien la otra resolución mediante endovascular, que es navegando por las arterias y tapando desde adentro el aneurisma”.

Según Díaz Airaldo “las dos técnicas tienen sus pro y sus contras y las dos se indican dependiendo la conformación de ese aneurisma, la forma estructural que tiene el aneurisma, el estado neurológico del paciente y también la capacidad instalada del quirófano”, entre otros aspectos.

También indicó que si bien “el hospital en este momento no cuenta con un angiógrafo, sí existen en la parte privada o sea que si hay casos que se tengan que resolver por endovascular se puede resolver en la ciudad”.