El Kremlin, furioso por nuevo sistema militar de la OTAN

La OTAN inauguró hoy un escudo antimisiles diseñado y financiado por Estados Unidos, que entró en operaciones en la nueva base de la organización en Deveselu, Rumania y desató la furia del Kremlin que lo calificó como "una amenaza directa" para la seguridad de Rusia, violatoria del tratado de eliminación de proyectiles nucleares de medio y corto alcance (INF).

Cayó le muro, desapareció la URSS pero el poder militar perdura y las tensiones que genera también.
12 MAY 2016 - 12:39 | Actualizado

"Muchos países, incluidos algunos vecinos de la Alianza, buscan desarrollar misiles balísticos u obtenerlos", justificó hoy el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, durante la ceremonia de inauguración del flamante escudo.

El sistema "Aegis Ashore", que incluye un radar, interceptores de misiles y equipos de comunicaciones, está operativo desde hoy al máximo de sus capacidad en la base de Deveselu donde están emplazados 130 militares estadounidenses.

El hecho desató la inmediata respuesta rusa y desde Moscú el portavoz presidencial Dmitri Peskov dijo que su país está convencido de que el despliegue del sistema "representa una amenaza para la seguridad de Rusia", informó la agencia de noticias EFE.

Las palabras de Peskov se produjeron poco después que Stoltenberg asegurara en la ceremonia de inauguración de la base, que el sistema no está dirigido contra Rusia, sino contra "amenazas procedentes de fuera del espacio euroatlántico".

La nueva base de la Alianza Atlántica está situada en la localidad de Deveselu, en el sur del país, y supone la conclusión del plan de la OTAN para construir el escudo antimisiles en Europa del Este, proyecto anunciado por George W. Bush en 2007 y que desde sus orígenes desató la ira de las autoridades rusas.

Peskov recordó que el presidente Vladimir Putin "ha preguntado en varias ocasiones quién es el verdadero destinatario de ese sistema", tanto el de Rumania como el de Polonia.

"Al principio se habló profusamente de una amenaza de misiles que podría provenir potencialmente de Irán. Ahora sabemos que la situación en relación con Irán ha cambiado radicalmente", señaló, en alusión al acuerdo nuclear con Teherán.

Rusia considera el proyecto como una provocación de la OTAN que entra en vigor dos años después de la anexión de la península ucrania de Crimea (en marzo de 2014) por parte de Moscú y luego de el mayor reforzamiento realizado nunca por la Alianza en el Este de Europa, en países próximos a Rusia.

La Cancillería rusa considera que la creación del escudo dificultará aún más la reanudación de la cooperación entre Rusia y la OTAN, estancada desde la anexión de Crimea.

Ayer, el director del departamento sobre No Proliferación y Control de Armamento de la Cancillería rusa, Mijaíl Ulianov, acusó a Washington de violar el tratado de eliminación de misiles nucleares de medio y corto alcance (INF) de 1991, ya que lanzaderas verticales de misiles Mark-41 que serán emplazadas en Deveselu fueron utilizadas en el pasado para disparar misiles de medio alcance desde buques norteamericanos.

"Esta decisión es perniciosa y errónea, ya que puede romper el equilibrio estratégico", agregó Ulianov en declaraciones a la agencia rusa Interfax.

En Bucarest, Stoltenberg insistió hoy en que el escudo equipado con misiles interceptores es "defensivo", pero agregó que "Rusia ha cambiado de fronteras por la fuerza y continúa amenazando a los vecinos".

"Resulta imposible que el escudo derribe misiles balísticos rusos. No veo ningún motivo por el cual se justifiquen las tensiones, las amenazas de Rusia son irresponsables, los rusos saben que no es un sistema dirigido contra ellos", aseguró.

En respuesta, el presidente ruso, Vladimir Putin, anunció que su país reforzará su arsenal nuclear y, en particular, "sistemas ofensivos capaces de superar cualquier escudo".

"Las referencias a la amenaza de los misiles iraníes y norcoreanos simplemente ocultan los auténticos planes y su verdadero objetivo, que es neutralizar el potencial estratégico y nuclear de otros países", dijo Putin hace unos meses, recordó la agencia de noticias TASS.

En enero pasado, cuando ya se vislumbraba que el tema escalaría en tensión bilateral, el jefe de la unidad de Defensa Antimisiles de las Fuerzas Aeroespaciales de Rusia, el teniente Andréi Cheburin, había advertido que las fuerzas nucleares estratégicas de Rusia tienen capacidad para superar elementos de sistemas antimisiles instalados en cualquier región del mundo.

"Nuestro sistema antimisiles no se encuentra fuera de Rusia porque para nuestra seguridad es suficiente que el escudo antimisiles esté instalado dentro de nuestro país" dijo el militar.

"Si alguno de nuestros oponentes potenciales cree que se protege a sí mismo instalando un sistema de defensa antimisiles en otros países, se equivoca profundamente. Sí, cualquier sistema antimisiles requiere fuerzas adicionales para superarlo y, por supuesto, Rusia posee estas capacidades", aseguró

Los planes militares de Estados Unidos y la expansión de la OTAN hacia sus fronteras, son las principales amenazas incluidas en la nueva doctrina militar aprobada en diciembre de 2014 por Putin.

Moscú considera que la expansión de la OTAN es una señal alarmante que pone en peligro la seguridad del país.

En abril, el secretario adjunto del Consejo de Seguridad de Rusia, Evgueni Lukianov, constató que la defensa antimisiles de EE.UU. desplegada en Europa podría ser utilizada para lanzar armas ofensivas, como misiles de crucero con ojivas nucleares, lo que crea una amenaza directa para la seguridad de Rusia.

Cayó le muro, desapareció la URSS pero el poder militar perdura y las tensiones que genera también.
12 MAY 2016 - 12:39

"Muchos países, incluidos algunos vecinos de la Alianza, buscan desarrollar misiles balísticos u obtenerlos", justificó hoy el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, durante la ceremonia de inauguración del flamante escudo.

El sistema "Aegis Ashore", que incluye un radar, interceptores de misiles y equipos de comunicaciones, está operativo desde hoy al máximo de sus capacidad en la base de Deveselu donde están emplazados 130 militares estadounidenses.

El hecho desató la inmediata respuesta rusa y desde Moscú el portavoz presidencial Dmitri Peskov dijo que su país está convencido de que el despliegue del sistema "representa una amenaza para la seguridad de Rusia", informó la agencia de noticias EFE.

Las palabras de Peskov se produjeron poco después que Stoltenberg asegurara en la ceremonia de inauguración de la base, que el sistema no está dirigido contra Rusia, sino contra "amenazas procedentes de fuera del espacio euroatlántico".

La nueva base de la Alianza Atlántica está situada en la localidad de Deveselu, en el sur del país, y supone la conclusión del plan de la OTAN para construir el escudo antimisiles en Europa del Este, proyecto anunciado por George W. Bush en 2007 y que desde sus orígenes desató la ira de las autoridades rusas.

Peskov recordó que el presidente Vladimir Putin "ha preguntado en varias ocasiones quién es el verdadero destinatario de ese sistema", tanto el de Rumania como el de Polonia.

"Al principio se habló profusamente de una amenaza de misiles que podría provenir potencialmente de Irán. Ahora sabemos que la situación en relación con Irán ha cambiado radicalmente", señaló, en alusión al acuerdo nuclear con Teherán.

Rusia considera el proyecto como una provocación de la OTAN que entra en vigor dos años después de la anexión de la península ucrania de Crimea (en marzo de 2014) por parte de Moscú y luego de el mayor reforzamiento realizado nunca por la Alianza en el Este de Europa, en países próximos a Rusia.

La Cancillería rusa considera que la creación del escudo dificultará aún más la reanudación de la cooperación entre Rusia y la OTAN, estancada desde la anexión de Crimea.

Ayer, el director del departamento sobre No Proliferación y Control de Armamento de la Cancillería rusa, Mijaíl Ulianov, acusó a Washington de violar el tratado de eliminación de misiles nucleares de medio y corto alcance (INF) de 1991, ya que lanzaderas verticales de misiles Mark-41 que serán emplazadas en Deveselu fueron utilizadas en el pasado para disparar misiles de medio alcance desde buques norteamericanos.

"Esta decisión es perniciosa y errónea, ya que puede romper el equilibrio estratégico", agregó Ulianov en declaraciones a la agencia rusa Interfax.

En Bucarest, Stoltenberg insistió hoy en que el escudo equipado con misiles interceptores es "defensivo", pero agregó que "Rusia ha cambiado de fronteras por la fuerza y continúa amenazando a los vecinos".

"Resulta imposible que el escudo derribe misiles balísticos rusos. No veo ningún motivo por el cual se justifiquen las tensiones, las amenazas de Rusia son irresponsables, los rusos saben que no es un sistema dirigido contra ellos", aseguró.

En respuesta, el presidente ruso, Vladimir Putin, anunció que su país reforzará su arsenal nuclear y, en particular, "sistemas ofensivos capaces de superar cualquier escudo".

"Las referencias a la amenaza de los misiles iraníes y norcoreanos simplemente ocultan los auténticos planes y su verdadero objetivo, que es neutralizar el potencial estratégico y nuclear de otros países", dijo Putin hace unos meses, recordó la agencia de noticias TASS.

En enero pasado, cuando ya se vislumbraba que el tema escalaría en tensión bilateral, el jefe de la unidad de Defensa Antimisiles de las Fuerzas Aeroespaciales de Rusia, el teniente Andréi Cheburin, había advertido que las fuerzas nucleares estratégicas de Rusia tienen capacidad para superar elementos de sistemas antimisiles instalados en cualquier región del mundo.

"Nuestro sistema antimisiles no se encuentra fuera de Rusia porque para nuestra seguridad es suficiente que el escudo antimisiles esté instalado dentro de nuestro país" dijo el militar.

"Si alguno de nuestros oponentes potenciales cree que se protege a sí mismo instalando un sistema de defensa antimisiles en otros países, se equivoca profundamente. Sí, cualquier sistema antimisiles requiere fuerzas adicionales para superarlo y, por supuesto, Rusia posee estas capacidades", aseguró

Los planes militares de Estados Unidos y la expansión de la OTAN hacia sus fronteras, son las principales amenazas incluidas en la nueva doctrina militar aprobada en diciembre de 2014 por Putin.

Moscú considera que la expansión de la OTAN es una señal alarmante que pone en peligro la seguridad del país.

En abril, el secretario adjunto del Consejo de Seguridad de Rusia, Evgueni Lukianov, constató que la defensa antimisiles de EE.UU. desplegada en Europa podría ser utilizada para lanzar armas ofensivas, como misiles de crucero con ojivas nucleares, lo que crea una amenaza directa para la seguridad de Rusia.


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