Lapidario informe contra los responsables de la invasión a Irak en 2003

El ex primer ministro británico, Tony Blair, fue acusado hoy por "no haber cuestionado" las informaciones de los servicios secretos que llevaron a su país a unirse a la invasión de Irak en 2003, a través de un trabajo de investigación conocido como "Informe Chilcot", por el nombre de su autor John Chilcot.

06 JUL 2016 - 10:36 | Actualizado

La investigación fue dada a conocer por una comisión independiente y allí se analizan las decisiones que se tomaron antes y durante la intervención militar ocurrida en 2003.

Tras siete años de investigación, en el informe dado a conocer hoy en Londres se recuerda también que esos informes aseguraban que los iraquíes "disponían de armas de destrucción masiva", dato que terminó resultando falso.

Y que el Reino Unido se unió a la invasión de Estados Unidos antes de que se hubieran agotado todas las "opciones pacíficas para el desarme".

"Hemos llegado a la conclusión de que el Reino Unido decidió unirse a la invasión a Irak antes de que se hubiesen agotado las opciones pacíficas para el desarme. A Blair y a (George W.) Bush les diría que son unos criminales", afirmó John Chilcot" durante una entrevista a la BBC.

El informe revela también que Blair prometió a Bush en 2002 apoyo incondicional para invadir Irak. "Estaré contigo pase lo que pase", escribió Blair el 28 de julio de ese año, ocho meses antes de que el 20 de marzo de 2003 empezara la guerra contra el país árabe.

Chilcot hace en su informe una crítica devastadora sobre la decisión de Blair de ir a la guerra en Irak y unirse a la invasión de Estados Unidos antes de que se hubieran agotado todas las "opciones pacíficas para el desarme. La acción militar en ese momento no era el último recurso".

Conocido el "Informe Chilcot", Blair dijo que asume "toda la responsabilidad" por cualquier error cometido en la guerra de Irak, "sin excepción ni excusas" porque, aseguró, tomó la decisión de "buena fe" y para el "mejor interés" de su país.

"Voy a asumir toda la responsabilidad por cualquier error sin excepción o excusa. Al mismo tiempo diré por qué, sin embargo, yo creo que fue mejor sacar a Saddam Hussein y por qué no creo que esta es la causa del terrorismo que vemos hoy, ya sea en Medio Oriente o en cualquier parte del mundo", adujo Blair.

Y agregó que presentó como ciertas unas pruebas "no justificadas" sobre la presunta posesión de armas de destrucción masivas por parte de Saddam Hussein.

Por su parte, el ahora renunciante premier David Cameron, afirmó hoy que todos los partidos, incluido el suyo, y los parlamentarios que apoyaron la guerra contra Irak de 2003 "tienen que asumir su responsabilidad".

Quien asumió una posición contraria fue el líder del Partido Laborista británico, Jeremy Corbyn, quien dijo que la guerra de Irak fue un "acto de agresión militar" basado en un pretexto "falso" y calificó de "ilegal" a la invasión.

El líder del principal partido de la oposición fue uno de los críticos de la intervención militar y fue presidente de la llamada Coalición Paren la Guerra, formada por políticos y organizaciones no gubernamentales para condenar el conflicto.

La participación del Reino Unido en la guerra de Irak fue extremadamente polémica, en la que además un total de 179 soldados del ejército británico murieron entre 2003 y 2009, cuando las tropas británicas abandonaron el suelo iraquí.

La guerra, que duró alrededor de seis semanas, terminó con el régimen de 25 años de Saddam Hussein en Irak, pero las secuelas desencadenaron años de violencia por la que murieron miles de personas desde entonces.

El informe publica también los datos sobre la muerte de "al menos 150.000 iraquíes, y probablemente muchos más, la mayoría de ellos civiles y más de un millón de personas desplazadas. El pueblo de Irak ha sufrido mucho", dijo Chilcot.

Según los expertos británicos, se espera que la investigación sea un duro golpe para la reputación de Blair, su ministro de Asuntos Exteriores, Jack Straw, y el entonces jefe del MI6 (el servicio de Inteligencia británico), Richard Dearlove, entre otros.

Según reveló a The Times una fuente cercana a la investigación, Blair "no logrará salir impune" de la publicación de este informe, que demuestra que el ex primer ministro ofreció apoyo militar a Bush un año antes de la invasión de 2003. El ex premier podría así enfrentar acciones legales y acusaciones por su mal desempeño en la función.

Se espera también que la investigación ayude a responder algunas preguntas de las familias de los 179 británicos que murieron entre 2003 y 2009. Algunas de ellas ya dieron instrucciones a los abogados para analizar el informe con el objetivo de llevar al ex ministro a los tribunales.

La comisión de investigación, que fue creada por el entonces ministro Británico Gordon Brown, contiene 12 volúmenes y demoró más de siete años de trabajo con un costo aproximado para los contribuyentes británicos de 13 millones de dólares.

El hombre que preside la Investigación, es un funcionario veterano de 77 años que se retiró de la función pública en 1997.

06 JUL 2016 - 10:36

La investigación fue dada a conocer por una comisión independiente y allí se analizan las decisiones que se tomaron antes y durante la intervención militar ocurrida en 2003.

Tras siete años de investigación, en el informe dado a conocer hoy en Londres se recuerda también que esos informes aseguraban que los iraquíes "disponían de armas de destrucción masiva", dato que terminó resultando falso.

Y que el Reino Unido se unió a la invasión de Estados Unidos antes de que se hubieran agotado todas las "opciones pacíficas para el desarme".

"Hemos llegado a la conclusión de que el Reino Unido decidió unirse a la invasión a Irak antes de que se hubiesen agotado las opciones pacíficas para el desarme. A Blair y a (George W.) Bush les diría que son unos criminales", afirmó John Chilcot" durante una entrevista a la BBC.

El informe revela también que Blair prometió a Bush en 2002 apoyo incondicional para invadir Irak. "Estaré contigo pase lo que pase", escribió Blair el 28 de julio de ese año, ocho meses antes de que el 20 de marzo de 2003 empezara la guerra contra el país árabe.

Chilcot hace en su informe una crítica devastadora sobre la decisión de Blair de ir a la guerra en Irak y unirse a la invasión de Estados Unidos antes de que se hubieran agotado todas las "opciones pacíficas para el desarme. La acción militar en ese momento no era el último recurso".

Conocido el "Informe Chilcot", Blair dijo que asume "toda la responsabilidad" por cualquier error cometido en la guerra de Irak, "sin excepción ni excusas" porque, aseguró, tomó la decisión de "buena fe" y para el "mejor interés" de su país.

"Voy a asumir toda la responsabilidad por cualquier error sin excepción o excusa. Al mismo tiempo diré por qué, sin embargo, yo creo que fue mejor sacar a Saddam Hussein y por qué no creo que esta es la causa del terrorismo que vemos hoy, ya sea en Medio Oriente o en cualquier parte del mundo", adujo Blair.

Y agregó que presentó como ciertas unas pruebas "no justificadas" sobre la presunta posesión de armas de destrucción masivas por parte de Saddam Hussein.

Por su parte, el ahora renunciante premier David Cameron, afirmó hoy que todos los partidos, incluido el suyo, y los parlamentarios que apoyaron la guerra contra Irak de 2003 "tienen que asumir su responsabilidad".

Quien asumió una posición contraria fue el líder del Partido Laborista británico, Jeremy Corbyn, quien dijo que la guerra de Irak fue un "acto de agresión militar" basado en un pretexto "falso" y calificó de "ilegal" a la invasión.

El líder del principal partido de la oposición fue uno de los críticos de la intervención militar y fue presidente de la llamada Coalición Paren la Guerra, formada por políticos y organizaciones no gubernamentales para condenar el conflicto.

La participación del Reino Unido en la guerra de Irak fue extremadamente polémica, en la que además un total de 179 soldados del ejército británico murieron entre 2003 y 2009, cuando las tropas británicas abandonaron el suelo iraquí.

La guerra, que duró alrededor de seis semanas, terminó con el régimen de 25 años de Saddam Hussein en Irak, pero las secuelas desencadenaron años de violencia por la que murieron miles de personas desde entonces.

El informe publica también los datos sobre la muerte de "al menos 150.000 iraquíes, y probablemente muchos más, la mayoría de ellos civiles y más de un millón de personas desplazadas. El pueblo de Irak ha sufrido mucho", dijo Chilcot.

Según los expertos británicos, se espera que la investigación sea un duro golpe para la reputación de Blair, su ministro de Asuntos Exteriores, Jack Straw, y el entonces jefe del MI6 (el servicio de Inteligencia británico), Richard Dearlove, entre otros.

Según reveló a The Times una fuente cercana a la investigación, Blair "no logrará salir impune" de la publicación de este informe, que demuestra que el ex primer ministro ofreció apoyo militar a Bush un año antes de la invasión de 2003. El ex premier podría así enfrentar acciones legales y acusaciones por su mal desempeño en la función.

Se espera también que la investigación ayude a responder algunas preguntas de las familias de los 179 británicos que murieron entre 2003 y 2009. Algunas de ellas ya dieron instrucciones a los abogados para analizar el informe con el objetivo de llevar al ex ministro a los tribunales.

La comisión de investigación, que fue creada por el entonces ministro Británico Gordon Brown, contiene 12 volúmenes y demoró más de siete años de trabajo con un costo aproximado para los contribuyentes británicos de 13 millones de dólares.

El hombre que preside la Investigación, es un funcionario veterano de 77 años que se retiró de la función pública en 1997.


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