Los peones de taxis insisten en su propósito de ser blanqueados por sus patrones. Jorge González, extaxista de Esquel, fue nombrado delegado del sector. Es el mismo trabajador que presentó un proyecto en el Concejo Deliberante a través del espacio que ofrece la Banca del Vecino.
En su análisis ante FM Tiempo Esquel, tanto los choferes de taxis como de remises son changarines porque para ser trabajadores del servicio deberían estar registrados como tales. Como está la situación, se llevan un porcentaje de la recaudación y no cuentan con obra social ni aportes jubilatorios.
González dijo que las ordenanzas que rigen el servicio de taxis y de remises datan de por lo menos 30 años, y ahora en su condición de delegado de los peones se interiorizará de la documentación existente, más allá que sugirió que “en el municipio pareciera que estuviera vedada esta información, a pesar de ser pública”.
Estimó con su experiencia de 25 años de taxista que en la actualidad sólo el 2% de los choferes están reconocidos oficialmente por sus patrones, vínculo que se concretó en los últimos años recién. “Siempre se trabajó en negro”, acotó.
Trucho
En otro orden el representante de los peones de taxis advirtió que con los remises se priva de la posibilidad de trabajar a mucha gente, a partir de la entrega de licencias a una sola persona por parada, para que las administre. Según cuentan los trabajadores de este sector, el lugar en la parada les cuesta $ 5.200 mensuales, dinero que percibe el “dueño” de la remisería.
González se manifestó molesto por el “taxi trucho” que a pesar de haber sido detectado y multado, sigue trabajando en una clara competencia desleal con quienes tributan y se constituyen en las paradas para prestar el servicio.
Los peones de taxis insisten en su propósito de ser blanqueados por sus patrones. Jorge González, extaxista de Esquel, fue nombrado delegado del sector. Es el mismo trabajador que presentó un proyecto en el Concejo Deliberante a través del espacio que ofrece la Banca del Vecino.
En su análisis ante FM Tiempo Esquel, tanto los choferes de taxis como de remises son changarines porque para ser trabajadores del servicio deberían estar registrados como tales. Como está la situación, se llevan un porcentaje de la recaudación y no cuentan con obra social ni aportes jubilatorios.
González dijo que las ordenanzas que rigen el servicio de taxis y de remises datan de por lo menos 30 años, y ahora en su condición de delegado de los peones se interiorizará de la documentación existente, más allá que sugirió que “en el municipio pareciera que estuviera vedada esta información, a pesar de ser pública”.
Estimó con su experiencia de 25 años de taxista que en la actualidad sólo el 2% de los choferes están reconocidos oficialmente por sus patrones, vínculo que se concretó en los últimos años recién. “Siempre se trabajó en negro”, acotó.
Trucho
En otro orden el representante de los peones de taxis advirtió que con los remises se priva de la posibilidad de trabajar a mucha gente, a partir de la entrega de licencias a una sola persona por parada, para que las administre. Según cuentan los trabajadores de este sector, el lugar en la parada les cuesta $ 5.200 mensuales, dinero que percibe el “dueño” de la remisería.
González se manifestó molesto por el “taxi trucho” que a pesar de haber sido detectado y multado, sigue trabajando en una clara competencia desleal con quienes tributan y se constituyen en las paradas para prestar el servicio.