Una particularidad de la policía británica es que sus agentes no suelen portar armas de fuego. Los popularmente llamados "bobbies", salvo casos muy específicos, no están armados, porque han recibido una formación orientada al diálogo y la protección del ciudadano.
Hasta ahora no existía en la capital británica una unidad armada como las conocidas en otros sitios, por ejemplo Irlanda del Norte.
El despliegue de esta flamante unidad armada con entrenamiento especial en Londres es la respuesta policial a la serie de ataques ocurridos en toda Europa, tras lo cual el nivel de amenaza en la capital británica se mantiene en "severo".
Según el jefe de la policía metropolitana, Bernard Hogan-Howe, "ante la posibilidad de tener que lidiar con atacantes armados, ahora se necesitan agentes con armas de fuego" porque son los que "van a correr hacia el peligro ".
Los agentes armados adicionales serán claramente visibles para el público y trabajarán a través de Londres, tanto a pie como en vehículos, destacó Hogan-Howe.
Por su parte, el alcalde de Londres, el laborista musulmán de padres paquistaníes Sadiq Khan, dijo que la seguridad y la protección de todos los londinenses es su prioridad, y la policía y los servicios de seguridad están trabajando todos los días.
Desde la ola de ataques reivindicados por el Estado Islámico (EI) en Europa, la importante minoría musulmana de Londres teme que la desconfianza en la inmigración que se expresó en el voto favorable al Brexit pueda traerle otras consecuencias.
De allí que Khan aclaró que "veremos más agentes armados en nuestras calles, pero no hay razón para alarmarse. Todos nuestros agentes de policía están haciendo su parte y trabajando estrechamente con todas nuestras comunidades para evitar la posibilidad de un ataque".
Hogan-Howe, a su vez, señaló que "cualquier persona que haya estado siguiendo los acontecimientos de las últimas semanas en Europa va a entender por qué queremos mostrar nuestra determinación de proteger a la gente".
El funcionario policial agregó además que en cada barrio habrá un agente dedicado a impulsar la policía de proximidad para generar confianza en las comunidades. Pero admitió que tras la ola de recientes atentados en el continente europeo "hay una mayor sensación de miedo de que Gran Bretaña sea la próxima víctima de esta ola de asesinatos".
En tanto, el presidente de la Federación de Policía británica, Steve White, consideró que podría llevar por lo menos dos años preparar agentes con armas de fuego adicionales y explicó que algunas fuerzas están luchando para conseguir suficientes voluntarios de calidad que puedan pasar por el riguroso proceso de selección y formación.
"Si hay un ataque, es poco probable que sea un incidente aislado. Tenemos que tener los recursos de todo el país, ya que podría ocurrir en varios lugares al mismo tiempo", sentenció White.
Ya desde marzo pasado, tras el atentado en Bruselas, la Unidades del Ejército y la policía en Londres se encuentran en estado de alerta ante el temor de que Gran Bretaña pueda enfrentar hasta 10 ataques terroristas al mismo tiempo.
El Ejército, el Servicio Especial del Aire (SAS) y la policía londinense estaban trabajando en conjunto para actuar frente a múltiples ataques.
En tanto, la Unidad de Desactivación de Bombas había organizado un equipo especial en el cuartel de Didcot (Oxfordshire), para hacer frente a bombas biológicas o químicas.
El 7 de julio de 2005 Londres sufrió varios atentados suicidas coordinados, cuando cuatro extremistas islámicos atacaron tres trenes subterráneos y un autobús, matando a 52 personas.
Una particularidad de la policía británica es que sus agentes no suelen portar armas de fuego. Los popularmente llamados "bobbies", salvo casos muy específicos, no están armados, porque han recibido una formación orientada al diálogo y la protección del ciudadano.
Hasta ahora no existía en la capital británica una unidad armada como las conocidas en otros sitios, por ejemplo Irlanda del Norte.
El despliegue de esta flamante unidad armada con entrenamiento especial en Londres es la respuesta policial a la serie de ataques ocurridos en toda Europa, tras lo cual el nivel de amenaza en la capital británica se mantiene en "severo".
Según el jefe de la policía metropolitana, Bernard Hogan-Howe, "ante la posibilidad de tener que lidiar con atacantes armados, ahora se necesitan agentes con armas de fuego" porque son los que "van a correr hacia el peligro ".
Los agentes armados adicionales serán claramente visibles para el público y trabajarán a través de Londres, tanto a pie como en vehículos, destacó Hogan-Howe.
Por su parte, el alcalde de Londres, el laborista musulmán de padres paquistaníes Sadiq Khan, dijo que la seguridad y la protección de todos los londinenses es su prioridad, y la policía y los servicios de seguridad están trabajando todos los días.
Desde la ola de ataques reivindicados por el Estado Islámico (EI) en Europa, la importante minoría musulmana de Londres teme que la desconfianza en la inmigración que se expresó en el voto favorable al Brexit pueda traerle otras consecuencias.
De allí que Khan aclaró que "veremos más agentes armados en nuestras calles, pero no hay razón para alarmarse. Todos nuestros agentes de policía están haciendo su parte y trabajando estrechamente con todas nuestras comunidades para evitar la posibilidad de un ataque".
Hogan-Howe, a su vez, señaló que "cualquier persona que haya estado siguiendo los acontecimientos de las últimas semanas en Europa va a entender por qué queremos mostrar nuestra determinación de proteger a la gente".
El funcionario policial agregó además que en cada barrio habrá un agente dedicado a impulsar la policía de proximidad para generar confianza en las comunidades. Pero admitió que tras la ola de recientes atentados en el continente europeo "hay una mayor sensación de miedo de que Gran Bretaña sea la próxima víctima de esta ola de asesinatos".
En tanto, el presidente de la Federación de Policía británica, Steve White, consideró que podría llevar por lo menos dos años preparar agentes con armas de fuego adicionales y explicó que algunas fuerzas están luchando para conseguir suficientes voluntarios de calidad que puedan pasar por el riguroso proceso de selección y formación.
"Si hay un ataque, es poco probable que sea un incidente aislado. Tenemos que tener los recursos de todo el país, ya que podría ocurrir en varios lugares al mismo tiempo", sentenció White.
Ya desde marzo pasado, tras el atentado en Bruselas, la Unidades del Ejército y la policía en Londres se encuentran en estado de alerta ante el temor de que Gran Bretaña pueda enfrentar hasta 10 ataques terroristas al mismo tiempo.
El Ejército, el Servicio Especial del Aire (SAS) y la policía londinense estaban trabajando en conjunto para actuar frente a múltiples ataques.
En tanto, la Unidad de Desactivación de Bombas había organizado un equipo especial en el cuartel de Didcot (Oxfordshire), para hacer frente a bombas biológicas o químicas.
El 7 de julio de 2005 Londres sufrió varios atentados suicidas coordinados, cuando cuatro extremistas islámicos atacaron tres trenes subterráneos y un autobús, matando a 52 personas.