Caso Cittadini: pidieron 25 años de cárcel común

La acusación pidió esa pena para los expolicías federales Miguel Viollaz y Nicomedes Mercado. Esta semana es el alegato de la defensa y la sentencia.

10 SEP 2016 - 19:49 | Actualizado

El querellante Pablo Llonto y el fiscal Miguel Osorio pidieron que el excomisario Miguel Viollaz y Nicomedes Mercado sean condenados a 25 años de prisión en cárcel común por la desaparición y los tormentos contra Ricardo Cittadini, agravado por ser perseguido político.
Llonto solicitó que se remitan los testimonios de las audiencias al Juzgado Federal 3 de Capital Federal para que se amplíe la investigación sobre la Comisaría 28 respecto a demás policías involucrados y otras víctimas. También que se ordene a la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación la señalización de la Comisaría como “centro clandestino”. 
Durante tres horas, Llonto resaltó que nunca antes llegó a debate el caso de una comisaría convertida en un centro clandestino. Destacó el testimonio de la madre de Ricardo, “Catita”, quien a los 91 años contó sus reclamos de 4 décadas.“Su sueño había sido llegar aquí con la esperanza de justicia y hallar respuesta para la pregunta más enorme para una madre: ¿dónde está mi hijo? Y encontrar sus restos para darles cristiana sepultura y elaborar el duelo”.
Según la querella, Cittadiniy Ricardo Camino Gallo fueron secuestrados el 17 deagosto de 1976 en la plaza España por fuerzas al mando de Mercado. Fueron trasladados a la comisaría 28 de la Policía Federal en la calle Vélez Sarsfield, bajo la jefatura de Viollaz.Sólo Camino Gallo fue registrado en el libro. 
Cittadini -nacido en Santa Cruz pero que vivió en Trelew-  fue torturado para obtener información de su militancia y sus compañeros en La Plata.  “Ricardo quedó sustraído a la protección legal y sus allegados y familiares fueron engañados sobre su destino y las constancias, destruidas. Mercado sabía que lo llevaban para ser puesto en manos del aparato de tormentos que ya ocurría en la Comisaría”.
Declaró Alicia Carriquiriborde, secuestrada en esa Comisaría y derivada al penal de Devoto poco antes del secuestro de Cittadini. En tres semanas sólo comió una vez. Estuvo siempre con los ojos vendados y en condiciones infrahumanas. “Su testimonio es clave para entender que la comisaría funcionaba como centro clandestino”.  “Viollaz tuvo un claro poder dentro de la comisaría, abocada a la lucha contra la subversión, teniendo capacidad para dirigir, emitir, transmitir y supervisar órdenes, interrogar a los detenidos, y garantizar que sus subalternos llevaran adelante las conductas criminales”.
En cuanto a Mercado, era suboficial. “La plaza España estaba incluida en su zona de acción y por ser el oficial más antiguo estuvo a cargo del operativo. La prueba es que en una plaza llena de gente se dirigieron directamente a dos militantes políticos”.
Según el alegato “nunca ni los familiares de Ricardo ni la Justicia pudieron acceder a información. Sigue la incertidumbre sobre a dónde lo llevaron después de mantenerlo cautivo y torturado y dónde están sus restos”.
Llonto recordó que su madre Catalina y los hermanos de Ricardo declararon exigiendo a los acusados que digan cuál fue el destino de Ricardo. 
El caso es el primero que Llonto tomó como abogado recién recibido, cuando se sumó como colaborador del CELS en 1984. Emocionado, cerró su alegato diciendo: “Cittadini aparece desde el fondo de un pasado de 40 años como un caso casi imperceptible, pequeño, y nos trae a una madre de 91 años a quien llamaron loca, a dar su profundo y meditado testimonio que es casi un ruego, con la esperanza intacta de que los imputados hablen y la acerquen a encontrar los restos de su hijo. Nos saca del análisis estadístico, de un caso en 30.000, para interpretar los delitos sobre una persona con una vida concreta, con sueños y proyectos concretos truncados para siempre”. Mañana alegará la defensa. La sentencia podría dictarse a última hora del mismo día o el martes 13.#

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10 SEP 2016 - 19:49

El querellante Pablo Llonto y el fiscal Miguel Osorio pidieron que el excomisario Miguel Viollaz y Nicomedes Mercado sean condenados a 25 años de prisión en cárcel común por la desaparición y los tormentos contra Ricardo Cittadini, agravado por ser perseguido político.
Llonto solicitó que se remitan los testimonios de las audiencias al Juzgado Federal 3 de Capital Federal para que se amplíe la investigación sobre la Comisaría 28 respecto a demás policías involucrados y otras víctimas. También que se ordene a la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación la señalización de la Comisaría como “centro clandestino”. 
Durante tres horas, Llonto resaltó que nunca antes llegó a debate el caso de una comisaría convertida en un centro clandestino. Destacó el testimonio de la madre de Ricardo, “Catita”, quien a los 91 años contó sus reclamos de 4 décadas.“Su sueño había sido llegar aquí con la esperanza de justicia y hallar respuesta para la pregunta más enorme para una madre: ¿dónde está mi hijo? Y encontrar sus restos para darles cristiana sepultura y elaborar el duelo”.
Según la querella, Cittadiniy Ricardo Camino Gallo fueron secuestrados el 17 deagosto de 1976 en la plaza España por fuerzas al mando de Mercado. Fueron trasladados a la comisaría 28 de la Policía Federal en la calle Vélez Sarsfield, bajo la jefatura de Viollaz.Sólo Camino Gallo fue registrado en el libro. 
Cittadini -nacido en Santa Cruz pero que vivió en Trelew-  fue torturado para obtener información de su militancia y sus compañeros en La Plata.  “Ricardo quedó sustraído a la protección legal y sus allegados y familiares fueron engañados sobre su destino y las constancias, destruidas. Mercado sabía que lo llevaban para ser puesto en manos del aparato de tormentos que ya ocurría en la Comisaría”.
Declaró Alicia Carriquiriborde, secuestrada en esa Comisaría y derivada al penal de Devoto poco antes del secuestro de Cittadini. En tres semanas sólo comió una vez. Estuvo siempre con los ojos vendados y en condiciones infrahumanas. “Su testimonio es clave para entender que la comisaría funcionaba como centro clandestino”.  “Viollaz tuvo un claro poder dentro de la comisaría, abocada a la lucha contra la subversión, teniendo capacidad para dirigir, emitir, transmitir y supervisar órdenes, interrogar a los detenidos, y garantizar que sus subalternos llevaran adelante las conductas criminales”.
En cuanto a Mercado, era suboficial. “La plaza España estaba incluida en su zona de acción y por ser el oficial más antiguo estuvo a cargo del operativo. La prueba es que en una plaza llena de gente se dirigieron directamente a dos militantes políticos”.
Según el alegato “nunca ni los familiares de Ricardo ni la Justicia pudieron acceder a información. Sigue la incertidumbre sobre a dónde lo llevaron después de mantenerlo cautivo y torturado y dónde están sus restos”.
Llonto recordó que su madre Catalina y los hermanos de Ricardo declararon exigiendo a los acusados que digan cuál fue el destino de Ricardo. 
El caso es el primero que Llonto tomó como abogado recién recibido, cuando se sumó como colaborador del CELS en 1984. Emocionado, cerró su alegato diciendo: “Cittadini aparece desde el fondo de un pasado de 40 años como un caso casi imperceptible, pequeño, y nos trae a una madre de 91 años a quien llamaron loca, a dar su profundo y meditado testimonio que es casi un ruego, con la esperanza intacta de que los imputados hablen y la acerquen a encontrar los restos de su hijo. Nos saca del análisis estadístico, de un caso en 30.000, para interpretar los delitos sobre una persona con una vida concreta, con sueños y proyectos concretos truncados para siempre”. Mañana alegará la defensa. La sentencia podría dictarse a última hora del mismo día o el martes 13.#


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