Macri lo hizo: en Cuyo ahora importan vino desde Chile

Desde los sectores productivos, el gobierno y los partidos políticos, se alzaron voces en contra de que el país permita el ingreso de productos elaborados del exterior, especialmente porque consideran que "afecta seriamente a las economías regionales donde se produce vino de calidad y en cantidades suficientes".

Las operaciones conocidas hasta ahora, fueron concretadas por lo menos por tres firmas, entre las que se encuentra RPB -uno de los grandes fraccionadores- desde donde el gerente general del grupo Daniel Catalá, le dijo al diario mendocino Los Andes, que la marca "apuró la compra de 10 millones de litros a granel en Chile".

La misma publicación dio cuenta de que el gigante vitivinícola Fecovita "habría importado 5 millones de litros" y que otro grande, Peñaflor "está en tratativas para importar vino español".

En el sector de la producción de vinos, el presidente de la Asociación de Viñateros Independientes, Juan José Ramos, dijo que "esto atenta contra la recuperación del productor al que hace años se le vienen pagando precios irrisorios" y denunció que "se trata de una maniobra por parte de grupos monopólicos para bajar los precios de la uva y el vino de la cosecha que se avecina".

Eduardo Garcés, de la Federación de Viñateros recordó que "la Nación está haciendo un esfuerzo muy grande pagando un programa para eliminar el supuesto sobre stock vínico que hubo hasta el año pasado" y dijo que "estas maniobras vuelven estéril esa medida".

Por su parte Angel Leotta, de la Cámara Vitivinícola, dijo que la situación "es riesgosa porque los tenedores de vino pretenden precios altos y con las importaciones puede caer la demanda y así pierden todos en la cadena".

Lo cierto es que con la caída interanual calculada en el 35% en la cosecha de uvas, los viñateros estaban contentos porque estaban subiendo los precios, pero sostienen que "permitir las importaciones hace que el juego de los monopolios de bajar los precios a valores insignificantes se concrete".

La preocupación por la situación llegó al gobernador de San Juan, Sergio Uñac, quien ya adelantó que "si el viernes viene el presidente (Mauricio Macri) a San Juan, vamos a hablar del tema" y agregó que "no es buena la medida de importar vino".

Uñac aclaró que "las grandes empresas deben tener en cuenta que si el año que viene, como este año en curso, la uva empieza a valer, es lo razonable para que el productor pueda subsistir dentro del sistema".

También sostuvo que "esto no es restarle rentabilidad a ningún eslabón de la cadena, es darle a cada uno lo suyo" y que "el productor debe tener rentabilidad para mantenerse en el sistema, porque sin uva, sin materia prima, no hay vino, no hay mosto, no hay uva de mesa, ni uva para pasas tampoco".

Finalmente el diputado justicialista José Luis Gioja informó que presentará un pedido de informes al Poder Ejecutivo sobre los motivos de la autorización para importar "más de 15 millones de litros de vino a granel de Chile".

El ex gobernador entiende que "el peligro más grande de esta maniobra, es tirar el precio de la uva de la próxima cosecha al piso" y que "de continuar esta situación nuestros pequeños productores van camino a la desaparición, y con ellos buena parte de la industria que sostiene a miles de familias de San Juan".